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_-*°*-_ Punto de vista: Rubén _-*°*-_

Ni él sabía cómo se había armado de valor para escribir esa nota, sus manos temblaban, y su mente viajaba a kilómetros por segundo. El salón se encontraba vacío por las recién acabadas clases, pero ahí estaba su bolso, el bolso de su amado. Agitó la cabeza con desesperación, no faltaría mucho para que él llegara, sin más, introdujo la nota. Respiró con más tranquilidad, miró a los lados, aun sabiendo que estaba solo.

Asimismo, agarró su bolso y su chaqueta blanca, caminó con paso lento hacía la puerta y miró por última vez el asiento de su enamorado. Ahora solo faltaría esperar para el siguiente lunes, para saber su respuesta, y finalmente rendirse. Sabía que no tenía posibilidades con él, era el más popular, divertido, inteligente, y responsable de toda la secundaria... Mientras que él, era un otaku de closet, torpe para los deportes, y muy irresponsable.

Soltó una pequeña risita, casi inaudible, y fue tan lastimera que hasta el viento sintió lastima de llevárselo. Ya puso la nota, estaba dentro del bolso, ya no hay vuelta atrás. Respiro honda mente y salió del aula, con pasos rápidos, como si en algún momento esa persona aparecería detrás de él. Ya estando fuera de la instalación, vio a sus amigos esperarles, sus cara de curiosidad gritaban a los cuatro viento el si lo había hecho, solo le bastó asentir para que ellos se acercaran y le dieran golpecitos de ánimos.

—Bueno, Rubius. —Le llamó su mejor amigo, Miguel Ángel, o mejor conocido como Mangel en el grupo— Ya es una carga menos para ti.

Hizo una mueca, algo imperceptible, para luego comenzar a hablar-. No estaría tan de acuerdo, será un fin de semana de puta mierda. -Sus amigos rieron ante el comentario del chico. Él solo les siguió con una risa casi forzada—. Solo falta que el gilipollas me rechacé frente a todos.

Alejandro, el más pequeño del grupo se echó a reír, haciendo que los demás le siguieran, su amigo se vea tan lastimero que casi no parecía él. Dejó de reír, limpiándose una pequeña lagrima de su ojo, para luego decir—. Veggeta no es tan malo, tendrías que haber escrito bien tu nombre.

Y ahí, en ese momento, Rubén Doblas sintió el verdadero temor, se detuvo en medio camino, con la mirada fija en el suelo, casi sintiendo el sudor correr por su cuello. Sus amigos le miraron nervioso, casi sintiendo como la risa volvía a crecer por su estómago.

Raúl contuvo una risa, cubriendo mitad de su cara con su sweater, mientras le miraba con burla. Puso su mejor cara seria, y quito lo que cubría su boca para decir con voz de cinismo—. Porque... Le pusiste tu nombre, ¿Cierto?

Rubén estaba lejos de sí, casi con sus ojos fuera de la cuenca, para luego cubrir su cara y gritar al aire. Se sentía tan estúpido, todo, había escrito todo lo que sentía, todo sus sentimientos, pero obviamente se le olvidó escribir el puto nombre, su puto nombre joder. Miró de nuevo a sus amigos, quienes se encontraban aguantando la risa—. Es que me gusta ser imbécil. —Musitó cada palabra con rabia, para luego caminar con más fuerza, siendo seguido por un coro de risas.

Este no era su maldito día.

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Okay, la historia estará dividida de esta manera:

1-. Rubius.

2-.Vegetta "Nota" (Solo es una, es más como una carta, pero sin sobre, ya se explicará después)

3-.Rubius

4-.Vegetta.

Y así sucesivamente, ¿Habrá otras shipps? Obviamente, ¿Diré cuales son? Lo irán leyendo con el tiempo. Besitos, por favor apoyen :3

Notas sin firma || RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora