Embarazada de mi mejor amiga

Capítulo 83

La familia de Laura nos despidió en el aeropuerto, estábamos a horario límite pero anunciar eso a los hermanos y padres de Lau sería como pedir ejecución pública.

No había forma de que terminarán de despedirse de Tomás y sobre todo recomendar a Laura sobre algunas cosas, Pipo hablo brevemente conmigo sobre Lau y de la nueva vida a la que nos enfrentabamos, me pidió paciencia.

La sobrecargo nos pidió abordar porque sino perderíamos el vuelo, y agradecí que al fin terminará la despedida, no era buena para decir adiós.

-Estas cómoda?- mire a Lau acomodarse en el asiento a mi lado, Tomás en su sillita de seguridad mirándonos, teníamos este espacio para nosotros ocupando los tres asientos.

-Estoy nerviosa, Tomás es pequeño todavía- ajustó su cinturón de seguridad y bufo algo fastidiada.

-Lo sé pero es...

-Por trabajo, lo entiendo- ella estaba de mal humor.

-Buenas tardes seré la azafata a bordo- nos interrumpieron a tiempo para evitar una discusión innecesaria- hay algo en que las pueda ayudar?

-Gracias- sonreí- estamos bien- mire a Lau.

-Si, bien- ella continuaba con su mal humor.

-Necesitas agua?- le pregunto a Laura- vas a darle de lactar en el despegue cierto?- Laura miro extrañada la situación.

Lo único que habíamos previsto era el asiento y unos tapones por si le molestaba el descenso del avión.

-Si, por favor- le respondió- aunque pensaba en ponerle los tapones.

-Muchas madres viajan con niños, ya me he acostumbrado, tienes el espacio para darle de lactar y es mejor si duerme en todo el viaje así no le afecta nada- nos sonrió amigablemente.

-Si, yo lo haré- sonrió en respuesta y la azafata se fue, luego de eso volteo con Tomás y saco la preciada manta, suspiré fastidiada y mire por el pasillo.

La azafata volvió y nos ofreció una botella de agua, sonreí y se fue.

-No tienes que sonreír todo el tiempo ya se fue- negué y comprobé mi cinturón.

Despegamos en tranquilidad, por suerte a Tomás parecía no afectarle en nada, aún así prefería que esté dormido, es un viaje corto gracias al cielo.

Me mantuve distraída leyendo un reporte de la compañía hay varias cosas que habían cambiado y debía mantenerme al tanto.

-Descenderemos en breve- la azafata volvió a pasar a nuestro lado- Hay algo que necesiten?- sonreí amigablemente para sobre-entender que no hacía  falta.

-Esta bien, gracias- se fue.

Mire al costado, como Laura acomodaba a Tomás en su sillita de seguridad, seguía dormido.

-Sé que esto es un gran cambio para ti Lau pero podemos hacer el esfuerzo?- tome su mano y suspiro.

-No será fácil para mí Candela- apretó un poco más mi agarré- pero voy a intentarlo- sonreí y dejé un beso fugaz en sus labios.

Bajando del avión me alegre mucho de no traer mil maletas, de eso se encargaría el servicio de mudanzas que contraté, lo único que lamentaba era no tener mi auto aquí, eso demoraría una semana aproximadamente.

Tomamos un taxi hasta el departamento de Caba, le textee en el camino y por suerte estaba cerca.

Lo esperamos unos cinco minutos, quizás menos, en la puerta del edificio cuando llegó en su auto.

-Buenas- nos saludo apenas bajar- oh es cierto- se acercó a ver al niño- es un bebé- su cara era completa felicidad.

-Caba concéntrate- le pedí, aunque nunca había visto esa mirada en su rostro.

-Si, lo siento- miro a Laura- un placer me dicen Caba- le sonrió

-Soy Laura- ella me miro a mí, todavía sosteniendo al bebé.

-Bueno las llevo- abrió la puerta del edificio- este departamento no lo he estado usando hace tiempo, ayer mandé un servi de limpieza así que todo está medianamente aceptable, Any estuvo controlando- me comentó mientras subíamos en el ascensor.

-Any es la pareja de Caba- le comenté a Laura.

-Si, le debo de confirmar que si llegaron, estaba algo inquieta hoy sobre su llegada.

-Olvide comentarlo- Laura me miraba curiosa.

-Que cosa?- Caba me miro extraño.

-Nada, tu continúa- sonreí disimuladamente.

Entramos y me sorprendió ver lo ordenado que estaba parecía otro, yo solo conocía este lugar como sitio de fiestas y reuniones.

-Sé ve bien al menos- sonrió.

-Esta bien Caba- agradecí- no debías molestarte.

-Any no me hubiera dejado tranquilo y lo sabes- me rei conocía tanto a su novia.

-Que te parece Lau?- me acerque a ella que se había distraído mirando el decorado.

-Es muy lindo- sonrió apenada.

-Gracias- Caba solo tenía ojos para ver el bultito entre sus brazos, ese pequeño bultito llamado Tomás.

Me acerque a Lau, y susurré en su oido- te parece que Caba sostenga a Tomás unos minutos?- ella lo miro de nuevo y asintió.

-Te gustaría sostenerlo?- Caba parecía un niño, no reconocía a mi compañero, debía acostumbrarme a qué mi hijo provocará estás reacciones en mi círculo cercano al parecer.

-Puedo?- nos miro a ambas.

-Claro que si, ven- se acercó algo dudoso y tomo al bebé en sus brazos- cuidado- lo ayude a acomodarlo- su nombre es Tomás- lo miro entretenido con una sonrisa boba en su cara.

-Es tan pequeño- ahora estaba en una pequeña burbuja de felicidad, suspiré quizás solo quizás él estaba anhelando este sueño también

-Que?? Me perdí de tan hermoso momento?- Any nos sorprendió entrando al departamento.

-Amor ven mira al bebé- le llamo Caba.

-Es tan chiquito- lo miro dos entretenida- ahora las saludo chicas, déjenme ver a esta preciosura- le hizo gestos al niño aún cuando él seguía durmiendo.

-Ella es Anabel, es novia de Caba.

-Esposa- me corrigió de lejos.

-Esposa de Caba- le sonreí a Laura- ha estado ansiosa por conocer a nuestro hijo- Laura sonrió.

-No seas mentirosa estaba ansiosa por conocerla a ella y al bebé- vino a saludarla- un gusto soy Anabel, Any, y vas a verme seguido por aquí- Laura sonrió complice- aunque esté desastre- me señalo- diga que no, yo voy a venir seguido para conversar, salir y cuidar a ese príncipe que tienes ahi- oh dios en que me he metido.

-Yo claramente recuerdo que no puse objeción- le aclare.

-Igual anda sabiendo Candela- me advirtió y solo me límite a sonreír.

Vimos que Caba se sentó en el sillón y de inmediato Any se fue con él a ver al niño.

Aproveché para hablar con Laura.

-Estas bien?- me acerque de espaldas y la abrace observando como los dos parecían estar en navidad.

-Si, no esperaba está recepción- se apoyo en mi pecho- es tan cálida- puso mis manos sobre las mías- me gusta...