capitulo i

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Son las 6 am, salgo de la cama aún cansada (anoche me acosté temprano pero no había logrado conciliar el sueño sino hasta bastante más tarde) sujeto mi larga y ondulada cabellera negra con un broche que tenía en mi mesita de luz y voy directo al baño.
Me doy una ducha que me ayuda a despertar un poco más, vaya que lo necesitaba, me lavo los dientes y mientras lo hago me veo la cara en el espejo que tengo en frente, no puedo evitar pensar que debo usar bastante corrector para discimular estas ojeras tan marcadas, gentileza de varias noches sin poder dormir bien.
Hago todo lo que puedo para esconder lo mejor posible estas ojeras y quedo satisfecha con el resultado, podría verme peor.
Hoy iría al trabajo mas temprano ya que debía tener listos algunos documentos para entregarselos a mi jefe, no vivía lejos del trabajo, de hecho iba caminando y de paso hacía ejercicio, no era muy fanática de hacer eso la verdad, de hecho era bastante sedentaria en ese aspecto, siempre tenía intenciones de comenzar una vida mas saludable, pero la pereza era mas fuerte.
A pesar de no llevar una vida de ejercicios y de comidas saludables, estaba en el rango de peso ideal para mi estatura de 1,63 metros, gracias netabolismo debo decir, tengo la piel trigueña y unos bonitos ojos cafés (lo que mas me gusta de mi misma son mis ojos). En general no era ninguna belleza exótica, pero yo me sentía bastante bonita.
Salgo de  casa rumbo al trabajo, vivo en el centro de la ciudad, una ubicación bastante privilegiada, había heredado ésta  propiedad de mis abuelos, soy la unica hija de un matrimonio acomodado, mi madre se llama Sara, al igual que yo pir cierto,  y mi padre David, me consintieron bastante de pequeña a la vez que me educaron muy bien, sin ser presumida, fui al mismo colegio desde mi primer día de clases hasta el ultimo, en la universidad estudié  economía y antes de terminar la carrera ya había conseguido un excelente trabajo, el cual aún conservaba, desde pequeña siempre fui muy independiente y decidida, lo que me proponía lo lograba.
Al llegar al trabajo enciendo la pc para terminar con los documentos que debía entregar, estoy a nada de terminarlos, pero quiero asegurarme de que todo esté correcto antes de entregarlo, así que al terminarlos les doy una última leída.
El día transcurrió con normalidad, estaba bastante más alegre que otros días puesto que hoy saldría de vacaciones y vaya que ya las necesitaba, sólo pensar que podría dormir media hora mas sin culpas me hacía sonreir, no me mal interpreten, amo mi trabajo, pero a quién no le gusta salir de vacaciones?.
De camino a casa paso por el supermercado, debía hacer algunas compras y como me queda de paso voy de una vez. Tomo uno de los carritos y  busco lo que necesito. Justo antes de formarme en una de las filas para pagar por mis compras veo a alguien que me parece familiar delante, en la fila, aunque no lo se, seguro habre visto a otra persona y la confundí, seguro ha sido un error, me paré medio de puntas, aún teniendo tacones, e intento verlo de nuevo, lo logro y me quedo un poco sorprendida, pero una sorpresa de las buenas. Hacía años que no lo veía, tantos que ya casi no lo recordaba, pero ahí estaba, en la fila del supermercado, era él, definitivamente era él, no lo había olvidado.

Amor en espera.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz