Gemidos salían de aquella habitación, dos cuerpos se unían como uno solo.
Lucius miró con adoración el cuerpo sudoroso de su amante, había perdido su sentido con solo ver la cara de Peter mostrando su lujuria.
~Mierda bebe eres tan apretado~
Susurro Lucius, como pudo contenerse todos esos años.
~Luc...mnhg qui-quiero que ter-termines adentro de mi~
Dijo Peter entré gemidos, Lucius sonrío, sin pedir permiso besó los labios de su amante. Sus manos paseaba por aquel cuerpo que tanto lo vuelve loco.
Las piernas de Peter atraían más al hombre, las embestidas aumentan, el clímax se aproxima. Lucius se separa de aquella boca.
Con ferocidad muerde el cuello del castaño, el cual gime al sentir la mordida, Lucius no puede evitar terminar llenando el interior de Peter.
~LUCIUS~
Grita Peter al sentir el semen dentro de el, haciendo que se corriera manchando el vientre de ambos.
Lucius lame la sangre de la herida que le hizo a Peter. Besa el cuello del chico acercándose hasta sus labios.
~Te amo Peter~
Besa al chico con amor, dichoso de aquel encuentro apasionado.
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Parpadeo un par de veces hasta qué su vista pudo acostumbrarse a la luz de la habitación, miro alrededor no había nadie.
-Me iré a bañar y luego ire a desayunar- dijo Peter con pereza.
Lucius corta una rebanada de carne con elegancia, las camareras lo miran con emoción.
Era la primera vez que un hombre tan elegante y bien parecido llega a su hotel, a pesar de tener el pelo largo le daba un toqué de aristocracia.
-Oh buenos días Peter- dijo Lucius al chico que se acerca a la mesa.
Peter toma asiento cerca de Lucius -Buenos días también- dijo con vergüenza, bajo la mirada a la mesa aun le resulta difícil el mirar al hombre -Creo que fue un dia duro ayer verdad-
-¿Duro?- Lucius dejo sus utensilios en la mesa, se limpio con una servilleta y miró preocupado al chico -¿Te sientes mal?-
-Bueno no tanto pero me duele la cadera creo que es por cargar aquellas cajas- dijo Peter con una sonrisa nerviosa.
-Bueno solo terminamos la comida iremos a ver un doctor para ver si estas bien- dijo Lucius con preocupación.
Peter se nego varias veces como le era posible que su jefe hiciera eso por un empleado.
Lucius suspiro al escuchar las negativas de su asistente, bueno sentía culpa por el hecho de excederse toda la noche, a veces le era difícil no comérselo. Pidió otro desayuno para Peter.
Después de todo aun tienen dos días para arreglar el problema que dejó uno de los aurores... dos días para seguir follando a su maravilloso chico.
