Fango

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Se levanta y se deshace trata de ponerse en pie pero su consistencia lo vuelve a unir al suelo formando parte del charco del que quiere salir. Ve todo extraño, no sabe lo que ve -no sabe lo que es ver pero lo hace- Lo único que puede mirar es el cielo -que no sabe lo que es pero lo atrae- se trata de levantar pero es como si su cuerpo se deshiciera frágil, como si se rebelara cada partícula de su cuerpo y cada pequeña pieza se fuera en direcciones diferentes.

Una vez más se siente como un ente sin dimensiones en aquel lugar que no sabe lo que es. No tiene altura, no tiene profundidad solo es y no sabe qué hace ahí, pero sabe lo que tiene que hacer -instinto quizá o deseos de vivir no lo sabe y no importa- Vuelve una vez más, analiza -sin saber que lo está haciendo- Piensa que hizo mal -sin saber que está pensando-. Vuelve a hacer aquello de lo que no está seguro y se empieza a levantar, la figura extraña de una sola dimensión empieza a crecer, comienza a tener altura, su cuerpo va adquiriendo profundidad, lo está logrando y de repente al igual que una gota de agua contra una piedra, se deshace de nuevo.

Una vez más como una máquina que repite un proceso simple, empieza de nuevo el procedimiento: tensa todos los filamentos de su existencia y empieza a crecer, empieza a adquirir profundidad, esta vez llega más lejos y apéndices extraños se forman en la parte superior de su recién formado cuerpo, llega más alto que antes, está más cerca del cielo pero vuelve a sentir la terquedad de sus partículas y la rebelión de sus filamentos. Se deshace una vez más en una explosión sorda que lo devuelve al charco que lo ata. Ya no es una máquina que repite el proceso, ahora es Sísifo condenado a seguir creciendo y deshaciéndose para toda la eternidad.

Silencio, espera, y surge al fin la primera emoción. ¡Está experimentando su primera emoción! Le tiembla su ser, un vacío en su centro y una presión en toda su única dimensión que lo empuja al suelo. Está experimentando por primera vez y para el resto de su existencia: La Angustia.

Su mente -si es que la tiene- guiada por la angustia de quedarse así para siempre lo fuerza a realizar nuevamente el procedimiento y surge La Esperanza una sensación que lo guiara a lo largo de su existencia a terribles decepciones y rara vez a la ansiada felicidad -la cual no conoce, pero anhela- Se vuelve consiente de su existencia, no quiere ser un charco quiere ser real y empieza nuevamente, tensa sus filamentos, siente que sus partículas quieren rebelarse como si una fuerza las jalara en todas las direcciones pero las regresa con su voluntad, esta vez no se va a deshacer, lo siente, los extraños apéndices empiezan a aparecer toman forma mientras su parte inferior se divide en dos formando otros dos extraños apéndices que toman la forma adecuada para desplazarse, de repente todos los filamentos se empiezan a volver sólidos, las partículas se funden unas con otras, su color café desagradable se torna rosáceo y su viscosa forma se vuelve carnosa. ¡Está vivo! Su mente se vuelve consiente de lo que lo rodea y conoce por vez primera La Felicidad.

Empieza a moverse por el mundo que lo rodea, siente con sus extremidades todo lo que toca. De repente en el cielo sonidos extraños y un destello azul que baja hasta el suelo, silencio total por unos segundos y cae la primera gota de agua seguida de millones de otras iguales que lo tocan por todas partes, siente fascinación por lo que está ocurriendo a su alrededor. Mira su brazo y retorna la primera emoción que lo acompañara eternamente la angustia. Se está deshaciendo, las gotas de agua lo deshacen y su cuerpo regresa a la forma con la que empezó. Debe cubrirse -el instinto se lo dice- en frente una cueva, debe llegar hasta ahí y todo estará bien. La esperanza vuelve a su recién formado pecho. Corre mientras se deshace en un cumulo de grumosas masas que se tornan marrones. Se vuelve fango a tan solo unos centímetros de la cueva. Su mente empieza a desmoronarse, a retornar al estado primitivo en el que empezó, y mientras mira el cielo que no pudo alcanzar aprende la primera y única ley de la vida: "La vida no perdona jamás"

FangoWhere stories live. Discover now