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Taehyung era el ejemplo que todos en su Universidad tomarían para llamar a alquien la perfección personificada.
Lo era.
Cabello rubio y ojos azules, salido de una película de adolescentes de Netfilx, el prototipo perfecto y lo peor es que era un premio entre las apuestas de la Universidad, lo más extraño es que no había dado su primer beso-tecnicamente sí, con Jimin, pero, quedaron en olvidarlo-. Aparte de eso, sacaba muy buenas calificaciones, era bueno en deportes, no había algo en lo que fuera malo, quizá en el amor.
Muchos tomarían su personalidad como aburrida por su gusto en lectura, dice que eso le da más temas de conversación pero, como nadie conoce los libros que lee como "Orgullo y Prejuicio" o "La Ilíada" y el quería hablar de ello.
Se dirigía a su Universidad caminando, que no quedaba tan lejos de su casa y cuidaba el ambiente, mientras escuchaba 'Obssesion' de EXO como buen fan de Chanyeol que era.
Llegó a las puertas de su Institución, se dirigió a la entrada y él lindo chico juró que leyó 'jale' pero, por alguna extraña razón sus brazos empujaron la puerta y se golpeó la cabeza.
-¡Kim Taehyung!- 'Oh no, Jimin' pensó. -No me digas que de nuevo-.
La maldita bolita rosada se acercaba, empezó a reír, y lo peor es que le ha pasado a él también.
Jimin siguió en su celular, ver TikToks era lo que hacia todo el día, parecía que le pagaran para ello, y lo peor es que esa maldita app no monetiza -cosa que debería hacer ya que muchas personas se esfuerzan en su contenido-.
Entonces Tae entró y Jimin siguió hablando, y como pensó que Tae abrió, con los ojos pegados al celular, se pegó en la puerta.
-Kim Taehyung, debes respetar a tus mayo- corto lo que decía por un Taehyung parado en puntillas midiendose con él.
-Pero, soy más alto- Descaradamente empezó observar por todo el lugar fingiendo que no veía a Jimin. -Jimin, por favor, no tenemos 5 años, no te escondas, no te puedo ver, pequeñín-.
-Eres muy molesto- fingiendo molestia se fue por el pasillo a su aula al tener diferentes clases con el rubio, contoneadose y moviendo su trasero, presumiéndolo, muchos pervertidos volteando a mirarlo sin disimulo, uno de ellos, Yoongi, un basquetbolista de la Facultad.
-Que buen culo, Park-. Y le silbó, sin un maldito profesor viéndolo o escuchándolo.
-Jodete, Min- y desapareció por los infinitos casilleros rojos.
La ruidosa y molesta campana sonó y Taehyung también fue a su salón.
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