🌊 D O S 🎴

5.8K 659 180
                                    

—Bienvenido Giyū

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Bienvenido Giyū.... —Me recibió Makomo recostada en el futón.

—Mhn...—Caminé hasta llegar a su lado y tomar asiento— ¿Ya te sientes mejor?

—Si, la fiebre ya está bajando —Dijo con una ligera sonrisa en su rostro.

Acerque mi mano a su frente para verificar si lo que decía era verdad.

—¿Volverás al entrenamiento una vez te recuperes? —Pregunté preocupado de que quisiera entrenar enseguida.

—Eso es lo que me gustaría pero Urokodaki-sensei me lo impedirá —Dijo entre risas— Estoy de segura de eso.

El recuerdo de Sabito amarrado y acostado en el futón llegó a mí. Ese día Urokodaki-san tuvo que amarrarlo para que mi amigo no escapara a las montañas a entrenar con esa fiebre que tenía.

Sabito podía llegar a ser bastante terco a veces.

—Siguen peleados esos dos, ¿cierto? —Habló despertándome de los recuerdos que me inundaban— Sabito debería pedir disculpas...

—Hablé con él y dijo que se disculparía pero... —Yo aún tenía mis dudas sobre...

—No crees que pida perdón, —Se río— tu cara me lo dice.

—Es demasiado orgulloso para decirlo —Una vez dije eso recordé la pelea que tuvieron esos dos.

—Tú tampoco estás de acuerdo con Urokodaki-sensei...

—¿Eh? —Confundido ante sus palabras, la miré.

—Al igual que Sabito tienes la misma sed de sangre. —Con una pequeña sonrisa cerró sus párpados— Tú también deseas cazar...

No podía confirmarlo pero en su voz podía oír un tono decaído. Su entrecejo estaba un poco fruncido y se quedó callada durante unos segundos, seguramente pensando.

Después de un corto tiempo volvió a hablar.

—Me preocupan... Me preocupan demasiado ustedes dos.

—¿Por qué...? —Pregunté queriendo saber el porqué de su preocupación.

—Ese odio que tienen a veces no les deja ver... Ese odio...podría algún día llevarlos a su perdición.

—¿De qué estás hablando? —Intenté decir sin elevar la voz pero no pude evitar que el tono fuera furioso.

¿Nos estaba diciendo que no odiáramos a los demonios?

¡¿Qué diablos?!

¡Ellos me arrebataron a mi única familia! ¡Fueron esos demonios los que estaban arrebatando y destruyendo todo lo que los humanos amábamos!

¡No habría compasión para esos monstruos come humanos!

—Dejemos el tema hasta aquí —Me levanté molesto— Tengo hambre y la comida se va a enfriar.

Poder amar |SabiTan/GiyuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora