Capítulo 1: "Una noche en Nueva York "

32.7K 1.3K 180
                                    

Santa madre que Nueva York era fantástico. Me imaginé que si verlo dentro de un taxi era una maravilla, ir caminando por sus calles iba a ser aun mejor. A mi lado, mis padres no podían evitar tener su momento de recuerdos. De un instante a otro, me enteré de que fui concebida en uno de sus viajes a Nueva York, cosa que no era necesario saber, pero que me dejaba que pensar. Ser concebida en una ciudad impresionante, y luego haber nacido en medio de una heladería horripilante.

Sin palabras.

Las luces centellaban en la ventanilla, como en  las películas y podía notar que algunas aún no estaban completamente encendidas, pues era como las cinco y algo de la mañana en un día de semana. Hacía bastante frío, pues estábamos a muy pocos días de navidad y todos los adornos navideños colgaban por todas partes. De repente, desee quedarme aquí por más tiempo. Rebusqué por mi cartera y tomé mi teléfono para poder tomar una bonita fotografía, de aquellas que iban a quedar para siempre, además para enviársela a Gerty, porque de caso contrario, chillaría luego.

El auto se detuvo cuando mi padre se lo indicó al conductor. Mi madre y yo quedamos en estado de estupefacción pero de todas formas, quietas.

-A partir de aquí caminaremos, estamos a pocos metros del hotel.

Tuve el impulso de abrazar a mi padre en agradecimiento hasta que recordé donde estábamos, sin embargo, me bajé del coche con una sonrisa extrema, observando el extenso vapor que salía de mi boca. El frío invernal me heló la sangre, pero eso no me detuvo. Busqué mi maleta y comencé a caminar por el parque con un poco de vergüenza, ya que aun contenía los Stickers de Barbie que le había pegado de niña. Maldigo el día en que mi padre la encontró antes de viajar.

El parque era alucinante. Los arboles me recordaban un poco a la reserva Roshmore, con la diferencia de que estos no contenían hojas y parecían en estado de Invernación. Mis padres se colocaron a mi lado y comenzaron a tomar fotografías.

-¿Por qué no esperan a que amanezca?

-Oh, mira Amy, allí -dijo mi madre, señalando entre dos edificios.

No fue necesario preguntar, solo tenía que taparme los ojos un poco para poder notarlo. Oculté un poco más mi boca con la bufanda y sonreí sin notarlo. El sol se asomaba entre los dos edificios, lanzando rayos por doquier, iluminando su paso con un poco de calor, en este espacio tan frío.

Emoción, eso fue lo que sentí.

Nueva York era fantástico, ¿Lo he dicho ya?

No tardamos demasiado en encontrar nuestro hotel y adentrarnos en él. Un hombre apareció para darnos la bienvenida y llamó a otro para que tomara nuestras maletas. Las colocó en esa cosa con rueditas dorada que en lo particular me encantaba. Siempre había tenido la necesidad de patinar sobre ellos, desde que lo había visto en Zack y cody: Gemelos en acción... Sí, ¿Qué?

Aparté esos pensamientos ocultos y acompañé a mis padres a hacer el check-in, papeleo para poder hospedarnos en el hotel y verificar que nosotros habíamos reservado la habitación. Todo fue estupendamente, y mientras esperábamos el elevador, curiosee por la planta baja. Todo era dorado o platinado, y eso que no era un hotel de lujo. Mármol por doquier y brillos. También encontré una que otra escultura. Nada mal para ser un hotel normalito. Antes de que mis padres me llamaran y pasara un momento bochornoso, fui por mi propia cuenta, adentrándome al elevador junto a ellos y la gran cosa dorada porta maletas. El corazón comenzó a latirme y cerré los ojos. Sentí que alguien se movió a mi lado.

-Quietos -dije medio gritando.

-Quiero verme al espejo, Amy -replicó mi madre.

-Solo, no te muevas.

Siempre serás tú... © [#TQST2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora