2.

17 2 1
                                    

A pesar de todo el daño que me causaste, seguí esperando como ilusa tu regreso a mis brazos, y todos me lo advirtieron; el vacío que se reflejaba en tus pupilas al mirarme era prueba suficiente para darme cuenta que debí cuidarme a mí misma desde un principio de tu red de engaños.

Versos con D: III.Where stories live. Discover now