"vamos a caminar un rato" - responde él

"Me parece bien chico débil" – le contesta mientras ríe.

"sabes que no me gusta que me digas así" – contesta Mateo con el ceño fruncido.

Gina ríe aun mas, pues lo que Mateo no sabe es que ella ama verlo fruncir el ceño, él no se imagina que para ella se ve aun mas apuesto de esa manera, Mateo se queda sin nada que comunicar porque cada vez que ve a Gina tan feliz su corazón se hincha, de tal manera que la molestia se le pasa en un instante.

"La que debería estar molesta soy yo, te estuve esperando más de lo normal"

Su sonrisa se borra en un instante al recordar que se arreglo muy bien y trato de llegar más temprano de lo normal para esperarlo y él como siempre llego 30 minutos más tarde de lo acordado.

"lo siento, no pude salir antes"

"No te perdono"

Gina cruza los brazos y sus labios se convierten en una línea, Mateo siempre detesto verla tan enfadada, pues prefiere una Gina feliz a una Gina hecha una furia, una vez hace un año atrás su teléfono se quedo sin carga y había olvidado llevar el cargador, ese día llego tarde a su pequeño departamento y que gran sorpresa se llevo al ver a Gina esperándolo fuera, Gina al verlo corrió y lo abrazo, lloro en su hombro, él preocupado la aparto para tener las manos libres y poder preguntarle que le pasaba.

"¿Qué pasa?"

"¿Dónde estabas? Te deje muchos mensajes, pero no contestaste, estaba preocupada, pensé que algo te había pasado"

"estoy bien, el teléfono se quedo sin carga, el problema se hubiera solucionado si me hubieras enviado un correo al trabajo"

Enseguida el semblante de Gina cambio, se transformo en uno de furia, comenzó a caminar de un lado a otro, Mateo no encontraba que hacer, sabía lo que se avecinaba, la madre de Gina cuando la veía así decía que se acercaba "el huracán Gina" a Mateo no le gustaba el huracán Gina. Gina para frente a él.

"idiota, nunca me diste tu correo y no recordaba donde trabajas, fui hasta tu casa y tu madre me dijo que no me preocupara, pero igual lo hice, pensé que estabas muerto o te habían robado"

Gina movía tan rápido las manos que Mateo solo logro entender algunas cosas y que en ese momento solo podía ver como sus expresiones cambiaban a cada instante, sus labios se convirtieron una fina línea y ahora su atención estaba en ellos.

"idiota"

Eso fue lo último que le comunico Gina antes de irse ese día, estuvo 3 días sin mandarle ningún mensaje y los mensajes que él le enviaba no tenian respuestas hasta que ella comenzó a escribirle nuevamente como si nada hubiera pasado. Mateo sabía que estaba a punto de pasar lo de aquella vez hace un año.

- Se acerca el huracán Gina – dijo Mateo

"¿Acabas de decir que se acerca el huracán Gina?" – pregunto ella molesta, pues Gina con el tiempo había aprendido a leer un poco los labios.

"Entendiste mal"- se apresuro a corregir él – "por aquí cerca hay una heladería, porque no vamos y te regalo un helado de chocolate"

La infantil Gina salió a flote, pues le encantaban los helados, olvido enseguida su molestia y apremiaba Mateo a caminar más rápido para ir por el helado, lo tomo del brazo y lo llevaba arrastras.

Al llegar al lugar encargaron los helado y se sentaron en unas de las mesas, hablaron de muchas cosas, lo que habían hecho las últimas dos semanas, Mateo no sabía por dónde empezar, las manos le sudaban.

"necesito decirte algo muy importante"

"¿Qué pasa?" - pregunto Gina.

"bueno, sabes que me hablaste de un doctor con el que querías salir"

"¿Qué pasa con eso?" – pregunta Gina con el ceño fruncido.

"no quiero que salgas con él, no estoy de acuerdo"

Gina mete a su boca una gran cantidad de helado, suelta la cuchara y lo mira fijamente a los ojos, para después agregar.

"no me importa que no estés de acuerdo ¿desde cuando hago lo que dices?" – en sus labios se pinto una sonrisa cínica.

"Gina es solo que..."

Sus manos se quedan trabadas sin poder avanzar, ella esta harta, a veces le parece que él tiene algo importante que comunicar pero nunca lo dice y eso la tiene un poco frustrada.

"eso pensé" – suelta un gran suspiro – "ya es hora de irme, mi turno comienza en unas horas"

Ella se para y lo deja en la mesa, después de unos segundos reacciona, se levanta y va tras ella, la alcanza, la toma del brazo haciendo que ella quede frente a él, ella se sorprende un poco pero al ver que se trata de Mateo se calma, la suelta.

"Estoy enamorado de ti, desde la primera vez que te vi tomada de la mano de tu madre, me robaste el aliento entonces y lo haces aún ahora, no quiero que salgas con ningún doctor idiota"

Gina lo observa fascinada sin poder decir nada, su corazón bombea más de lo normal y siente sus orejas y mejillas encendidas, no puede apartar sus ojos de él. Mateo al ver que no hace nada piensa que es una buena señal y eso lo emociona.

"Sé que no soy perfecto y fallo muchas veces, pero quiero que sepas que este ser imperfecto te ama con todo su corazón y quiero estar contigo hasta el final de nuestras vidas y si después de esta vida hay otra, aun en esa vida quiero estar contigo"

Lágrimas gruesas comienzas a correr por sus mejillas, durante mucho tiempo ella ha esperado este momento y al fin ha llegado, Mateo corre sus dedos por sus mejillas con tal delicadeza, Gina cierra sus ojos y cuando los abre una vez más se encuentra con un azul profundo como el mar, excepto que no es el mar sino los ojos de Mateo, Gina se aleja un poco para poder mover sus manos y poder transmitirle lo que siente.

"Siempre te he amado"

Mateo sin poder resistirlo más se acerca y la besa, dos piezas encajando en su sitio, todo el mundo a su alrededor desaparece y solo existe él para Gina y solo existe ella para Mateo, sus alientos uniéndose, sabor a mar y sol, eso es lo que son, se separan con sus corazones acelerados, Mateo la abraza y se quedan así por un buen rato hasta que ya es hora de irse.

Desde ese momento Gina y Mateo enfrentaron muchas dificultades algunas fáciles y otras no tanto, los dos se equivocaron y trataron de mejorar, ya han pasado dos años desde que se dijeron los que sentían y hoy Mateo ve a Gina acercarse a él con el vestido de novia más bello que haya visto alguna vez, pero que aun así no supera la belleza de Gina, hoy sus caminos se unen para toda la vida y los dos sienten que esta es la más grande y hermosa aventura que pueden emprender uno al lado del otro.

FIN.

Amor en silencio (historia corta)Where stories live. Discover now