Apocalypse- Cigarettes After Sex

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He perdido la cuenta de los días que llevo encerrada aquí, pero apuesto bastante a que están muy cerca de ser treinta.

A toda esta cantidad de tiempo que parece regalada, devolvería su gran mayoría.

Le tengo miedo al exterior; tengo miedo a la luz del Sol.

Se oyen palmadas a las ocho de la tarde y durante el día, un extraño e incómodo silencio se apodera de la solitaria calle. 

Es todo tan extraño, que parece que sea el fin del mundo.

Echo de menos muchas cosas; pero sobretodo, hecho de menos mi libertad.

Me siento como una presa sin haber cometido ningún crimen, y me están acusando de ser víctima.

Ha llegado un punto en el que las horas se detienen y deciden ser infinitas.

El reloj me ha castigado por echarle la culpa de su lentitud.

El Sol brilla, y parece que se burle de nuestro confinamiento, estando más radiante que algunos días de verano y playa (incluso en alguno de esos días se puso a llorar y a atormentarse).

Las nueve de la noche han parecido ser las cuatro de la tarde.

El insomnio se ha reído de mi durante todas las noches, dejándome cada día con ojeras y mal de huesos.

Me molesta no saber cómo acabará este año, pero más lo hace no saber cómo empezará el siguiente.

He recorrido cada rincón de mi casa durante este confinamiento y las paredes han decidido empequeñecer y dejarme menos espacio.

Escucho mis sábanas decirme desde mi cama que me quede pegada a ellas, me juzgan por no saber cómo llenar mis días.

La televisión parece estar agotada, el Internet saturado y las caras de la gente cada vez están más bajas y tristes.

Algunos ya han desesperado, otros estamos a punto y otros lo llevan con total normalidad.

Este presente pasará a ser historia en el futuro; como todos los presentes, pero este será inolvidable para todos.

Sobretodo, para aquellos que no pudieron volar, pues sus alas se vieron interrumpidas por faltas de respiradores y, por desgracia, tuvieron que quedarse atrapados en las pantallas de despedida.

Sobretodo, para aquellos que lucharon por nosotros, para los que hicieron de segundos (y en algunos casos de primeros) padres.

Hoy va para los que han perdido luchando en este fin del mundo, hoy va para los que murieron y para los que batallan en contra de este Apocalipsis.




NefelibataWhere stories live. Discover now