— No tienes nada en el ojo. — dije rápidamente a Asher quien me dedicó una mirada confundida — Ya sabes, por eso estábamos tan cerca. —

— Soy medio ciega pero no estúpida, — respondió Cara riendo — así que al final decidieron cumplir el regalo de navidad a Nathaniel, ¿eh? — preguntó con diversión mientras recorría el cuerpo de Asher con la mirada — Yo quiero niña, por favor. —

— ¡¿Qué?! —exclamó él antes de atragantarse con su saliva — No, nosotros no... Yo solo quería... —

— Ay tranquilo, no es que yo sea la más santa del mundo.

— Yo solo vine a preguntarte si crees que podríamos pasar navidad juntos, mi familia está muy emocionada por el niño. — dijo Asher ignorando el comentario de Cara y posando sus ojos sobre mí, aún había un par de restos de deseo resplandeciendo en ellos.

— ¡Claro! — respondí enseguida evitando a toda costa mirada de mi mejor amiga — Tendremos una cena en nochebuena, están invitados todos. —

— Bien, gracias. — asintió.

Asher me dio una última mirada con una pequeña sonrisa tirando de sus labios antes de salir del baño, pasando a un lado de Cara dejando huellas húmedas y un camino de gotas tras de él.

— ¿El príncipe de las tinieblas sabe que afuera está nevando y va empapado? — preguntó Cara divertida — Hablando de mojados, creo que alguien aquí lo está y mucho, — dijo encarnando una ceja — y no me refiero a lo que es obvio. —

— Tienes razón, — asentí — necesito sexo. —

— ¡Punto para Cara! — exclamó victoriosa — Te lo dije, yo te conozco como cuando te dije que Ezra era todo un semental en la cama. —

— No ayudas. — respondí mientras me sentaba sobre el borde de la tina — ¿Crees que él quisiera esto? Es que digo, es excitante en el momento pero después me siento terrible... Siento que lo estoy engañando. —

— Jade, él estaría orgulloso de que siguieras con tu vida. — dijo con una sonrisa dulce mientras se sentaba a mi lado — Estaría en alguna parte del cuarto aplaudiendote por haber llevado las cosas de esta forma, nunca habría querido que te quedaras estancada.

» Él te amaba y tú a él, eran el tipo de pareja que te hacían desear tener una historia de amor, — respondió mientras posaba su mano sobre la mía, dándome aliento — pero ya no está aquí y tú sí, necesitas continuar. Eres joven, estas hermosa y tienes un cuerpo de envidia así que úsalo;  diviértete. —

— Lo sé, — asentí intentando soportar las lágrimas — pero no puedo evitarlo, es que... —

— ¿Por qué no salimos de fiesta esta noche? — preguntó con una sonrisa — Tu y yo contra todos los hombres de esta ciudad, aunque no vayamos a revolcarnos con ninguno al menos podrás disfrutar de una noche llena de alcohol y malas decisiones. —

— ¿Tu y yo? — pregunté frunciendo el ceño — ¿Y Ethan? —

— Nos peleamos, — respondió encogiéndose de hombros — yo me quede con el hermano estúpido. — masculló antes de reparar en mi mirada confundida — Perdón es que me molesta que inte nte controlarme cuando fue su idea tener esta relación abierta. —

— ¿Qué sucedió?

— ¿Por qué no te cuento mientras nos ponemos bonitas para salir? — preguntó con una sonrisa divertida — Después de que recojas este desmadre, — dijo con una mueca de asco — mientras que yo descanso un poco. —

Puse los ojos en blanco antes de asentir sonriendo. Tenía razón, necesitaba salir a disfrutar aunque fuera de un par de tragos.

— Cara. — dije llamando su atención antes de que desapareciera por el pasillo — si vuelves a llenar a mi hijo de chocolates te voy a asesinar. —

RAMÉ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora