Mi Tormento Favorito©+18 [MCF#2]

C15

Y entonces se preguntó porque no había stalkeado con más frecuencia a Amber para acertar la fecha justa de su rompimiento.

Amber POV

Florence me hablaba del nuevo chico que se había unido a la fraternidad, al parecer se llamaba Jesse, de lo increíble guapo que era y lo mucho que le gustaban los perros y las tortugas como a ella, se le veía tan feliz que agradecí que tuviera otras cosas en los que enfocarse, desde que terminé con Chris, me había estado tratando de dar ánimos (y en cierto punto se lo agradecía) pero el haber terminado con él no fue una gran tragedia. Supongo que solo estuve melancólica el tiempo necesario

Él al parecer se lo tomó bien, eso era lo que me dejó ver cuando lo terminé una semana después de su cumpleaños, me disculpé con él pero tenía que ser sincera y no esconder mi reciente inquietud respecto a mis sentimientos, ya no iban en la dirección correcta, le pedí casi en súplica que siguiéramos siendo amigos y él prefirió mejor esperar unos meses antes de tener comunicación conmigo, aunque la idea no la descartó.

—Y de la nada hablamos de un montón de especies de tortugas marinas...

La escuché en lo que recogíamos nuestra mesa para volver a la oficina, mi celular vibró en una notificación pero vi que era un mensaje de Daniel, invitándome un café, menee con la cabeza y sonreí, no le respondí y me concentré en caminar a lado de Florence, prestándole la atención posible.

—¿Harás algo hoy? Puedes venir a la residencia, estaríamos en mi habitación, tengo un montón de cosas que quiero mostrarte, me regaló unos libros preciosos con un montón de fotos que te encantaran.

Sonreí, no es que quisiera evitar a Daniel pero necesitaba una amiga.

—Seguro, quiero ir —le guiñé un ojo.

—Y no te preocupes, Chris ya no va tanto a la residencia, prefiere encontrarse con los chicos en su casa.

—Oh, eso me relaja —reí entre dientes —Una preocupación menos, la verdad no quería encontrármelo.

Llegué a mi oficina, me senté frente a mi escritorio y organicé mis pendientes, la verdad tenía millones de ellos ahora que era encargada de redacción en la sección de negocios en Chicago Jouarnls finalmente había conseguido el ascenso que había estado esperando durante dos años, había dado todo de mí desde que terminé con Chris y justo también cuando volví a pensar en Evan, el sentimiento que había "enterrado" empezó a volver a la vida y eso me aterró tanto que decidí enfocarme mucho en el trabajo que surtió efecto para bien en mi ámbito laboral y personal.

Nancy estaba más que satisfecha con mi trabajo yo me sentía realizada, feliz, armoniosa de haber conseguido mi objetivo que ahora lo demás era opcional. Me tomé un descanso de tanto revisar reportes que recibí un mensaje de Florence disculpándose pero que Jesse la había invitado a una puesta en escena, un monologo de un comediante local, le dije que no había problema, que dejaríamos nuestros planes para después, le confirmé segundos más tarde a Daniel para lo del café.

Dejé el celular cuando mi teléfono en el escritorio sonó.

—Amber Griffin.

Era Nancy.

—Amber, ¿puedes venir a mi oficina? Te tengo unas novedades.

Fui a la oficina de Nancy con la seguridad de que no se trataría de nada malo pues su tono de voz era estable, no había nada sospechoso, además mi trabajo la tenía muy satisfecha estos días, tanto que jamás la había visto tan tranquila, al parecer las cosas le estaban saliendo bien.

Al entrar ella estaba dándole algunas tareas a Haley quien al salir simplemente pasó sin decir nada  o echarme una mirada, me ignoró, la verdad es que jamás fuimos compañeras cercanas y con mi ascenso eso empeoró lo poco que me estimaba, si es que un día lo hizo. Me ofreció una silla para sentarme y primero que noté fue una increíble y enorme sonrisa, cuando habló de las noticias que tenía para mi fue muy abierta al respecto y para cuando me dio la noticia grande, su rostro de forma espontánea se encendió en entusiasmo, la ilusión en sus ojos era contagiosa tanto como su sonrisa, esa chispa que saltaba desde sus pupilas al hablarme era graciosa y satisfactoria.

—Tengo que decirte que te he elegido para dirigir un pequeño reportaje en la nueva sección de negocios...¡En Paris! Te irás en dos semanas, pues se espera que te quedes al menos una semana o dos allá, será sobre las empresas financieras más importantes cómo también la inmobiliaria y en la arquitectura. Ve eligiendo a tu equipo de trabajo cuanto antes para que te prepares.

Parecía una broma lo que acababa de decirme, apenas pude abrir la boca para dejar escapar mi aliento, quise parpadear para asegurarme que no estaba viviendo una simulación o algún sueño traicionero que me permitiera vivir esta fantasía; me llevé las manos a la boca cuando pude moverme y me solté a reír, lloré pero parecía que lloraba de la risa y no de la gran emoción que se expandía por mi cuerpo.

—¡¿De verdad?! ¡No puede ser! ¿Es un reportaje? ¿Estaré dirigiendo un reportaje? —reí perpleja, miré hacia la ventana, cegándome por la poderosa luz del sol que entraba desde los vidrios sumamente limpios —¡En Paris! No lo creo, no te creo.

—Es un reportaje pequeño pero por algo se empieza, te tengo confianza, Amber, te la has ganado pues eres una increíble y talentosa fotógrafa, haces magia con la cámara y las tomas del reportaje serán de lujo, está es una oportunidad única y sé que la has estado esperando.

—¡Cómo no tienes idea! —admití, mirándola fijamente con los ojos dilatados, apenas podía respirar —Te agradezco demasiado por estar oportunidad, Nancy, siempre has confiado en mí, prometo que no voy a decepcionarte, tendrás un excelente reportaje.

Lució complacida cuando me escuchó decir eso, sonrió de una manera autentica, leal, ella había sido generosa conmigo siempre y sin duda yo no iba a desaprovechar esta increíble oportunidad de viajar y trabajar en mi primer reportaje, dónde yo intervendría en todo.

—Lo sé muy bien, Amber, confié en ti cuando fuimos a Seattle y no me decepcionaste. Felicidades por esta increíble oportunidad, sé de tu trabajo y de lo que eres capaz de hacer.

Sonreí a oreja a oreja antes de poder dejar su oficina, no pude resistirme en mantener la sonrisa por el camino cuando salí de ahí y es que algunas personas me veían con cierta confusión y otros con arrogancia como Haley. Llegué a mi oficina y no pude evitar tomar mi celular para decírselo a Florence ya que hace unos días habíamos hablado de poder ir algún día a Europa, ahora el sueño se cumplía para mí, quise decírselo a Daniel pero lo reservaría para cuando lo viera esta tarde.

No se si el impulso de mi enorme felicidad me hizo entrar a la galería y ver las fotos de Evan, las que no había eliminado aún, me quedé viéndolas tan fijamente, añorando poder contarle esta noticia, me imaginaba llamándolo por teléfono casi llorando de alegría y él sintiéndose más que orgulloso, insistiendo que debíamos ir a celebrar, joder, no me había dado cuenta que estaba haciendo exactamente lo que Daniel había dicho, estaba deseando tener a Evan conmigo, compartiendo este increíble momento, porque en efecto solo podía pensar en él cuando me sentía de esta manera, pues al estar tan enamorada de él, quería incluirlo en esta parte de mi felicidad.