Acto 3: El Capitán Y Dafi. (Editado)

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—¿Capitán Dan?—Respondió Sofi debajo del mantel de la mesa.

Sentí alivio cuando escuché sus palabras, Sofi tiene tantos a tributos de su madre y se parece a ella lo suficiente como para convertirse en su viva imagen.

Heredó sus pequeños ojos salones grises, que no hacen mas que darle una apariencia inocente que puede que no corresponda a la realidad.

Porque la realidad de Dafi es ésta, un lugar lleno de sombras donde la violencia reina. Y de peor manera para las mujeres que suelen ser tan sólo adornos en las fiestas.

Esa fue la suerte de Dafne y es por ello que Dafi es un tesoro aquí, porque si no la hubiera protegido su pureza estuviese rota.

—Ven acá. —Me arrodillé para que ella me abrazara. —¿Qué ha sucedido? Parece un robo.

—Pues... —Se separó de mí.

¿Pues...? Salió por ahí, de seguro anda por ahí afuera, no sabe lo que le pasaría si lo atrapan.

—Vinieron por nosotros y aunque él contase con un cuchillo de cocina, los que entraron aquí tenían encima todo el hierro del mundo. Hmm, yo le dije que se escondiera. —Se encogió de hombros e hizo un puchero.

Apoyé el codo sobre la pared, miré al suelo, cerré los ojos. —Ahh. —Gruñí casi susurrando.

—¡Carajo!

Mi pulso se aceleró un poco, pero no hay que temer, si no lo matan antes que nos saquen de aquí, valdrá la pena.

Ésto es un problema y me estresa; Desearía volver a cazar nephilims o algunos ángeles.

No tengo problemas con cazar ángeles, aunque sea mi raza me parecen deleznables y ahora cuidar a uno de ellos, es para mí un conflicto moral.

Seguro vendrán, regresarán a revisar, Dafi no puede estar aquí, de ninguna manera la pueden descubrir. Espero contar con Wallace, él nunca me fallaría.

—¿Lo irás a buscar, Capitán? —Indagó mi pequeña a sabiendas que lo más seguro es que diha que sí.

Porque es lo que el capitán hace, hace lo correcto al menos al frente de su hija, para tener la moral suficiente con ls cual moldear los frágiles valores de la niña.

Mordí mi labio inferior de un lado a otro. Si lo busco me tomarán a mí de traidor, si no lo busco, lo utilizarán para el "Renacer", pero yo saldría vivo con Dafi.

Pero lo más seguro es que el hijo de Nurray renazca pronto, sea o no por el chico, entonces ¿Por qué buscarlo?

Lo correcto Danilo ¿Qué es lo correcto? No debes perder tiempo, si me aseguro de que esté vivo para la media noche, habré terminado mi misión, consecuentemente, debo mantenerlo vivo.

*Toc toc toc*. —Sonó en la madera de la puerta.

—¿Danilo? Nos están llamando. —Anunció la voz ronca de un hombre tosco.

Entreabrí la puerta dejando una abertura por donde mi ojo apenas podía ver.

Afuera esperaba Wallace con todo el conjunto de batalla, llevaba la armadura de siempre, sin detalles ni acabados y la espada que a todos nos dan, pero no llevaba su casco y eso permitía ver su calvicie.

—Wallace, necesito un favor de usted. —Lo abordé antes que dijera cualquier cosa.

—Cuénteme, rápido o se enojará "El señor". —Señaló con su espada la reunión que se daba en las barracas.

—Wallace, pasa un momento debo, mostrarte algo. —Insistí, él estaba apurado pero solo hizo una mueca.

Wallace avanzó mientras yo sostenía la puerta, agachó la cabeza para no golpearse, si su cabeza tuviera el cabello naranja que solía tener, los golpes le dolerían menos.

—¡Demonios! —Exclamó al ver a Sofi, sus pequeños ojos cubiertos por sus cejas pobladas se abrieron tanto, que ya no parecían dos líneas.

