-E-Eres real...e-estas aquí.- Hablo sin poder creerlo.

Minho sonrió y asintió.- Si, zanahoria, estoy aquí.

El pelinaranja se abalanzó y lo abrazó fuertemente siendo correspondido. Repentinamente se separó y lo abofeteó.

-¿¡Como te atreviste a hacernos esto!? ¿¡Sabes lo mal que lo pasamos!? ¡No! ¡Claro que no lo sabes! ¡Porque estabas ocupado viviendo la buena vida aquí en Mexico! ¡Siete años! ¡Siete putos años creyendo que habías muerto! ¿¡Y ahora!? ¿¡Apareces como si nada!? ¡No es justo! ¡Siquiera nos enviaste un mensaje de texto o una carta para decirnos que estabas vivo!- Gritó hablando rápido, de los cuatro era el único que se iba a atrever a decirle todo eso, y lo hizo haciendo que todos abrieran sus ojos por la sorpresa, y el pelinegro se frotara su mejilla que ahora se encontraba roja por el golpe.

-Dime ¿Que hubieran echo ustedes si les enviaba un texto diciéndoles que estaba vivo?- Pregunto Minho alzando una ceja.

-Pues...¡Buscarte por supuesto!- Gritó.

- Si y el mafioso se enteraría que estaba vivo y me vendría a buscar y matar con sus propias manos, no podía hacerlo. Como ya le dije a él enano, hay mucho que explicar y poco tiempo.- Suspiró.

Felix asintió.- Bueno, lo siento, es que fue un impulso.- Dije agachando su mirada.

Minho sonrió.- Tranquilo, me esperaba esto ya.

Los tres rieron, solo que dos con lágrimas aún en sus ojos.

Oí un suspiro a mi lado y noté como Seungmin también se levantaba e iba hasta el pelinegro.

Felix y Changbin se hicieron a un lado viendo la escena, antes de salir de prision se sabía que ambos tenían una rivalidad importante, y mayormente era por mi.

Seungmin se colocó frente a Minho y ambos se miraron por unos segundos, hasta que el primero extendió su mano hacia el pelinegro y este la tomó.

- Gracias por cuidarlo todos estos años.- Dijo Minho hablando de mi y Seungmin asintió haciéndose a un lado.

Y fue allí, nuestras miradas volvieron a conectarse, sus ojos cafés miraron los míos una vez más, y el miedo aún estaba en mi, y aún mi cerebro no respondía, aún mi corazón latía rápido, mis tripas se contenían y mi estómago daba un vuelco.

El se acercó unos pasos sin quitar su vista de mi, y yo sin quitar la vista de él, y estaba a unos seis pasos del sillón cuando mi cerebro hizo "click" y dejó que mi corazón sea quien guíe a mi cuerpo, no había dejado de llorar y parecía que no iba a dejar de hacerlo.

Trague duro y tomando aire me levanté, cada pisada que daba más cerca de él más mi corazón comenzaba a palpitar rápidamente, el nudo en mi garganta se desató y con el fuertes sollozos y más lágrimas, y fue allí que corrí, a un paso de distancia, fui hasta el y me entregué otra vez a esos brazos cálidos llamados hogar, lo abracé dejándome ser, sacando todo lo que había guardado estos diente años, y entregándome a él, como antes, como siempre.

Lo abracé sintiendo como correspondió al instante enrollando sus manos en mi cintura, escondí mi cabeza en su cuello llorando allí y ocultándome de los demás, sintiéndome protegido en aquel cuerpo. Porque volver a sentirlo hizo que todo volviera, todos los recuerdos, todos los momentos, todos los besos, los abrazos, las peleas, las reconciliaciones, el amor, el amor más puro que jamás sentí por nadie, tan loco, tan apasionado y tan simplemente perfecto, porque así me sentía cuando estaba con él, perfecto en mi imperfección.

Prófugos -Minsung-Where stories live. Discover now