SARAWAK

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LAS ORILLAS DE SARAWAK

Bien, hemos llegado a nuestro destino, es una isla bastante grande capaz de albergar a muchas más de 1000 personas fácilmente, pues era basta en territorio y en árboles frutales y muchas más cosas las cuales la hacían sin duda un paraíso en medio del agua.

Estando ya en la orilla alejados de otro grupo por así decirlo encontramos una caja de grandes dimensiones la cual estaba cerrada únicamente por una cuerda que le daba unas dos vueltas las cuales seguramente nos harían falta sin duda, al abrir la caja encontramos: 5 hachas, 4 machetes, 2 cuchillos, 20 mts de cuerda, dos cañas de pescar con todos sus aparejos además de 8 mochilas.

Toby: bien hemos llegado, chicos preparemos un refugio antes de que la noche caiga donde poder resguardarnos

-les decía a mis amigos mientras me equipaba una mochila un hacha y un machete-

Rubén: pero Toby no sabemos cómo hacer eso

-comentaba uno al tiempo que se equipaba una mochila y la cuerda -

Rin: ¿bueno que tan difícil debe ser construir un techo eh?

-decía al tiempo que se equipaba una mochila el hacha y machete-

Toby: en verdad no es nada difícil, pero si es mucho trabajo así que a comenzar

Dichas esas últimas palabras organice dos grupos, uno de 4 personas y otro de 3. Los cuatro de un grupo estaban destinados a traer agua y comida, así como leña, en mi grupo solo éramos tres personas que nos encargaríamos de hacer un refugio.

Toby: ¡bien es hora de ponernos en marcha ya sabe cada uno que debe hacer!

Dichas esas últimas palabras y organizados los grupos nos marchamos al interior de la isla adentrándonos en la selva para la labor de talar árboles y conseguir comida suficiente para unos días.

La tarea, aunque ardua seria provechosa y traería a nosotros gran satisfacción el saber que por nuestras manos teníamos un techo donde resguardarnos del sol y la lluvia, la cual amenazaba a caernos encima en el más inoportuno instante así que decidimos poner manos a la obra y acelerar nuestro lento avance con la tala de esos enormes árboles, pasadas las horas teníamos ya talados cerca de 5 árboles todos nos encontrábamos exhaustos.

Toby. ¡Bien! Estamos listos para irnos
Les respondía alegremente mientras amarrábamos los troncos con la cuerda que Rin traía consigo. El regreso al campamento fue tedioso y arduo, pero los frutos de nuestro trabajo serian bien recompensados, si es que lo hacíamos bien.

A unos metros de nuestro campamento comenzó una brisa, cosa que nos preocupaba.

Toby: Debemos darnos prisa parece que va a llover prontamente.

Les decía a mis amigos mientras llegábamos a nuestro lugar de resguardo iniciando a hacer los preparativos de nuestro fuerte, trazando en la tierra las bases de donde podríamos reposar noche con noche en nuestro reto. . . pasadas las horas y con un pequeño techo ya a duras penas sostenido por cuatro palos los cuales trabados firmemente en la tierra fungían como los cimientos de nuestro fuerte que comenzaría a tomar forma poco a poco, comenzamos a poner el techo hecho de hojas de palmeras que eran bastante buenas para cubrirnos de la lluvia que comenzaba a caer sobre nosotros.

Pasadas las horas llegaron los cuatro chicos a quienes mande por comida regresaban con unas dos cajas improvisadamente armadas llenas de fruta y como pudieron traían bastante agua, además de unas notas de otros campamentos invitándonos a formar una alianza, lo cual parecía realmente interesante... bien pues la alianza nos ayudaría a estar comunicados por cualquier cosa que se presentara.

A la mar mis valientesWhere stories live. Discover now