✩ೃ香蕉 ¿Banana Milk? ¡El favorito de Tae!

Magsimula sa umpisa
                                    

—Muy bueno, cielo. Nos amaba mucho —sonrió, fijándose en que su pequeño no se cayera hacia atrás al caminar.

—¿Él va a volver algún día? —preguntó con su labio inferior levemente abultado. Quería conocer a su padre; no tenía recuerdos de él ya que se fue cuando era muy bebé.

La señora Kim negó levemente.

—Él ya está con nosotros, chiquito. Nos está cuidando desde allá arriba —miró al cielo por un segundo, y Taehyung hizo lo mismo—. Siempre estará contigo, pase lo que pase, ¿sí? Aunque no lo recuerdes, puedes confiar en él. Te cuidará siempre —murmuró, alzando al menor que, aunque ya estaba bastante grandecito para ello, su estatura era un poco más baja que los demás niños de su edad, facilitándole a su progenitora el hacerle upa. Besó ambas mejillas de su hijo, quien asentía frenéticamente a las palabras de su mamá.

—Sí, mami, papá siempre nos cuidará —sonrió enormemente, enrollado sus bracitos en el cuello de su madre.


***

—¡Yo primero! —un pequeño Hoseok de ocho años gritó, siendo detenido por otro pequeño.

—No, no —negó con la cabeza—. ¡Yo iré primero! —Jimin dijo, inflando el pecho y posando sus manitos en sus caderas mientras miraba al frente.

—¡Yo tengo que ir primero, TaeTae y yo somos muy amigos! —gritó Namjoon, cruzándose de brazos mientras puchereaba.

—¿Qué dices, Namjoon? —bufó tiernamente Seokjin—. Yo debo ir primero, como el mayor de aquí. —impactó su piecito contra el suelo, molesto.

—No —se quejó el dulce Jungkook, haciendo una mueca—. Los mejores primero —dijo sonriente, poniéndose al frente.

—Entonces tú atrás de todo —Yoongi burló. Y cuando notó los ojitos cristalizados de su amigo, negó rápidamente con la cabeza—. ¡Era broma! ¡Tú primero, Kook! —sonrió, rascando su cabecita.

Los cuatro niños restantes se quejaron, y Jungkook comenzó a saltar en su lugar emocionado.

El tierno pelinegro corrió hasta sus cosas, agarrando el Banana Milk entre sus manos, más una cartita hecha por él mismo. Los otros cinco le siguieron, buscando sus cositas igual, también entre manos un rico Banana Milk; el favorito de Taehyung. Sabían que le encantaba.

—Pueden ir, niños —la maestra les dio el permiso de ir a la entrada del colegio para esperar a Tae. Los seis salieron corriendo, a la vez, con cuidado del edificio, posicionándose todos en la entrada para esperar la llegada del dulce castañito.

—TaeTae... —mientras tanto, la señora Kim miraba con una sonrisita la entrada del instituto donde su pequeño estudiaba, viendo a los seis niños esperando por su hijo, al parecer.

—¿Mhm? —preguntó, mirando hacia arriba.
—¿Ellos no son algunos de tus amigos? —interrogó, señalando con la mano a los niños parados un poco más lejos de ellos.

Taehyung giró su rostro, observando a seis de sus amiguitos parados allí, mirándole. Sonrió, pensando que estaban esperando a las niños o niños a los que se querían declarar, pero cuando vio en la mano de cada uno de ellos un Banana Milk, de aquel que era su favorito, frunció el ceño.

—Creo que están esperándote, amor —murmuró la adulta, soltando su manito para guiar al menor y empujándole suavemente de la espalda.

—¿A-A mí? ¿Es a mí, mami? ¿Para mí? —abrió sus ojitos, mirando impresionado a los niños los cuales se veían algo nerviosos pero con sonrisitas.

—Al parecer sí, cariño. Mira las bebidas en sus manos. Es tu favorita —susurró más cerca de él, inclinándose hacia su hijo para hablarle.

—Oh, wow~ —susurró. El tierno menor estaba sorprendido, pues en ningún otro San Valentín había tenido tantos niños queriendo darle regalitos.

—Ve, mi niño. Yo estaré por aquí —murmuró, viendo a su hijo asentir. Le dio un beso en la mejilla y se alejó un poco, quedándose a un costado para ver lo que pasaba.

Taehyung llegó con las mejillas sonrojadas y con la mirada levemente baja a sus seis amigos. Sus manos entrelazadas por el nerviosismo.

Y lo próximo que el castañito escuchó fue un gran barullo por parte de los niños frente a él, algo así como: "TaeTaeFesjudbwifbaudbidjejbdbdjrkkseibfjdhsbwjdhquManito".

Taehyung miró con sorpresa a sus amigos.
—No entendí n-nada —musitó, sonriendo levemente mientras pasaba un mechón de su cabello tras su oreja.

Los niños se dijeron algo entre sí, no siendo escuchado por el castañito.

—¡Te queremos mucho, TaeTae! —dijeron al unísono, extendiendo sus regalitos frente a él.
Taehyung sonrió enormemente con las mejillas rojas.

"—Entonces espero tener un novio tan bueno como papá, mami.
La señora Kim sonrió.

—Estoy segura que lo tendrás, cielo.
Taehyung asintió.

—¡Y que nos amemos mucho, mucho!"

Y ahora no tenía uno, sino seis pequeños infantes buscando el corazoncito de TaeTae.

꒰☆ SOUR CANDY彡。Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon