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  — Existe un lugar capaz de hacerte olvidar la tragedia más horrible, capaz de hacerte sentir pleno, completo, felíz.  No necesitarías salir de ahí, jamás. — Dijo una niña de unos aproximadamente 10 años, con una cabellera roja  llena de rizos.

—¿No es muy cliché? — Cuestionó su amiga de igual edad, de tez morena y pelo lacio.

— Eso atrae a las personas. — Le respondió ella. — ¿Qué sugieres?

—Mmm...— La morena se puso en posición pensativa, finalmente dijo. — Que tal si, ese mundo es solo para aquellos que lo necesitan, que la están pasando mal, como los padrinos mágicos, que aparecen para alegrar a los niños que no están bien.

La pelirroja rio ante tal ocurrencia.

— Como los padrinos mágicos entonces. —afirmó. — ¿ Y cuál será la puerta a nuestro nuevo mundo?

— podría ser un lugar oscuro y angosto. —Propuso. — Como un callejón.

—¿Qué? Un callejón , ¿Es  en serio? No queremos que entren malos. ¿Qué te parece un casillero?

— ¿Un casillero? ¿Los de la escuela? — Preguntó la segunda niña. La pelirroja asintió con la cabeza. — No es mala idea, me gusta.

— Entonces hoy 9 de septiembre del 2000 queda inaugurado este nuevo mundo.

— Y la puerta será abierta una vez al año a partir de este día. — Se estrecharon las manos dándole veracidad al acuerdo.

Quién diría que el simple pacto de unas niñas iba a ser tan poderoso.

detrás del casilleroWhere stories live. Discover now