uno.

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Julieta.

La alarma suena. Abro los ojos. Miro a mi alrededor. Sola una vez más. Una rata intentando encontrar algo de comida, parece ser mi única compañía.

— olvídate, busqué ahí hace una semana.

Le hablo al roedor como si este fuera a escucharme y encima, entenderme. Se termina rindiendo y desaparece por el agujero que atraviesa la pared.

Decido levantarme de la cama, me dirijo al baño y abro la canilla de agua fría. Ojalá pudiera tener agua caliente, pero no entra en mis posibilidades. Mi cuerpo ya se acostumbró a congelarse. O eso trato de creer. Al fin y al cabo, no hay nada que pueda hacer.

El agua helada recorre mi cuerpo, mi piel se eriza de frío y sufro de escalofríos. Doy por finalizado mi baño y me envuelvo en una toalla, dispuesta a secarme para después cambiarme.

Miro al suelo, veo cartas. Me acerco y me doy cuenta que se tratan de nuevas deudas. Me van a cortar la luz, pienso. ¿Pero cómo pretenden que la pague? Hace dos meses que estoy sin trabajo, en ruinas.

Creo que hoy voy a tener suerte y me coloco la misma ropa que usé ayer. No tengo mucha. Tomo un vaso de agua de la canilla y salgo a la calle. El día está nublado, no hay gente en la calle. Tal vez, hoy pueda al fin conseguir trabajo.

— buenos días, Amanda. — saludo a la mujer que atiende el kiosco de la esquina de mi casa, le pido el diario y esta me lo entrega amablemente — prometo apenas conseguir trabajo, pagarte todos los diarios que te debo.

Mi vieja amiga, niega con su cabeza, besa mi mejilla y yo decido continuar caminando mientras leo el diario. Cada vez, menos avisos de trabajo.

"Se precisa de carácter urgente, chica para tareas domésticas. Enviar un mensaje al..."

Leo y maldigo por dentro al leer la palabra mensaje. No tengo celular. Pienso a quien pedirle ayuda, ya harta de mi situación y termino eligiendo a Sebastián.

Empiezo a caminar hacia el bar más cercano donde seguro uno de mis pocos amigos está llenando su cuerpo de alcohol, como suele hacer diariamente. Confirmo mi teoría al entrar al bar de Mauro, otro amigo. El olor a vodka y whiskeys baratos inunda mis fosas nasales. Visualizo a Sebastián junto a Aldana, su novia, a lo lejos y me acerco a ellos.

— ¡negra! — me saluda mi amigo, emocionado por verme después de un mes sin hacerlo y se acerca para abrazarme, Aldana lo imita y se une a nuestro agarre — ¿cómo estás, desaparecida?

— intentando sobrevivir. — me sincero cuando ambos me sueltan — ¿me prestas tu teléfono? — le pido y le muestro el aviso de trabajo que salió en el diario, el abre sus ojos junto a Aldana al terminar de leer y se sorprenden — ¿qué pasa?

— ese es el número del castillo, boluda. — frunzo el ceño, sin entender y vuelvo a fijarme en el número — ¿te imaginas si conseguis trabajo adentro del castillo?

— entonces, no voy a llamar. — digo y mis amigos marcan el número por mí — chicos, es al pedo ¿cómo me van a tomar para que trabaje en el castillo? — rio de forma irónica y les devuelvo el celular — los reyes me ven a mí y me escupen la cara.

— cerra la boca ¿querés? — me dice Aldana de mala gana y vuelve a darme el celular de su novio — llama y proba.

Lo pienso por un momento y después de darme cuenta, que no pierdo nada. Apreto el botón de llamar. Suena tres veces y me atienden. Me preguntan qué experiencia tengo y menciono los pocos lugares donde trabajé. Me dan la dirección, diciendo que me esperan mañana a las 10 a.m. Confirmo que ahí voy a estar y cuelgo el teléfono, un poco sorprendida por lo que acaba de pasar.

— mañana tengo una entrevista.

Les comento a mis amigos quienes no tardan en volver a abrazarme. Sebastián me pide una cerveza, según el para festejar cuando estoy más que segura que no voy a obtener el empleo.

— voy al baño.

Aviso al terminar de beber mi botella de cerveza y camino hacia el baño. Me miro en el espejo y me regaló una sonrisa. Trato de tener buena energía. Le ruego por dentro a Dios que me ayude mañana en la entrevista. Lavo mi cara y salgo del baño.

Intento caminar de nuevo hacia mis amigos, pero alguien choca contra mí. 

— ¿vos no te fijas por donde vas, pendeja?

.

Bueno.
Como verán, es una historia diferente y narrada diferente.
Ojalá le den una oportunidad.

poesia de la oscuridad | cro y cazzuWhere stories live. Discover now