-Te sientes mejor Lori?

-Si Lincoln, literalmente ya me siento un poco mejor. Gracias por calmar mi dolor.

La chica intentó levantarse para dirigírse a su habitación, pero al momento de levantarse sus pies todavía estaban débiles y la rubia perdió el equilibrio, pero fue sostenida a tiempo por el peliblanco.

-Lori, te llevaré a tu habitación.

-No Lincoln, ya hiciste mucho por mi, además he subido de peso y me da vergüenza decirlo.

-Lori, eres mi hermana y a mí no me molesta llevarte.

-Lo dices en serio Lincoln?

-A sí es Lori.

-Por que te preocupas y eres tan gentil conmigo Lincoln, por qué.....

-Lori, tu cuidaste mucho de mi cuando fui muy pequeño ahora es mi turno de devolverte ese favor.

-Me siento avergonzada Lincoln.

-Ven aquí Lori.

El peliblanco cogió la tacones de su hermana y seguidamente la cargo entre sus fornidos brazos.

-No puedo creer que, mi pequeño hermanito me está cargando en sus brazos.

-Me importa mucho cuidarte ahora Lori.

-Hay Twerp, literalmente me haces sentir como a una princesa - habló la rubia riéndose tiernamente.

-Entonces te seguiré tratando así, ya que me gusta mucho verte sonreír.

Lincoln llevó cargando a Lori a su hermana y la dejo en su habitación.

-Gracias por traerme Twerp.

-Por nada Lori.

Después el peliblanco salió de la habitación de su hermana y bajo al primer nivel a preparar la cena.

Mientras que Lincoln hacia la cena, la rubia se desvestía para estar en pijama.

Al termino de que la cena fue preparada, Lincoln subió llevando la cena a la habitación de su hermana.

-Lori, te traje la cena.

-Adelante Twerp.

El peliblanco puso la cena en la cama de Lori y la dejo cenando.

Mientras que la rubia cenaba, el peliblanco se encontraba también cenando en la mesa de la cocina.

Poco tiempo después, la rubia llamó el nombre de su hermano.

-Lincoln.....

-Voy Lori.

-Que sucede.

-Gracias por la cena Lincoln, literalmente estuvo deliciosa.

-Me alegra mucho Lori, ahora descansa.

El peliblanco tomo la fuente y salió de la habitación de su hermana.

Por la noche, mientras la lluvia arreciaba cada vez más, el peliblanco y la rubia recordaban todos los momentos que pasaron juntos mientras estaban recostados en sus camas.

-(Debo de admitir que desde que Lori llegó a vivir conmigo, me he dejado de sentir muy solo) - se decía el peliblanco en sus pensamientos.

Mientras Lincoln meditaba, Lori pasaba por lo mismo en su dormitorio.

-(Desde que vine a casa de Lincoln, literalmente mi vida ha cambiado mucho, gracias a él pude olvidar a mi exnovio)

Esa noche ambos entraron en un profundo sueño y lograron conciliar el sueño.

VIVIENDO CON LORIWhere stories live. Discover now