—¿Capitán? ¿Quién es el señor de barba larga? —Dafi, encorvada, le apuntaba con un cuchillo a la altura de sus ojos.

Dafi sí había visto a Wallace en alguna ocasión, pero la barba roja que últimamente se ha dejado crecer y cae en su pecho lo vuelve irreconocible.

—Tranquilos, tranquilos. —Apaciguaba con mis manos. —Ninguno se conoce, es prohibido tener hijos, pero todo  a su tiempo.

Wallace apartó de su pecho el escudo que empuñaba y Dafi bajó el cuchillo y lo colocó en la mesa, luego colocó también una roca que guardaba en una de sus manos.

—Wallace, como sabrás, hoy es el día que nos vamos y...

—¿Nos iremos? —Interrumpió Dafi. —¿A dónde? Éste es nuestro hogar.

Cierto... Dafi nunca ha conocido otro lugar fuera del domo, temo por que le cueste acostumbrarse al mundo exterior pero vivir en la esclavitud es una total porquería.

—Todo a su tiempo Dafi. Wallace, necesito que la dejes estar en tu casa, el chico estaba en la mía y vinieron de sorpresa a llevárselo, volverán a revisar y no la pueden encontrar.

—Te conozco hace demasiado tiempo atrás y, nunca supe de ésto, sabes bien que no es permitido, ni recomendado, ya viste lo que le sucedió a Dafne.

Wallace estuvo desde el principio, desde que llegué con Dafne aquí él ha tenido amistad con nosotros, pero cuando Dafne murió, pude notar que se apartó y por eso no sabe de la niña.

—Lo sé, pero ella ya... —Intenté dar un argumento.

—Debería reportarte, pero no lo haré, después de todo, somos amigos, la llevaré a casa, pero ve deprisa a las barracas, han llamado a todos.

—Lo haré, ahora...

Dafi corrió a mí para susurrarme al oído.

—Déjame llevarme un cuchillo, estaré bien.

Dafi no haría nada bueno con un cuchillo, ya ha asesinado algunos lobos y sé que si se tratase de una persona le daría igual.

—No. —La tomé del hombro. —Confía en él, no pasará nada, ahora ve.

Dafi caminó hasta Dan y le tomó la mano que éste le había extendido segundos antes.

Wallace salió por la puerta estrecha con Dafi detrás, llevó una mano a su frente haciendo un saludo militar y en respuesta, asentí con la cabeza.

De acuerdo Dan, mantenlo vivo, cumple la misión y estaremos fuera de éste putrefacto lugar, de éste asqueroso sitio.

Wallace no debió mencionar a Dafne, son temas delicados que no se mencionan en conversaciones de amigos... De hecho no se mencionan.

Dafne era la madre de Sofi, pero después que ella naciera, se inició un movimiento para eliminar a la mujeres que no estuviesen dispuestos a participar en la orgías en el templo.

¿No podían tomar animales iguales a ellos y follarlos?

No... Tenían que meterse con lo mío...

Calma, el pasado al pasado Danilo.

Tomé del armario un conjunto más nuevo y decente, el metal de mi actual coraza ya estaba bastante oxidado, también tomé un mazo pesado, no creo que se salga de control, ni que deba luchar, así que no necesitaré las vendas ni los elixires.

Afuera iban corriendo mis compañeros por los caminos, la lluvia todavía estaba sobre nosotros; Al igual que ellos, me dediqué a correr el trayecto hasta las barracas.

A lado de las barracas hay un campo donde se hacen las peleas, tal vez El Señor sólo quiera ver algunas peleas, seguro es eso, después de eso buscaré al chico o podría aprovechar mientras  Nurray se distrae, para buscarlo en su templo.

Las cosas saldrán bien y cuando menos lo espere, estaré fuera de éste lugar con mi hija.

La armadura me pesaba al correr, aunque entrene con ella puesta, ya no tengo la fuerza para llevarla y los años hacen que sea mas difícil aún.

Todo saldrá bien.

Ángel Oscuro| Hijos Del Cielo ITempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang