Fortnite - Midas y tu [En edición]

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~Narra Drift~

—¡Brite! ¿Donde diablos estabas?.-—Dejé de correr al estar frente a ella.
—¿Qué paso? ¿Alexa está bien?.—Habló preocupada Brite mientras que los amigos de la pelinegra se acercaban.
—No vas a creer lo que acabó de pasar.

     Conté detalladamente lo que pasó en Campo Caligne con Midas, Alexa y Skye, los amigos de Alexa se miraron confusamente sin poder tragarse todo lo que pasó, pero Brite, Valor, Calamidad, Catalizadora e Ikonik si me creyeron, ya que esto es un buen paso para que Midas dejara de ser tan cerrado de corazón. Charlie, el mejor amigo de Alexa se acercó hacia mí muy fortachón al estilo Brutus —Qué por cierto tienen muchas similitudes con él, sobretodo su brutalidad— preguntando dónde estaba Midas para preguntarle personalmente si era verídica mi historia, cuando sentimos que se abrió la puerta de la oficina, era Midas con Skye quiénes entraron juntos al lugar. Charlie y Brutus abrieron sus bocas asombrados, parecían unos auténticos gemelos, al menos presiento que ahora cree en mi historia, me reí internamente tras salir victorioso de aquella discusión y Brite abrió la boca para poder molestar a Midas.

—Miren quien acaba de llegar, nuestro Romeo está sacando garritas.—Habló sarcástica Brite.
—Romeo, Romeo, ¿Donde estás que no te veo? Ven a rescatarme en la guarida de Sombra.—Me hice el desmayado mientras que Brite me agarraba firmemente mientras se reía.
—¡Ya basta! ¿No ven que nos están incomodando?.—Todos miramos feo a Skye.
—¿Y quién está hablando de Midas y tu, puerca?.—Ikonik la encaró.—Es sobre Midas y Alexa, a si que tu sobras niñata egocéntrica.

     Todos en la oficina a excepción de Midas y Skye se tornó en un tremendo grito triunfador por los dichos de Ikonik, todo el grupo comenzó a mover bruscamente a Ikonik ya que había silenciado a Skye.

     Skye hizo una mueca de ignorancia y se sentó en su puesto, haciendo que todos sacáramos carcajadas por la situación. Midas silenció a todo el grupo, mientras que el resto de los agentes principales se ubicaban en sus puestos, me coloqué al lado de Midas, y le susurré suavemente en su oído ya que quería aconsejarlo de la mejor manera.