Dio pequeños lengüetazos, masajeo levemente con sus dedos el agujero del mayor, dejó caer un hilo de saliva y volvió a besarle, esta vez haciendo sonidos de truene lo que provocaba que varios gemidos huyeran de la boca de Christopher.

— Mierda — gimió — odio que se sienta tan bien.

Richard tomó la erección de Christopher y comenzó a masturbarle sin despegar su boca del agujero del antes mencionado. Movió circularmente con la punta de su lengua sobre el pliegue para aumentar el placer en Vélez. Sintió su mano humedecerse de una sustancia caliente y espesa, Christopher se había venido, manchando la mano del menor, la pared y el suelo, Richard se puso de pie he hizo que Christopher le mirara para plantarle un beso y esta vez a Christopher no le importó donde había estado la lengua de Camacho.

Erick y Zabdiel se habían encontrado en el pasillo, caminando hacia el área de la alberca, ambos iban charlando, sí que estaban nerviosos pues no sabían de que iba la dinámica.

Frente a una mecedora de jardín se encontraba una pequeña mesa redonda, con botana y bebidas. Pero sobre estos, un sobre con "Abrir" impreso en su cara principal.

"Disfrutar de la noche, como dos amigos que se reúnen a media noche para ver un partido o hablar de chicas, disfruten su pequeño momento de heterosexualidad, pero las galletas de la fortuna las han de dejar para el final, las marcadas con la letra Z son para Zabdiel y las marcadas con E para Erick"

— No parece algo difícil — comentó Erick tomando un tazón con palomitas de mantequilla — es relajante de hecho — se tumbó sobre el columpio.

Zabdiel sonrió aliviado y asintió, tomó un par de cervezas y se tumbó a un costado del ojiverde, extendió su mano y le entregó una botella y ambos bebieron.

Erick reía al escuchar las historias de ligue de Zabdiel con mujeres de 40 a 45 años, jamás se habían tratado antes como para sostener una charla, así como la de ahora, de hecho, ahora creían que ambos eran divertidos y quizá podrían llegar a ser amigos.

— Lo siento, pero la cerveza me está comenzando a hacer efecto — rio Zabdiel al ver que no podía mantener sus ojos abiertos mucho tiempo.

— Eres de carrera corta — bromeó Erick bebiendo hasta la última gota de la última botella — bien, abramos las galletas, ¿quieres? — preguntó estirando su mano para tomar el tazón de las galletas.

Zabdiel tomó una y la rompió, sacó el papel dentro y lo leyó arrastrando las palabras — ¿Sentiste excitación cuando Erick se masturbó frente a todos en el cuarto?

— Dios — rio Erick — incomoda pregunta, contesta.

— La verdad es que cuando te viniste algo dentro de mi hizo un clic dándome unas tremendas ganas de pajearme — contestó con sonrojo.

— Ok — contestó Erick con una leve risita — mi turno — tomó y rompió una galleta, sacando el papelito dentro — quita la playera de Zabdiel y has un camino de besos desde su boca hasta la "v" en su abdomen — Erick hizo bola el papel en su puño y miró al mayor — sabes que tengo que hacerlo.

El ojiverde se acercó al ojimarrón, tomó la tela inferior de la prenda y la levantó descubriendo su torso desnudo, se inclinó aún más hasta hacer contacto con sus labios y comenzó a besarlos con frenesí y Zabdiel gimió al sentir sus labios siendo mordidos por el menor quien detuvo la velocidad y al momento de irse separando poco a poco dejaba pequeños picos sobre los labios hinchados del puertorriqueño.

Bajó hasta el cuello provocándole cosquilleo afrodisiaco en busca de más sensaciones así, una pequeña marca roja había quedado sobre la piel blanca, pero no importaba porque Erick puso su atención sobre la tetilla izquierda del más grande, el camino de besos había pasado a algo más candente. Los gemidos de Zabdiel incapaces de quedarse dentro comenzaban a escaparse como el sudor en sus frentes y la sangre calentando sus miembros.

Bajó nuevamente ahora prestando atención al ombligo, pero no duro mucho tiempo pues el leve camino de bello había sido su siguiente objetivo, hasta detenerse justo milímetros arroba del elástico de la ropa interior de Zabdiel.

— Wow — jadeó el mayor

Erick no hizo comentario alguno, solo escuchaba su propia respiración agitada y con desespero. Zabdiel tomó la última galleta y la rompió sacando el ultimo papel — "Mete la mano dentro del bóxer de Erick y toca su paquete" — Zabdiel tiró el papel y se acercó al menor quien se había recostado para facilitar el reto.

Zabdiel metió su mano topándose con la dureza de la entrepierna del ojiverde, frotó su dedo pulgar con la punta humedeciéndose con el líquido pre seminal, sacó su mano y se limpió en su playera tirada en el suelo. 



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Intenta no volverte gay - CNCO -Where stories live. Discover now