Amante de mi jefe (saga relaciones laborales)

~prólogo~

-¡Por la secretaria más buenora de la historia!-ahí estaba ella, haciendo una de las suyas.

-¡vamos Jess, baja de ahí!-grité avergonzada.

-¡venga Elena sube a bailar conmigo!-gritaba meneando las caderas-mañana comienzas a trabajar para...

-ya está, vamos bájate.

Por nada del mundo quería que nadie supiese que iba a trabajar en Anderson Enterprise y que iba ser nada más y nada menos que la secretaria del dueño. El gran Erick Anderson aunque todavía no sé cómo es ni siquiera he tenido la oportunidad de conocerlo.

Supongo que es porque no me interesa.

¿Quién iba decirlo? Hace unos meses apenas sabía de su existencia y ahora sé el pato que tendré que pagar por trabajar para él.

La prensa rosa.

-vamos sólo quiero divertirme-comenzó hacer pucheros como una niña pequeña.

La ayudé a bajar de la barra y nos sentamos otra vez en nuestra mesa.

-¿sabes? A veces eres muy aburrida.

-ser responsable no es sinónimo de ser aburrida. Además mañana tienes trabajo.

-ni me lo recuerdes.

Mi prima llevaba mucho tiempo trabajando para la que ella misma llama la bruja Belchini desde que nos mudamos aquí, a Seattle. Valentina Belchini, su peor pesadilla.
Llegaron unas amigas del trabajo de mi prima y pronto comenzó la fiesta, nos pusimos a beber y a gritar como locas.

−¡vámonos a la pista!−gritaron algunas.

No sabía si ir o no, estaba repleta de personas pero decidí ir a bailar un poco.

Una vez al año no hace daño.

Pronto nos unimos al ambiente y comenzamos a crear el caos. La gente gritaba y se movía de un lado para otro y pronto comencé a sentirme mareada, supongo que era el alcohol o que la pista estuviese abarrotada de gente.

-¡necesito ir al baño!-grito a mi prima en la oreja.

-¿qué?-gritó ella aún más.

-¡digo que necesito ir al baño!

-vale te espero aquí-subió las manos-¡bailando!

Salí de la pista entre risas y me dirigí al baño, menos mal que no tenía que hacer cola o me habría orinado en los pantalones. Entré al baño y me lavé la cara, salí de ahí y me dirigí a la barra.

-agua por favor-le pedí al batman.

-ahora mismo.

-puedo invitarte a algo más que agua-me giré a ver de donde salía la voz y me quedé como una atontada.

-no, gracias-le di la espalda.

-¿segura?

-sí-se sentó junto a mí en la barra y se quedó mirándome-¿algo más?

-sí, su nombre-sonreí.

-Elena.
-Elena, interesante. Yo soy...

-no me interesa-lo corté-sólo quiero mi agua y volver a la pista con mi prima y sus amigas.

-puedes volver conmigo-me sonrió él a mi también.

El camarero trae el agua y me la bebo de un sorbo me volteo en dirección a la pista pero él se pone de por medio.

-baila conmigo.

-no bailo con desconocidos.

-seré la excepción y además no lo sería si me brindases la oportunidad de conocerme.