Una voz a través de la pared

9 1 1
                                    


Desde que existo odio las 6 de la mañana, nací a esa hora, iba a la escuela a esa hora, fui al instituto a esa hora, trabajo a esa hora. No hay nada bueno que haya pasado a esa hora. Tampoco hay nada que bueno que recordar del trayecto, tampoco del trabajo, ni de cuando llego a casa. Es un bucle de por vida. Estoy vivo porque no tengo coraje para suicidarme, tampoco ganas. Nadie movería un dedo si me muero, así que prefiero vivir un poco más.

A los únicos que les importo al menos un poco es a mi médico y a la enfermera de turno. Fui al hospital por primera vez hace 3 meses porque empecé a escuchar voces y el doctor diagnosticó una enfermedad muy difícil de decir: Estupiditis severa o algo así . Él cree que estoy loco, yo también lo creo, todo el hospital lo cree, toda mi familia lo cree, no sé que creerá mi padre, está en un manicomio. El doctor dice: "De tal palo tal astilla". Yo le digo que se vaya al diablo

Las voces se escuchan cada vez que vengo del trabajo. Creo que ellas saben que un día en el trabajo es un mal día. Lo que ellas no saben es que me encantaría dejar de escucharlas. Gracias a ellas tengo que comprar esa porquería de medicamentos. Estoy loco pero no me siento tan loco, no me ha dado un ataque o algo parecido. No hago cosas de locos, es decir, ¿qué hacen los locos? Le pregunté eso al doctor hoy, dice que son personas que pierden la razón. Yo estoy cuerdo, muy cuerdo, sostengo un trabajo y una casa, manejo bien mis cuentas y no estoy en un hospital. 

Claro que no estoy en el hospital porque dicen que no es nada grave ¿No es nada grave? ¿Entonces porque los condenados me hacen comprar esas estupideces? ¡Déjeme en paz, doctor! 

Mi mente tiene un tiempo predeterminado para agobiarse a ella misma, supongo que soy un loco estúpido. Hoy el jefe me hizo trizas por llegar 5 minutos tarde, el muy hipócrita. El doctor no me prestó atención cuando dije que estaba cuerdo, apuesto a que quiere seguir sacándome dinero. Sigo sin reparar el agujero de mi pared, supongo que si lo hiciera, molestaría a mi vecino Estoy seguro que está cansado de sentir que alguien lo observa, y yo también. Claro que compraría una pintura y la pondría encima pero esas niñadas no van conmigo. Supongo que el sueldo de este mes es para reparar ese agujero.

Y ahí la voz de nuevo. "Concéntrate en tu salud." "El agujero no es importante." "Cuídate." 

- Lo siento, vocecilla donde quiera que estés. No te voy a obedecer, ¿oíste? No existes

- No te rindas...

Juro por la tumba de mi madre que acabo de ver a alguien detrás de ese agujero. Hasta parecía que nadie vivía allí. 

- ¿Escuchaste eso? Hay alguien en la habitación del lado

- No le prestes atención

La voz ahora provenía de allí, maldita sea, soy un tonto. La persona del lado me estaba tomando el pelo hace meses, haciéndome gastar una millonada en medicina. Aunque podría ser que no, no tengo idea, lo averiguaré.  

 - ¿Crees que el vecino sea malvado? - esa pregunta me haría saber si efectivamente era mi vecino o yo estaba loco

- No, ella te ha ayudado más de una vez - la idiota cayó en la trampa

Rompí la pared, no me importaba que fuera una chica, quería hacerla pagar. Parecía muy asustada, pero era un susto de "yo no lo hice" más que uno de "soy culpable". Me di cuenta de lo que había hecho unos segundos después, el casero me iba a matar. Le pagaré con el sueldo de este mes y me mudaré a un lugar sin entrometidos. En mi mente estaba todo resuelto. No importaba si le gritaba a esa mujer, para mí no hay diferencia de si le gritara a un hombre

- ¡Idiota! ¡Haz hecho mi vida miserable! ¡No sabes cuánto he pagado en medicinas! ¡Cuántas personas han dicho a mis espaldas que estoy loco! - empecé a llorar como una niña. No me importaba el tamaño del agujero de la pared, el cual era tan grande que podía pasar por él. No me importaba cuántas astillas tenía en mi mano, las cuales eran suficientes para hacer una puerta. No me importaba si me veía como un tonto, porque yo ya era un tonto.

- ¡Estás loco! ¡Yo traté de ayudarte! Vives en un maldito agujero del que no puedes salir por ti mismo. ¡Estás tan aburrido de la vida que has pensado en suicidarte! ¡Solo quería ayudarte idiota! Tratemos tus heridas, no seas más imbécil y ven.

Ella no se veía más tonta que yo, dejé ver la peor parte de mí. Tal vez me ayudó un poquito, mi vida se hizo menos aburrida, tenía tres lugares dónde ir en vez de dos: casa, trabajo, hospital. Además no le importó que le gritara, igual me está ayudando. También...¡no estoy loco! Quiero a los cuatro vientos y a los siete mares: ¡no estoy loco!

En conclusión soy un idiota.

AgujerosWhere stories live. Discover now