Brother

262 40 14
                                    


Aún recuerdo como si fuera ayer el día en que lo pusieron en mis manos, era una criatura tan pequeña y yo siendo aún un niño de poca edad no sabía exactamente cómo actuar. Mentiría si no dijera que en un principio sentí celos de él, y mentir era una de las prohibiciones en la secta Gusu Lan así que tuve momentos difíciles ya que en mi pequeña mente ese ser me había arrebatado el poco tiempo que podía pasar con mamá y sentía que tal vez ya no era yo su centro de atención, pero todo cambio en el momento que vi esos ojos mirarme fijamente, aún no tenían una tonalidad definida pero ya me veían con tanta confianza que el nudo que se había apretado en mi pecho por tales pensamientos se desvaneció como si jamás hubiera existido.


Jamás había pensado en ser un hermano mayor y conforme ibas creciendo y yo mismo siendo consciente de la situación en la que vivían nuestros padres, más reafirmaba mi deseo de querer ayudarte y protegerte del mundo. Los años pasaban y eras el mejor ejemplo de lo que debía ser un discípulo de nuestra amada secta, pero también me dolía el corazón al ver como por esforzarte en ser ese modelo te ibas encerrando más y más en esa coraza de frialdad e indiferencia.


La muerte de mamá vino a reforzar esa actitud tuya, fue la primera vez que te vi derramar silenciosas lágrimas y evitar del todo el contacto humano, te sumergiste en la disciplina y en la cultivación logrando forjar tu núcleo dorado a una edad temprana y envidiable, pero veía como tu lado humano se alejaba y casi se hacía un ente aparte de tu existencia.


Creciste y aunque nunca dejaste de ser mi pequeño hermano sentía que cada vez me necesitabas menos, ahora tenías tu propio espacio para vivir y nadie era bienvenido, tu tiempo lo invertías principalmente en la lectura y en tu entrenamiento, tenías tus propias ocupaciones y tus propias metas; por mi parte comenzaba mi camino para ser el futuro líder de secta y aprendí a leerte y cuidarte a distancia.


La llegada de los nuevos discípulos para estudiar en Gusu fue como un soplo de aire fresco en nuestra monótona rutina, de primera mano vi especialmente como uno de ellos parecía ser toda una prueba para ti y si fuéramos ya inmortales me atrevería a decir que ese joven maestro Wei parecía ser tu primera calamidad celestial por atravesar. Con la alegría que me daba ver tus pequeños cambios de actitud, que no eran distinguibles para nadie excepto para mi, también llegaba la tristeza al ver que no conseguías aceptar tus emociones y te negabas a aceptar aquella amistad que presumía sería beneficiosa para ti en un futuro.


Tu retraimiento después de la partida del joven maestro Wei y la posterior caída de Gusu a manos de la secta Wen marcaron una notable diferencia en tu carácter, pero de nueva cuenta eso solo era notorio para mi; creo que ni tu mismo alcanzabas a notar los cambios que se estaban obrando en ti. Mi huida del Receso de las Nubes para lograr salvaguardar lo poco que quedaba del conocimiento del Clan Lan fue toda una odisea, pasé por innumerables situaciones cada una más peculiar que la otra y todas ellas me dejaron un aprendizaje por demás memorable.


La campaña para derribar al sol no me permitía verte muy seguido ya que la secta Gusu Lan se dividió en varios frentes para solventar la situación, supe que pasaste algunos meses en compañía del líder de secta Jiang en busca del joven maestro Wei, sabía perfectamente que él era una persona muy importante para ti y mi corazón dolía al ver como sufrías en silencio por tu persona amada. No supe como apoyarte cuando las cosas comenzaron a venirse rápidamente en declive sobre todo al aparecer de nuevo aquel discípulo indomable y ver lo mucho que este había cambiado; en esas contadas ocasiones en que hablaste conmigo y me decías que Wei WuXian no había cambiado, que en esencia era aquel mismo joven maestro decidí no creerte y preferí asumir que los sentimientos que tenías hacia él habían crecido hasta el punto de enceguecerte.

BrotherWhere stories live. Discover now