Musculitos

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Me apoyé junto a la puerta mientras escuchaba atentamente la conversación que se producía justo al lado. Mi tía me había avisado de que teníamos una reunión muy importante, pero no sabía que iba a ser tan importante como para que hubiera en mi jardín al menos 8 todo terrenos negros y varios tíos armados junto a estos. Sé reconocer un militar cuando los veo. Era cierto que la reunión empezó hacía 2 horas, pero es que necesitaba pasar por la peluquería y una cosa llevó a la otra y acabé yendo de compras con Alex.

¿Ops?

-¿Por qué deberíamos elegirte como guardaespaldas de mi sobrina?- dijo mi adorada "tía" con su voz de pito natural. Yo sé que ella en el fondo me quiere, simplemente tenemos una relación de amor-odio constante.

Reaccioné, "guardaespaldas y sobrina" no podían ir en la misma frase.

Interrumpí con un dramático portazo que los sobresaltó a todos, decidí poner de los nervios a mi tía. Entré con paso firme, haciendo resonar mis tacones de aguja, soltando las bolsas de Channel a mi paso, como si estuviera asumiendo que alguien vendría a recogerlas detrás de mí. Esta era la bitchy-Holland y mi tía la odiaba:

-¿Llego tarde?- dije haciéndome la inocente mientras me arreglaba el pelo con una mano. Todos los presentes se levantaron de sus asientos, pasé mi vista por ellos pero sin detenerme en ninguno. Me observaban. Bien por bitchy- Holland que había conseguido que todos los presentes se quedaran embobados con el movimiento de sus caderas.

Sauron se levantó y me apuntó con un dedo. Oh, oh estaba enfadada. ¿No era el momento de ponerme en modo actriz? Pensé que la reunión era con periodistas. Bueno, antes de continuar, vamos a aclarar algunas cosas:

1. Sauron es el nombre del malo malísimo del Señor de los Anillos y el nombre que recibe mi adorada tía Christine.

2. Soy actriz y me divierte cambiar entre las múltiples caras de Holland.

3. Bueno, para ser exactos, solo tengo tres: bitchy-Holland, bossy-Holland y Holland.

Aclarado esto, volvamos al momento en el que Sauron quiere matarme. Todos los presentes, altos cargos del ejército por las medallas que llevan colgadas y un par de señores en traje continúan mirándome como si me hubiera salido un tercer ojo. Cabe aclarar que hombres, porque obviamente en un mundo ideal no existe el techo de cristal y las mujeres pueden acceder a altos mandos. Asco de sociedad.

-¿A qué juegas?-dijo Sauron a punto de explotar, pero bajando la voz mientras se acercaba a mí con paso amenazante- Te dije que esta era una reunión importante. Llegas tarde.

Le resté importancia con un gesto de mi mano y me dirigí a la gran mesa de cristal que mi tía utilizaba como escritorio, me alargué intentando coger un lápiz y un trozo de papel, prácticamente recostándome en la mesa en una posición de lo más sugerente. Miré el reflejo de uno de los cuadros que tenía Sauron y me atrevería a decir que todos los presentes tenían su vista en mi culo.

Los hombres son tan básicos y predecibles que me pregunto cada día como son el género "dominante".

Me di la vuelta sobre mi misma, sentándome en la mesa y sonriendo inocente, mientras cruzaba las piernas para que no se me viera nada por mi corto vestido de flores, haciéndolo lentamente para que mis piernas captaran la atención de más de uno.

Me estaba divirtiendo, lo reconocía.

Una rápida mirada me hizo notar que los secretarios de Sauron no estaban presentes lo cual es extremadamente raro, ya que por lo general saben hasta como le gusta el pollo al curry a mi tía o cuál era mi talla de sujetador. Curioso.

Mi guardaespaldas es un capulloWhere stories live. Discover now