Revenge Or Love

Hello mister follable

Jessica

El estudio estaba repleto de personas mientras el Flash de las cámaras resplandecía por todo el lugar. Era quinta cesión de fotos de esta semana y realmente estaba exhausta

La maquillista se acercó para hacer algunos retoques rápidos mientras yo bebía un capuchino para intentar relajarme un poco

Estaba estresada. Necesitaba vacaciones. Tal vez un viaje a París o al Caribe. Si, una experiencia más exótica era lo ideal quizás ¿México o Cuba? Había leído en una revista que los morenos de haya eran una delicia

¡Dios que dilema!

Suspiré cansada y de manera inmediata llegó el delicioso aroma de su perfume Hugo boss a mi nariz.

Eduard Grey a sus 27 años de edad era un exitoso empresario, jefe de una de las mayores compañías de todo San francisco. No mentiré, el chico tenía sus encantos: Con su 1,90 de estatura, cuerpo formidable, olor embriagador. Además de una cuentas con jugosos millones, convirtiéndolo la fantasía sexual de muchas mujeres.

Y como bien decía la fórmula. Hombre guapo y con dinero todo un mujeriego

Uy incluso rimo.

Bueno, el punto era que Eduard Grey no era la excepción de esa regla

—Jessica, estás hermosas como siempre—Se acercó hasta mi posición extendiendo un hermoso ramo de rosas—Un pajarito me dijo que eran tus favoritas.

—Muchas gracias señor Eduard—-Contesté agarrando el regalo.

—Nada de señor, me sentiría mejor si nos tuteáramos a partir de ahora. Al fin y al cabo trabajaremos juntos dentro de poco.

Asentí dedicándole una de mis mejores sonrisas

—Señor... Digo, Eduard. A que debo el placer de su visita

—Vine a hacerte una invitación.

—¿Invitación?—No pude evitar repetir algo confusa

—Sí, ven a cenar conmigo esta noche. Quiero resolvamos algunos aspectos del contrato y otras cosas, pero creo que sería mejor tratarlo en un ambiente menos formal—Aclaró

—Me encantaría.

—Genial, a las nueve enviaré a mi chofer a recogerte ¿Te parece bien?

—A las nueve es perfecto

—Bien, entonces nos veremos esta noche—Sonrió haciendo que pequeños hoyuelos se marcaran a cada lado de sus mejillas

Asentí con un leve meneo de cabeza y él continuó su camino

—Ese hombre esta como un tren—Comento Rita, mi maquillista. Sin dejar de mirar la puerta por donde acababa de salir Eduard

—¿Vieron esas esa sonoriza?, creía que se me resbalaban los calzones ¡Por dios que hombre!—La apoyó Marta quien era la encargada de la iluminación y preparación del set

Actualmente nos encontrábamos en uno de los recintos de Skaylart una de las mejores aerolíneas de San Francisco. Sacando fotos y haciendo los ajustes necesarios para el rodaje del nuevo comercial en el cual yo los representaría

—Está muy callada Jess ¿Acaso mister follable te dejo sin palabras?

Marta y yo estallamos sin poder contener la riza

—A "mister follable"—Dije haciendo comillas con los dedos—Le doy una semana para tenerlo comiendo de aquí—Señale la palma de mi mano

Ambas dos pronunciaron un "Oh" a coro y volvimos a reír como focas epilépticas