Capítulo 15 (La calidez de tus lágrimas)

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—¿Para cuando el club de fans de Nishimura Hikaru? Quiero ser la fan número uno. —se burló su amiga, cruzándose de brazos manteniéndose de pie al lado de la azabache.

La mencionada sonrió divertida.

—Lo lamento, le prometí a Kusuo que él sería mi fan número 1. Pero si quieres puedes ser la fan número 1,5. Para que no te pelees con él.

Akane miró con picardía a su amiga, alzando una ceja y posando ambas manos en sus caderas. La otra simplemente rodó los ojos al entender lo que significaba esa mirada.

—No. —dijo Hikaru, notando que la otra quería comentar algo.

—¡Sí, sí, sí, sí, sí! —la adolescente rodeó con sus brazos a su mejor amiga, sacudiéndola con algo de brusquedad—. Por favor, no puedes decirme nada. ¡Incluso lo llamaste por su nombre!

—¿Lo llamé por su nombre? Ah, es verdad, sí lo hice. —Hikaru pareció pensativa—. Bueno, eso no significa nada. Además...

"¿Debería contarle?" Pensó la azabache, desviando la mirada. Ocasionando que la pelirroja la mirara curiosa.

—¿Además qué?

—Bueno-...

"Ninguno de ustedes lo sabe." Pensó Hikaru, arrepintiéndose de haber abierto la boca, ahora no se le ocurría nada para zafar.

—¡Nishimura-san! ¡Makera-san! —una voz femenina y angelical se oyó al otro lado de la puerta. La mayor reprimió un suspiro de alivio, agradecía de todo corazón que la otra persona haya interrumpido el momento.

Las dos chicas frenaron su conversación para observar la entrada. La menor de ellas miró a la otra preguntándole en silencio si sabía de quién se trataba, aunque la única respuesta que recibió fue una alzada de hombros.

Yare yare... ¿qué están haciendo ahí adentro que están tardando en abrir la puerta?

—¡Oh! ¡Teruhashi! ¡Saiki! Qué... sorpresa... —Akane pareció totalmente atónita al ver a la joven de extrema belleza junto al de pelo rosa detrás del umbral—. ¿Qué necesitan?

—Pues... quería... digo, queríamos... ver a Nishimura-san para desearle suerte en el festival. Cómo no estaba con su grupo, pregunté y me dijeron que estaría aquí. ¿No es ninguna molestia, ¿verdad? —preguntó Kokomi, dándole a la pelirroja una expresión de vergüenza y timidez.

Akane se quedó en silencio por unos segundos, todavía asombrada de que alguien tan popular como Teruhashi estuviese allí para ver a su amiga. Sin dudar, le sonrió y asintió, diciéndoles luego que esperen que hablaría con Hikaru.

—¡¿Por qué no me contaste que eras amiga de Teruhashi?! —cuestionó alterada la pelirroja, mirando a su mejor amiga retocarse el maquillaje en el espejo.

—No somos amigas... o hasta lo que yo sé. No tengo idea de por qué está aquí. —respondió la mayor, restándole importancia.

—¡¿Cómo te puede dar igual?! ¡Es Teruhashi Kokomi! Es una gran oportunidad, si todos saben que eres su amiga, ¡ella podría hacer que toda la escuela dejara de pensar mal de ti! 

—Es que realmente no me importa lo que la gente piense de mí. Lo que me importa es que, gracias a eso, piensen mal de ustedes. Tú eres la que más me preocupa, por mi culpa has recibidos comentarios malos por defenderme. Y odio eso, porque tú eres la persona más buena y angelical que he conocido, y no mereces que te insulten de esa manera por mi culpa. Ustedes reciben muchas miradas malas gracias a que se juntan conmigo, y eso es lo que quiero detener. Pueden tener problemas conmigo, porque en algún punto tienen razón: soy una persona bastante malhumorada y sin filtros, pero el hecho de que ustedes se junten conmigo, no significa que sean como yo. Al contrario, no se parecen nada a mi personalidad. Por eso hago esto, además de que me gusta. —confesó finalmente la mayor, mirando a la contraria con una expresión neutra—. Vamos, ya quiero salir de este baño mugriento.

Con sabor a azúcar. Where stories live. Discover now