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-george weasley 【air】
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Ya hace algunos meses ocurrió la batalla de Hogwarts, en la cual muchos seres queridos abandonaron este mundo como héroes, un ejemplo de ello Fred Weasley.
Desde entonces George, su gemelo, no a salido de su habitación (que también era la habitación de Fred) ni para comer.
Kali Ricci una gran amiga de los Weasley, especialmente de los gemelos estaba de visita en La Madriguera.
A la hora del almuerzo, Kali subió a llevarle comida a George. A llegar a la habitación nadie respondió. a los primeros golpes en la puerta, ni a los segundos, ni terceros. Kali pensó lo peor así que simplemente entro y vio al pelirrojo tendido en la cama boca arriba mirando pensativo el techo.
-Hola- dijo seco, sin siquiera voltearse a ver quien era.
-Hola, George- el chico volteo bruscamente. No esperaba encontrarse con la chica que le gustaba, de lo cual solo Fred estaba enterado. Mientras estaba hundido en sus pensamientos no noto que la castaña de mechas rojas se había sentado en la orilla de su cama.
George se sentó y la chica se acercó a él. Aquel repentino acercamiento debería de tensar a chico debido a sus sentimientos pero sentía tanto dolor por dentro que otras emociones no reaccionaban.
Kali no sabia que hacer, había silencio, no un silencio incomodo ni romántico, sino que simplemente silencio, de compañía, de comprensión, de apoyo. Sin dudarlo dos veces abrazo a su amigo porque comprendía su dolor, ya que ella también perdió a su otra mitad, perdió a su compañero de vida, perdió a su hermano mayor, Mark.
Al sentir sus brazos a su al rededor lo inundo un calor, el era de los pocos que conocía la historia de su hermano, que falleció cuando ellos estaban en tercer año.
Quizá pasaron horas, minutos o segundo pero ambos necesitaban ese reconfortante abrazo.
Ambos sabían lo que sentían, amor. Pero había tanta pena en sus corazones que cegó a los otros sentimientos.
Estuvieron así todo el día, en compañía del otro, sin decir ni una sola palabra.
Al día siguiente, despertaron juntos.
-¿Sabias que roncas muy fuerte?- dijo Kali.
Por primera vez desde la batalla George sonreía de verdad. Como extrañaba verlo sonreír.
-Iré a ducharme y cambiarme de ropa.
-Esta bien- dijo el pelirrojo sentándose en la cama.
La chica salio e hizo lo que anteriormente menciono, al bajar a desayunar, vio una escena que creería que no volvería a visualizar, George estaba aseado, vestido y con una sonrisa desayunando con su familia.
Pensó que seria mejor no preguntar para no arruinar el momento, y al parecer nadie pregunto por el drástico cambio de humor de George.
-¿Kali, podemos hablar afuera?- pregunto a la chica.
-Claro, George.
Fuera había una ligera brisa que hacia estremecerse a ambos.
-Es relajante esta brisa ¿no?- dijo el alto chico.
-Si- contesto ella, conocía lo suficiente a aquella persona como para saber que trataba de evitar el tema para el que habían salida a charlar, porque era bastante difícil creer que solo hablarían sobre la brisa.- ¿De qué querías hablar?
-Claro, sobre eso, solo te quería decir gracias- "gracias" ¿porque George Weasley, le daría las gracias?- Gracias por siempre ser mi amiga y la de mi hermano, gracias por ayudarnos con la decisión de dejar Hogwarts para empezar nuestro sueño de los Sortilegios Weasley, gracias por ayudarme a salir de mi habitación, gracias a ti estoy al aire libre hablando con la chica que me gusta desde segundo año. Pfff... demasiadas declaraciones por hoy.
-Desde segundo ¿en serio?- preguntó la chica extrañada- Tu me gustas desde tercero.
-¿De verdad? Wow... aunque ya me lo esperaba.
-¿Por que?
-Porque soy irresistible- dijo el guapo chico que se encontraba al lado de la morena, para luego reír un poco.
La chica correspondió a su risa- No sabes cuanto extrañaba oírte reír, es una risa bastante contagiosa. Podríamos sentarnos a charlar allá- dijo apuntando la cima de una colina.
- Lo que usted pida- dijo haciendo una reverencia.
Subieron la colina en silencio, pero no un silencio incomodo, sino mas bien pacifico.
Estando arriba se sentaron en la hierba. La brisa era cada vez mas fría.
-Esta oscureciendo y empieza a hacer frió.- dijo la castaña. Ante esto el chico la abrazo y a ella la inundo calor.
Para él, ese había sido el mejor día después de perder a su gemelo, aun no se sentía del todo bien, pero agradecía a la chica que tenia a su lado por ayudarlo a salir de su habitación, que ya empezaba a apestar.
Para ella, ese era un momento esperado por mucho tiempo, era un logro, había logrado sacar al chico que le gustaba desde tercero de su apestosa habitación.
En conclusión era uno de esos momentos que no querían que acabaran.
Se que no es muy bueno, pero tengan en consideración que esta es mi primera historia. Si hay faltas de ortografía me gustaría que me las hicieran saber.
