~2~

7 0 0
                                    


~Sky~

Verla congelarse del miedo y del asco al oír la palabra "rata" es suficiente para hacerme reír, pero no una risa estúpida y disimulada, siendo una buena carcajada. Me mira enfadada y es normal, me acabo de reír de ella en su cara.

-¿Una rata?

-Sí, princesa. En el sur hay ratas. -digo acercándome a la puerta de mi casa antes de pasar la muñeca por el lector obsoleto de la puerta.- Así que ahora, ¿entras o prefieres quedarte fuera?

La veo dudar un par de minutos antes de decidirse a entrar. La sigo y cierro la puerta, cosa que la asusta, pero si supiera la gente que ronda por aquí lo agradecería.

La veo inspeccionar mi casa con la mirada, aunque no sé qué busca, no hay nada de valor. Dos estancias, una es el salón y la cocina, con un sofá cutre y una cocina de gas de un hornillo. Y luego mi cuarto. No hay más nada, la única puerta que hay quitando la de la entrada es la del baño, y tampoco es que cierre, así que no tiene dónde esconderse.

-Deberías quitarte esa ropa. -le digo yendo hacia mi cuarto.

-¿Qué? No. ¿Por qué? N-no pienso desnudarme... -protesta abrazándose a sí misma.

- ... -mierda, vale, dicho así ha sonado muy brusco, ¿en qué mierdas piensas, Sky?- Lo decía porque está mojada. Mucho. Y hace frío. Deberías darte una ducha mientras se seca.

-N-No tengo más ropa... -responde sin mirarme.

-Ten. -y le doy una camiseta y un pantalón míos sin dudar, tampoco es que la quiera desnuda por mi casa.

- ..... -la noto dudar y enseguida me doy cuenta de por qué, es ropa de mujer.

-Es de mi hermana, se queda aquí a veces. El sofá no es tan incómodo como aparenta. -respondo rápidamente, he dicho esa mentira tantas veces que sale de forma natural, tanto que parece que incluso ella se lo cree, ya que coge la ropa y se mete en el baño.- No la cierres del todo, se atranca.

-¡No voy a ducharme con la puerta abierta! -exclama enfadada.

-Puedes entrecerrarla princesa. Además, soy todo un caballero, no voy a mirar. Prepararé algo caliente, deberías darme la ropa para que se seque.

~Alex~

Menudo asco de casa. No es que la mía sea un palacio, pero en comparación es la mansión del gobernador de Nueva Corea.

Menos mal que vive solo, aquí no entraría ni una mascota. Se ve que intenta mantenerlo limpio, pero los tablones de madera tapando la ventana, el iluminador Led que parece a punto de agotarse y el aspecto de todos los muebles no ayuda.

Estoy empapada y tengo frío, pero aún así, cuando le oigo decirme que me quite la ropa, me paralizo. No. No voy a desnudarme, yo solo quiero ir a casa...

-¿Qué? No. ¿Por qué? N-no pienso desnudarme... -protestó rápidamente cubriéndome con los brazos.

Se queda quieto, como si mi comentario lo hubiera sorprendido, ¿pero qué se creía este idiota que iba a hacer? ¿Desnudarme en... este lugar solo porque él me lo dice? Pues no. Me siento orgullosa de mi respuesta y de haberle plantado cara hasta que veo que se gira hacia mí, por lo que retrocedo, más le vale no acercarse más o...

- Lo decía porque está mojada. Mucho. Y hace frío. Deberías darte una ducha mientras se seca.

- ...  -viva Alex, eres una desconfiada de cuidado, él siendo majo y vas tú y te pones a pensar mal de él, podría haberte dejado en aquel club, ¿eres consciente?- No tengo más ropa... -digo como excusa, mirando al suelo para no ponerme roja, ya que eso sería ya lo peor que podría pasarme ahora mismo.

-Ten. -me dice sacando un par de prendas de una cómoda, las cojo y las reviso, por si cubren poca piel, pero son una camiseta y un pantalón.

- ..... -no sé qué decir, es ropa de mujer, ¿por qué iba a tener él ropa de chica? ¿Tendrá novia? Si es así me parece mal que saliera de fiesta sin ella.

-Es de mi hermana, se queda aquí a veces. -dice rápido, carraspeando un poco.- El sofá no es tan incómodo como aparenta.

Vale, eso tiene sentido me digo para calmarme. Aprieto la ropa contra mí y me meto en el baño, haciendo el amago de cerrar la puerta.

-No la cierres del todo, se atranca.

-¡No voy a ducharme con la puerta abierta! -exclamo enfadada, qué cerdo.

-Puedes entrecerrarla princesa. Además, soy todo un caballero, no voy a mirar. Prepararé algo caliente, deberías darme la ropa para que se seque. -dice saliendo del cuarto.

¿Un caballero? Ja, permíteme que lo dude. El baño es pequeño, con lo imprescindible, un inodoro, una ducha en la que no me imagino que Sky pueda entrar cómodo ni de broma, un mueble de madera con una palangana que empieza oxidarse para usar de lavamanos y un trozo de cristal cuadrado que pretende ser un espejo, aunque más pequeño que un bolso de mano de señorita.

Aún así, entrecierro la puerta todo lo que puedo antes de quitarme el vestido con cuidado y dejarlo colgado del pomo de la puerta, por fuera.

Entro en la ducha y corro la cortina para taparme con ella, y es ahí cuando me quito la ropa interior y abro el agua. Esta tarda en salir y cuando lo hace, me dan ganas de que no lo hubiera hecho. No está del todo limpia y hace mucho ruido al salir, pero al menos no está fría.

Cuando termino de calentarme con el agua, ya que me niego a usar la pastilla de jabón que está ahí, salgo y me doy cuenta de que no estoy en mi casa, y por lo tanto, no tengo mis toallas. En el baño solo hay una, doblada sobre el retrete cerrado, limpia.

¿La ha traído él? ¿Ha entrado mientras me duchaba? ¿Me habrá visto?

Estoy tan enfadada que me importa todo un comino y salgo envuelta en la toalla del cuarto, viendo como termina de servir un líquido marrón en una taza.

-¿Mejor? -pregunta sin mirarme.

-¡¿Has entrado al baño mientras me duchaba?! -grito furiosa.

-Pues claro que no. -se defiende, mirándome de arriba abajo, y al hacerlo, se lame los labios.

-¿Se puede saber qué miras? -pregunto.

-Estás en toalla princesa. Una bastante pequeña.

Me pongo roja al instante. Mierda. Esto no puede estarme pasando a mí. Vuelvo al baño mientras lo oigo reírse, vistiéndome a todo correr, pero sin salir.

-¿Princesa...? Anda, sal, no debí haberme reído, lo siento.

-¡Déjame! Sólo quiero ir a casa... solo quiero volver...

-Te llamaré un transportador cuando tengas tu vestido seco, le falta poco.

-Quiero irme ya... -sollozo asustada.

-Pff, lo sé, pero si vuelves con ropa que no es tuya, se pensarán lo peor.

Y lo que más me molesta es saber que tiene razón. Mi padre va a enfadarse cuando se entere que he salido, sobre todo al sur a una discoteca. Como para llegar con ropa de otra persona y decirle que me la dio un chico que no conozco después de ducharme en su piso. 


Continuará... 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 16, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cambiantes: esconderse o morirWhere stories live. Discover now