Al ver a Leticia reaccionar de aquella manera, al igual que yo, me hizo pensar que estábamos conectadas, ninguna quería volver a vivir algo tan peligroso. Pero ambas nos podríamos consolar, ambas sabíamos exactamente a que le temíamos. Era parecido al enlace Parabatai, pero no lo era. Desearía tener un Parabatai. Leticia no sabía que significaba, ya que ella todavía no había leído la saga. Me dijo que lo haría, pero cuando pudiera salir de su trauma actual. La mención del nombre de Valentine le ponía la piel de gallina. 

Leticia regaño a Miguel por habernos saludado de esa manera. Él solamente llegó a dejarle un recado a Leticia y luego se fue a clases. Nos levantamos y caminamos hasta la salida de la universidad, que daba justo al centro comercial. 

Para poder llegar al otro campus teníamos que atravesar el centro comercial y cruzar un par de calles. No era una caminata mala. Había un área abierta y restaurantes a los lados, más adelante había un cine y en el centro de la plaza del centro comercial, se hacían eventos de vez en cuando.

-¿Y qué tal está el final del libro? –Me preguntó Leticia.

-Pues la mitad es verdad y la otra mentira, o verdad distorsionada. No sabría decírtelo con exactitud. ¿Y has sabido noticias sobre la película de Ciudad de Ceniza?

Le preguntaba eso a Leticia porque cuando ella había sido liberada por Valentine, Simon la había llevado con Lily Collins. Ambas entablaron un amistad rápida y de vez en cuando de telefoneaban.

-Pues la verdad solo se sabe que se está reescribiendo el guión. De ahí, Lily tampoco sabe nada. ¿Por qué no investigas por ti misma? 

Cuando me hizo esa pregunta me detuve. Ella sabía por qué yo ya no investigaba como antes, eso implicaría stalkear a los actores, entre ellos Jamie C. Bower, y yo estaba tratando de superar lo que pasó. Quería que mis heridas psicológicas sanaran. Yo estuve con Jamie durante un tiempo, y aunque él no fuera en sí Jamie, sino Jace; igualmente hacía que mis heridas no cicatrizaran por completo. Por eso, decidí dejar de ver sus fotos, sus canciones, sus películas, dejé o trataba de dejar de ser su fan.

Leticia se dio cuenta de lo que yo pensaba en ese momento.

-Perdón, no quise recordártelo… es que, la verdad, deberías seguir como antes, el ahora es mundano también ¿no?

-Sí, en eso tienes razón. Y él no recuerda absolutamente nada sobre lo que sucedió con los Cazadores de Sombras, ni conmigo.

***

Leticia y yo salimos de la universidad, y ya en la calle, nos pusimos a hablar sobre los proyectos de planeación turística que tendríamos que presentar el lunes. Cruzamos la pasarela, atravesamos la gasolinera y llegamos al centro comercial. Justo en la entrada, a nuestra izquierda, hay un edificio donde se encuentra el gimnasio al cual mi mamá asiste dos veces al día. Voltee a ver la terraza del segundo piso, por si la veía, pero ella no está, al menos no a la vista; además es raro que ella esté ahí al medio día.

El celular de Leticia sonó; lo cual interrumpe lo que ella me estaba diciendo; algo a lo que no le estaba prestando mucha atención, ya que yo estaba sumida en mis pensamientos.

-¿Hola? ¡Hey! ¿Qué tal?… Si… ¿Qué ha sucedido? … Cómo… ¿Ahorita?... O por Dios. Ok. Te llamo cuando pueda. Bye.

En ese momento la expresión alegre de Leticia, había cambiado a una seria y preocupada.

-¿Qué paso? ¿Algo malo? 

-Descuida, cosas de mis hermanos, nada grabe. Celeste, ¿No quieres ir a comer un helado? Aún nos queda un poco de tiempo y aunque lleguemos un poco tarde a ensayo, no creo que nos regañen, casi nunca faltamos. Vamos, yo te invito al helado. –Dijo Leticia sonriendo, aunque esa sonrisa ocultaba algo.

Cazadores de Sombras, más allá de los libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora