Alas Encerradas

Capitulo 1

Capítulo 1: ¿Dónde estoy?

No sé dónde estoy, de lo que estoy segura es que no quiero estar aquí, por lo que he decidido buscar una salida, me levanto para poder caminar con mis pies descalzos sobre el suelo extremadamente frió del cuarto donde no se me es posible ver absolutamente nada gracias a la poca luz.

Atientas logro encontrar una pequeña puerta donde puedo salir, introduciéndome así a una habitación con paredes de cristal con más iluminación que la anterior, de entre las esquinas de la habitación comenzó a salir una neblina espesa de color gris, toda esa neblina se dirigía a una de las paredes de donde más tarde salió un hombre de unos 40 años con el pelo un poco canoso y desordenado, llevaba puesta una camiseta de mangas largas de color blanca con líneas rojas, con unos pantalones azul marino, su cara no la pude definir ya que una fina capa de la neblina la cubría.

-¿Quién eres?-le pregunte.

-Me has olvidado muy rápido querida Erika ¿no crees?- me respondió dicho hombre, el cual no puedo recordar por más que me esforcé, y el hecho de que su cara este cubierta no me facilita la tarea.

Pero esa voz ya la había escuchado antes pero ¿a quién le pertenecía? era algo que aún no recordaba estuve un poca más de dos minutos dándole vuelta al tema.

-Nada enserio, me decepcionas pero para serte sincero lo imaginada, pero no te preocupes te ayudare a recordar- me decía mientras de entre la neblina sacaba un gran espejo de color dorado que en sus esquinas llevaba flores rojas.

En el reflejo que me proporcionaba aquel espejo, pude ver mis fríos y celestes ojos sin brillo alguno, mi pálida piel, mi pelo lacio de color castaño que me llegaba a la hasta la cintura, mis pies descalzos, llevaba una bata de hospital de la cual no me había percatado por la falta de iluminación en la anterior habitación, las pecas alrededor de toda la parte visible de mi cuerpo es decir mis brazos, mis piernas, mi cara en fin tal y como me recordaba. De un momento a otro el espejo fue perdiendo sus colores poco a poco hasta reducirse a nada, completamente oscuro, perduro así por unos minutos hasta que comenzó a tomar nuevamente sus colores con una única diferencia que no era yo la que el espejo reflejaba sino yo hace unas pocas semanas atrás.

Por alguna razón seguí observando la imagen aunque en realidad no quería volver a verla ya que el espejo me estaba mostrando mi peor pesadilla la que tristemente se había hecho mi realidad...

-Mama ¿Por qué nos detenemos?- pregunte

-Ya hemos llegado, este será nuestro nuevo hogar por un tiempo hasta que se olviden de nosotras - decía mama mientras me mostraba una vieja y pequeña cabaña que comparada con los lugares en los que hemos tenido que pasar la noche es un hermoso castillo, no imaginan donde hemos tenido que dormir estas dos semanas tratando de perder a los tipos que me están buscando.

Entramos a la cabaña donde solo había algunos muebles, una cama pequeña y una mini cocina, todas estas sucias por el polvo, dejamos nuestras mochilas al lado de la cama.

Una semana después...

-Creo que así es suficiente por hoy- decía mama, estábamos recolectando alimento, algunas frutas y cazando algunos animales pequeños, esto último no lo hacíamos seguido solo cuando no encontrábamos suficiente fruta para el día.

Mama se fue a nuestra pequeña cabaña, mientras yo que quede en el bosque practicando mi puntería con algunas dagas que tenía, me gustaba hacer esto cuando estaba estresada que era casi a diario gracias a la situación en la que nos encontramos mama y yo y los peligros que ha corrido mama por mi causa, por no entregarme a las personas que no se han cansado de buscarnos durante meses, cuando le preguntaba por qué no me dejaba ir con ellos me contestaba algo así "prefiero morir antes que dejarte ir, eres todo lo que me queda" o solamente me cambiaba el tema y no era que no teníamos más parientes vivos solo era que ellos no apoyaron a mama ni si quiera mi progenitor la apoyo le pareció mas fácil esfumarse de nuestras vivas.