Hey, Auron...

Dos.

- ¿Y dices que te contestó eso?

Luzu asintió, triste. Mangel miró a su amigo con leve tristeza, pero no dejaría que su mejor amigo estuviese mal.

- Mh, ¿sabes que es lo bueno?

- ¿Qué cosa?

Mangel se levantó de la silla, donde estaba sentado, de un salto — Que mi querido exnovio es la persona que contrató al asistente de Raúl.

Luzu lo sabia y en un principio pensó en pedirle aquello a Mangel. Pero instantaneamente recordó que Mangel y Rubén no terminaron muy bien.

Luzu sonrió debilmente — No hace falta, no importa. Sé que seria duro para ti volver a verlo. Además...

Se levantó de la silla y, abrazandose a si mismo, caminó con pies descalzos hacia el ventanal de su apartamento. Veia el gran movimiento que habia en la ciudad.

- Yo confío en él.

Mangel asintió levemente. La verdad es que su pensamiento no era pensar que Raúl estuviese engañando a Luzu, simplemente era curiosidad. Realmente se le veia inquieto a Luzu.

- Seguro que todo está bien, Luzu.

Luzu suspiró — Mh.

Él tenia un extraño sentimiento. Un extraño sentimiento de que algo no andaba bien.

Pero debia de confiar en Raúl. Luzu valoraba mucho la confianza, por lo que confiaba en Raúl.

A Mangel se le ocurrió una idea para animar a Luzu — Oye, Luzu. ¿Te acuerdas del nuevo centro comercial?

Luzu se giró, asintió mientras una sonrisa leve se asomaba por sus labios.

- Pero todo es demasiado caro.

Mangel, con aires de orgullo, sacó de su bolsillo una tarjeta dorada resplandeciente. — Digamos que tengo contactos.

A Luzu casi se le salen sus ojos de sus orbitas al ver la tarjeta.

- No me jodas.

- Irina me lo consiguió. Tener una amiga modelo ayuda mucho.

Rieron. Luzu pudo sonreir mucho más.

- Nos podemos comprar la ropa que queramos.

- Jurame que no es una broma.— insistió Luzu, sonriendo —

- ¿Quieres que lo comprobemos cortando la tarjeta?

- ¡No, no! — rió —

Mangel sonrió.
Realmente queria que Luzu estuviese bien. Conocía bien a su más leal amigo, sabía que era sensible.

- Por un dia nos olvidaremos de amores y todo eso. — indicó Mangel — Solo amigos. Solos tú y yo.

A Luzu le gustó la idea.

- ¿Entendido?

Luzu sonrió. Una parte suya aun pensaba en Raúl, pero, ¡a la mierda! No todo eran chicos.

Sonrió ampliamente — Nada de amores.

•

Raúl suspiró irritado. En esos momentos, lo que mejor le vendría es una gran taza de café.

Cogió otra carpeta llena de papeles de mucha importancia. Los leyó muy por encima no tenía tiempo ni de respirar.

Sonó su telefono. Maldijo internamente todo lo primero que se le ocurrió.

Al coger el movil, no pudo evitar ver su fondo de pantalla. Una foto de Luzu y él, cuando fueron a un concierto los primeros años que se conocieron.

Y el timbre del movil fué sordo para Raúl.

Ahora lo unico que escuchaba y recordaba era a Luzu. Sus risas, quejas y llantosm

¿Habian cambiado?

Luzu, aquel chico joven que cantaba laa canciones que más le gustaban a voces, que no importaban el qué dirian, ese chico cariñoso, sensible...

Y Raúl...

Tal vez él había cambiado.

Pero rapidamente dejó de pensar en ello nada más vió el nombre de Ismael escrito en el nombre del telefono que lo llamaba.

Parpadeó rapidamente.

Carraspeó y aceptó la llamada. — ¿Si? Dime, Isma.

- El señor Watson ha venido. Está esperando, ¿estás preparado, Raúl?

- Si, claro. Dile que pase.

- Genial. — contestó — Mucha suerte, señor Alvarez. — dijo Isma antes de colgar, con un tono coqueto —

Raúl no pudo evitar sonreir complice.

Colgó.

Suspiró. Se enderezó en su silla.
Ordenó los papeles en su escritorio.

Cuando fué a coger uno de los contratos, vió su telefono. Estaba encendido, mostrandole la nostalgica fotografía.

Gruñó. — Tsk.

Tengo problemas.

Lo siento.

Bueno, aqui puse a Irina y Mangel amigos <3

Os juro que pondré a Luzu modo diva.
...
Si es que sigo escribiendo en Wattpad.