II

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Marzo de 1892.

Las clases ya comenzaron este año y empecé a entusiasmarme con las clases, sobretodo con la profesora que me agrada, es la mejor parte del día, ella siempre me dice que si tengo alguna duda o si necesito ayuda en algo, puedo buscarla y hablarle, nunca tiene problema en ello ya que al parecer le gusta mucho su trabajo.

Hay algo que me incomoda confesar, es que mi estómago siempre se revuelve cuando ella está cerca de mi, mi corazón empieza a latir rápido y con mucha energía; se llama Barb, debe tener como 25 años, es bastante joven como para ser profesora, pero es buena en lo que hace, aprendo mucho con ella.

§

Una tarde después de clases me quedé dentro del aula arreglando mis cosas, ese día tuve que llevar muchas cosas para la clase de arte y mis manos no son lo bastante grandes para sujetar todo. Ese día estaba la profesora Barb, se quedó sentada en su escritorio leyendo un libro que se veía muy extenso, tenía muchas hojas. Me quedé unos segundos mirándola y empecé a notar los bonitos detalles de su rostro, a nadie le agrada su rostro, dicen que es fea y la comparan con una bruja, su cabello es negro y siempre está tomado con una cinta, sus ojos son grandes y estirados, son muy oscuros, he llegado a pensar que son negros, porque no se le notan las pupilas; su piel es muy blanca y sus labios, sus labios tienen ese tono rojo carmín, suaves y delineados. Siempre está muy seria, pero cuando habla se escucha muy dulce.

- ¿Vas a quedarte acá hasta tarde? - me preguntó de la nada, yo salté del susto cuando me habló.
- Me cuesta llevar mis cosas, soy muy torpe y no quiero romperlas

Miré hacia el suelo algo tímido y seguí haciendo mis cosas, ella se levantó de su asiento y tomó sus libros, no me dijo nada, solo me miró y salió del aula. Creo que mi corazón se salió de su lugar. Tomé mis cosas y antes de salir miré todo el salón, siempre miro todo el lugar por si se me queda algo, ya perdí dos pinceles; vi una libreta encima del escritorio de los profesores, era una pequeña libreta de color azul y lo más probable es que se le haya quedado a la profesora Barb.

Mientras caminaba en los pasillos con mis cosas y la libreta, escuchaba murmullos en el eco del lugar, como si estuvieran discutiendo; busqué en todas las aulas y no la encontraba, hasta que llegué al punto donde salían los murmullos, era la profesora discutiendo con el director de la escuela, los dos se detuvieron y me miraron, inmediatamente entré en pánico y solo se me ocurrió empezar a temblar y tartamudear.

- ¿Necesitas algo Soobin? - me habló la profesora.
- Aah... no no, es solo que se le quedó una libreta encima de la mesa y quise devolverla...

Ella se acercó muy lento y tomó la libreta que tenía encima de todas mis cosas y me dio las gracias. Me di una vuelta y me fui de ahí, creo que fue el peor momento para haber entregado la libreta, lo hubiera hecho al día siguiente, soy el hombre más estúpido del mundo.

VINTAGE [Soobin (TXT)] Where stories live. Discover now