4-EL ORIGEN DE LA MALDICIÓN CAIRA

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El trabajo de la hada era limpiar la tierra y podar las plantas, pero este día no había hecho parte de su trabajo, lo dejo pasar por alto y se retiro. A las hadas no le hizo gracia, pero supusieron que estaba enferma y no le dijeron nada. Se la paso caminando de aquí para allá, y de allá para acá. Estaba contenta pero en su interior sentía que estaba mal, y quiso retroceder pero no pudo, sus pies seguían la orden lejana de su cerebro, y su cerebro seguía la orden del cruzador.

Recogió frutos y se los llevo al guardián, pero antes de llegar se detuvo al ver a otro guardián, en el puesto del suyo; suyo, hasta así le decía ya. Miro instintivamente al cielo, la noche no llegaba y el guardián aun tampoco. Se dio vuelta y escondió los frutos y fue a sentarse lejos para esperar.

Toco la raíz sobresaliente de un árbol, la maniobro con sus manos y le dio forma de asiento. El cruzador la observaba desde la rama de un árbol, pulía sus flechas y no podía evitar suspirar de emoción: su plan iba a sembrar el caos entre las criaturas mágicas y las criaturas guerreras. Para cuando se dieran cuenta, sería muy tarde para remediar el daño.

Con un ploc desapareció y apareció frente a la aldea de las hadas, para observar a las hadas con más satisfacción, pero no contaba con qué una de las pequeñas hadas le vería, e iría a contárselo a sus cuidadoras.

La hada vio desde la distancia en la que estaba, como los guardianes intercambiaban puesto, espero un poco y se cerco. El guardián no esperaba esa visita y el corazón le latió con fuerza, su hada le había ido a visitar. La saludo con la mano y la hada solo asintió con la cabeza, pocas veces recordaba lo reservadas que eran las hadas.

El guardián se tomo el atrevimiento, de agarrar los dedos del hada para caminar; fueron varios minutos los que duraron caminando a alrededor del lago. Las estrellas de la noche se reflejaban en el agua cristalina, la hada metió los pies en el agua cristalina y el ruedo de la túnica rozo el agua, alzo la tela y la sostuvo con el antebrazo y siguió adentrándose al agua. Se voltea para hacerle una seña al guardián para que la acompañe, dudo y con inseguridad se quito las sandalias y dio los primeros pasos al agua, miro a la hada y olvido todo.

Corrió y la abrazo, dieron traspiés y cayeron al agua. El guardián sonrió y se adentro al fondo y nado hasta el fondo y volvió a salir, para ver a la hada preocupada por de haber desaparecido, seguro pensó que se había ahogado. Ellas no sabían nadar y por ello se bañaban en la orilla del rio. Se acerco con más confianza y la atrajo de la mano, ella se aferro de sus hombros y lo miro a los ojos, el no le quitaba la mirada y noto que ella movía las piernas torpemente para no hundirse.

La apretó mas a él, abrazándola para que ese momento no desapareciera. Parecía mágico: el agua, las estrellas, ningún testigo... perfecto.

-¿Cómo te llamas?-la hada temblando por el frio y con los labios mas pálidos de lo normal, y con un torrente de sensaciones musito.

-Kayra.

Las hadas advirtieron a los guardianes sobre el intruso, la voz de alarma se propago. Las hadas corrieron a los refugios y empezaron a contarse, los números no cuadraban, un hada faltaba. Empezaron el conteo de nuevo, esta vez con los nombres y la hada que faltaba era Kayra. Los niños guardianes atravesaron el refugio y aun la hada no llegaba.

Las hadas mayores fueron a buscarla con los guardianes, la consiguieron después de muchas horas, estaba en el lago con un guardián. Para las hadas y los guardianes fue muy extraño verlos de esa manera, las hadas empezaron a analizar lo que veían, los guardianes por su parte no tenían tiempo para cavilar, porque estaban abrazados.

Los guardianes se lanzaron al lago para separarlos, pues las hadas no sabían nadar y por ello el guardián la abrazaba, para que no se ahogara, eso es lo que pensaron los guardianes.

Cuentos de Sangir #PGP2020Where stories live. Discover now