Santiago se levanta y se aleja unos metros para hablar por teléfono, mientras ella lo observa de lejos.
Estos minutos para Maya son los más eternos de su vida, y los nervios se apoderan de ella, provocando que todo su cuerpo comience a temblar y el ritmo de su corazón se acelere más y más.
-Listo, amor, ¿pedimos el postre? -exclama el doctor, volviendo a la mesa.
-Claro, ¿qué se te antoja? -dice Maya, mientras ven la carta.Les sirven los postres con dos tazas de café, cortesía de la casa.
Después de saborear un delicioso pay de frutas con mermelada de fresa y trocitos de chocolate, Santiago pide la cuenta.
Bajo las luces del D.F. y un cielo negro, el doctor conduce con precaución hasta llegar al lugar que la escritora le ha pedido: un prestigiado y lujoso hotel ubicado en el centro de la ciudad.
Con los nervios y la emoción a flor de piel, la pareja va a la recepción, donde los atiende una amable señorita.
-¡Bienvenidos, buenas noches! -exclama la recepcionista.
-Buenas noches, señorita. Hace un momento llamé para hacer una reservación especial -explica Santiago.
-¿Es usted el doctor López Carmona? -pregunta la joven.
-Sí, soy yo -contesta él.
-Me da mucha pena pero su habitación aún no está lista, ¿podrían esperar unos segundos? -les ruega la chica apenada.
-Claro que sí, señorita. Si gusta, mientras puedo pagar y llenar los formatos -propone Santiago.Santiago llena el registro y paga la cuenta, mientras la escritora espera bastante nerviosa.
-¿Estás nerviosa? -le pregunta Santiago.
-Más que nunca -afirma ella, mientras la recepcionista los observa.
-¡Te amo! -expresa Santiago y besa su boca con amor.
-Señor, su habitación está lista -anuncia la joven después de unos minutos-. Si necesita algo más no dude en llamarme -y le entrega la llave.
-Muchas gracias, señorita -responde él.
-Bienvenidos, que disfruten su estancia en nuestro hotel -dice amablemente la señorita.
-Gracias -exclama Mariela.Santiago conduce la silla de ruedas de su novia hasta el elevador del hotel, que los conduce al piso donde se encuentra su habitación.
Muy despacio, Maya y su novio caminan hasta la puerta número 404, la que tienen reservada.
Un poco tembloroso, el médico abre la puerta y entra con su pareja. Sin encender las luces, él cierra la puerta con seguro y deja las llaves en el tocador.
En silencio, siguen un camino marcado en el piso con pétalos de rosas blancas que termina al pie de la cama.
Maya se estremece y derrama una lágrima al ver en la cama un enorme corazón hecho con rosas rojas, y en el centro de éste las letras "M y S".
El resto de la cama también está cubierto de rosas.
-¡Está hermoso! -expresa Maya verdaderamente feliz.
-¡No más que tú! -aclara Santiago, y besa sus labios.Lentamente, Santiago ayuda a su novia a dejar la silla de ruedas y ponerse de pie junto a él. Y sosteniéndola en sus brazos, comienza a besar sus labios, su cuello, sus hombros.
Mirándola a los ojos, baja poco a poco el cierre de su vestido y lo dejan caer al suelo.
Entre besos y caricias, caminan juntos hasta la cama, donde él recuesta a Maya con cuidado y contempla la belleza de su cuerpo.
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"El sueño de un Ángel"
RomanceElla, está cansada de escuchar siempre los mismos comentarios y recomendaciones para conservar su salud física; sabiendo que la discapacidad que padece es irreversible. Él, lo ignora totalmente pero tiene un enorme vacío en su vida que ha intentado...