DAWN OF THE RED IN THE CHRISTMAS VALLEY

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La muchacha caminaba, pasando por las briznas heladas cerca del Gran Valle. 

Con una capucha que oprimía sus orejitas, la no terrestre pretendía pasar desapercibida; consiguiendo la impresión errada por culpa de las criaturas indecibles. 

— Falta poco...

El frío helaba la comisura de sus labios, ocasionando que de sus palabras de apremio se viera el aliento que emanaba con un cálido halito blancuzco. 

Las criaturas del bosque correteaban de aquí para allá, notando a la muchacha reptar por un complicado pino de ladera primero y luego trepar por un muro de roca natural con sus firmes manos enguantadas sujetas con fiereza. 

Llegando a la cima, El Gran Valle se erigía ante las pupilas carmesí de la Lunaria, con una espesa tela de blancos copos que caían aprisa por la fina hierva color verde hoja empañando el postal ya de por si pálido.

La chica enarcó una mueca afable   

—El Gran Valle de "T"... las leyendas eran ciertas 

Las chozas eran de un color cristalino aguado, con las fachadas de espacios tipo ventanales cubiertas por un cristal transparente. Era curioso el hecho de que la piedra maciza de los hogares se presentían de un material cerámico, con arreglos artísticos muy a lo oriental.

La muchacha empezó su lenta caminata barriendo con la vista las casas que dejaba atrás. El frío le calaba, sus manos estaban frías y sus dedos aletargados al movimiento, sospechaba que si hubiera conflicto tardaría bastante en invocar sus celebres ráfagas de energía. Empezó a frotarlas por su capa amatista para ganar en calor. 

Siguiendo su curso, notó el lugar..., un gran edificio destacaba -si esa observación es posible- entre todo El Gran Valle. La cúpula transparentaba y dejaba ver el frío cielo nublado, el ovalado de los muros y la chimenea en forma de cuerno lograría darle un toque teólogo, de santo sacramento de no ser porque todo el "domo" estaba hecho del mismo material cerámico con ornamentos orientales, muy floreado.         

— El gran templo... será que aquí debo entregarlo, Kaguya?

En la honda espesura del valle miró al rededor y no encontró a nadie. Dejó de frotarse la congelada mano con el manto de su tierra y decidió adentrarse en el sagrado monasterio de origen desconocido. 

Nada mas llegar, un enorme grupo de seres con capucha le rodearon, cortando el paso. La chica se puso alerta, miró a todos con ojos analíticos, de una vez, el del centro empezó a hablar 

  —La emisaria de Lunaria?

La chica extendió la mano derecha y mostró una chapa en forma de circulo, el ser pensante volvió a hablar

—Es por aquí

Las figuras encapuchadas se giraron, acompañando los pasos del sujeto fonético, la chica se encaminó, volteando una vez para asegurarse de que no la seguían. 

El encapuchado abrió una puerta e invitó a la Lunaria a pasar. La chica con ojos rojos se acercó al centro de la habitación. El ser pensante volvió a hablar

—En seguida la atenderán

La chica contempló la habitación, nosotros nos entendemos al sentenciar parecerse al salón acogedor de una cabaña de leñador, aunque ella lo encontraría exótico. 

En la pared había insignias de todo tipo, una en especial estaba en una vitrina con el titulo "Primer premio"  junto a la placa dorada de una tetera. 

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⏰ Last updated: Dec 27, 2019 ⏰

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