A Escondidas

1.6K 105 66
                                    

En aquella gran construcción, una alianza se estaba llevando a cabo.

Tres grandes líderes se encontraban sentados frente a frente en aquella mesa. Detrás de ellos, los tres imperios.

¿Alianza para qué? Por si algún problema ocurre o por alguna posible guerra, la cual había tensión por allí.

El líder del imperio británico firmó aquella hoja en la cual sellaban su alianza. Después de él, el líder del imperio francés. Después, el del imperio ruso.

Se dieron las manos, sellando el trato. Después, les siguieron los imperios. Ellos no estaban muy cómodos con una guerra, pero les gustaba la idea de una alianza.

Cuando todo terminó, salieron del salón, los pares llendose por su propio lado.

Para el Imperio Ruso el día no terminaba allí, aún tenía que asistir a otra reunión junto a su líder, aún cuando el que normalmente entra a las juntas no era él, tenía que esperarlo, al igual que los otros imperios.

Pero tenía taaaanta pereza.

Y tenía que esperarlo por cinco horas, que era lo que duraba la reunión.

Ugh, genial.

Ahora se encontraba sentado en una banca cerca de la sala de reuniones, esperando como si de un niño pequeño se tratara.

Miró un reloj que había allí. Faltaban cuatro horas todavía.

¿Saben qué? Al carajo.

Se levantó de la banca y se asomó al pasillo. No había gente allí, así que comenzó a caminar.

Bajó dos pisos, allí fue donde comenzó a haber más personas. Maldijo por lo bajo, si lo miraban irse por la puerta principal, avisarían de inmediato a su jefe.

Viró alrededor en busca de una forma para escapar. Miró una ventana y una idea apareció en su cabeza.

Rápidamente para que nadie lo viera, avanzó a la ventana, la abrió, y cruzó al otro lado lo más rápido que pudo...

Pero había olvidado que estaba en un quinto piso.

Tuvo suerte de que hubiera un árbol allí. Ahora se encontraba aferrado a una de las ramas cual koala, intentando con todas sus fuerzas no caer. Afortunadamente nadie lo había visto.

I. Ruso:Aaaaaay que cerca estuve - chilló en voz baja, mirando la altura a la que estaba. Desde allí si se hubiera matado.

A como podía logró bajar del árbol y sigilosamente se fue a un bosque que había en las cercanías.

Mientras tanto dentro del mismo bosque, otro imperio estaba allí.

Sentado en una gran roca al lado de un río, mantenía una de sus manos sumergida en el agua, mientras que en la otra sujetaba el guante y los parches que se supone debería no quitarse. Sonreía levemente, el sonido del agua le era relajador.

Escuchó pasos, lo que llamó su atención. Viró su cabeza hacia donde el sonido se escuchaba. Sus miradas se encontraron y se sonrieron.

-:Zarist.

I. Ruso:Austria-Hungría.

Imperio Austro-Húngaro se levantó de la roca y se acercó al ruso, se dieron un abrazo. En comparación a sus líderes, a ellos sí les daba gusto verse otra vez.

A. Hungría:Creí que estabas en una reunión. Una alianza con Imperio Británico y Francés, si no me equivoco.

I. Ruso:Si, sellamos una alianza. Se supone que debo estar en otra reunión para ver sobre algo. ¡Pero es taan aburrido! - el otro rió.

A. Hungría:Te comprendo. En la última reunión que tuve me quedé dormido por dos horas, pero nadie lo supo por los parches.

I. Ruso:*Gasp in russian* ¡¿Tú?! ¡¿Dormido en una reunión?!.

A. Hungría:Pues, si.

I. Ruso:Eso si es nuevo. ¡Te estás volviendo rebelde!.

Y rieron un poco más alto.

Aah~, que bueno es ver a un buen amigo.

Se sentaron cerca del río otra vez, conversando de cosas que les hayan sucedido, poniéndose al día de esas semanas que no se miraron.

Todo era tranquilidad, hasta que alguien apareció.

-:¡¡Ya llegó por quien lloraban!!.

-:¡¡Sssshhh!! - callaron ambos al nuevo imperio en el lugar, quien hizo un puchero.

-:Par de amargados.

I. Ruso:Ajá claro. Imperio Otomano recuerda que estamos a escondidas, no podemos hacer tanto ruido, nos descubrirían.

I. Otomano:¿No hacer tanto ruido? Pues dile eso a él.

A. Hungría:¿A quién?.

-:¡¡GUTEN TAG!!.

-:¡¡AAAH!!.

Ambos pobres imperios se levantaron todos asustados al escuchar una cuarta voz justo detrás de ellos. Al voltear miraron al cuarto imperio sonreír.

A. Hungría:Imperio Alemán.

I. Alemán:Hallo.

I. Ruso:Mis tímpanos - se quejó. Alemán tenía muy buen pulmón.

I. Alemán:Que dramático eres.

Y se sentaron en el pasto para conversar.

Muchas personas dirán que éste cuarteto no debería llevarse muy bien. Más bien, Imperio Ruso debería de odiar a los otros tres que lo rodeaban en ese momento y viceversa.

Pero, ese es el caso de sus jefes, de las familias que los lideran. Ellos sí son los que se odian a muerte.

Mientras tanto ellos.

I. Alemán:¡Oye! No me mojes que necesito regresar más tarde - se quejó, habiendo esquivando un poco de agua del río lanzada hacia él.

I. Ruso:Ah pues yo también debo regresar y no me quejo.

I. Alemán:¿Si regresas sucio no te reprimen nada?.

I. Ruso:Mmmmmm. Si - le lanzó más agua.

I. Alemán:¡Aaa quieres pelea! ¡Pues toma tu pelea! - sonrío, se mojó las manos y le lanzó el agua, ya importándole poco ensuciarse. Los otros rieron y se unieron al juego.

Eran felices juntos.

Pero, como todo en la vida, la felicidad tenía un costo.

El costo para ellos, la incapacidad de poder verse estando en público, mucho menos frente a sus líderes a menos que sea algo importante.

Por ello deben verse a escondidas.

De todas formas, mientras ellos estén juntos, los costos no importaban. La felicidad si.

Al pasar el tiempo, Imperio Ruso decidió regresar, así que a como pudo limpió sus ropas lo mejor posible, y se despidió de los demás. Poco a poco el trío quedante se dispersó también.

Lamentablemente sus reuniones no duraban el tiempo deseado, ya que tenían que evitar ser descubiertos.

Si los descubrían, los castigos serían abominables. Ninguno quería eso.

Por eso, debían verse a escondidas.

Gracias por leer ❤️

_Dany_

Childish Empires {Countryhumans} Where stories live. Discover now