El placer de ser un inofensivo Villano

Primer paso

Hoy desperté con un tremendo dolor de cabeza, me sentía un poco confundida y desorientada, pero al cabo de unos segundos el dolor se fue y con mucho pesar exhale un largo y triste suspiro.

Toda mi vida eh sido "Meg", una chica tímida, introvertida y dulce, pero ahora me siento como una intrusa que repentinamente invade todo mi ser y cuyo único recuerdo es de esa sosa novela llamada "Por tu amor". En donde la protagonista femenina, enfrenta unas series de problemas ridículamente estúpidas e ilógicas, las cuales la mayoría de esos problemas son creados por su propia estupidez e ineptitud, sin embargo todo culpa caía en el supuesto "personaje villano", que resulta ser ¡¿YO?!

¡PERO QUE MIERDA ES ESTO!

Es decir me conozco lo suficiente como para no perder mi tiempo en todo eso, en lo que a mí me respecta solo tenía la mala suerte de estar en los momentos y lugares equivocados, cuando ocurrían dichosos eventos.

¿Pero porque era yo y no otro personaje de apoyo?

Ahora que recuerdo según la novela al inicio de la misma exprese mi admiración por el personaje masculino, sin mencionar la extraña combinación de mi tímida personalidad con mi mal gusto de vestir, da como resultado una persona siniestra y depresiva. Por lo que soy aquel personaje que fácilmente se identifica como villana... 

¡MALDITA SEA! ¡ESTO ES UNA BROMA DE MAL GUSTO! ¡HAY ALGÚN PROBLEMA SI ADMIRO A ALGUIEN! ¡NO PRECISAMENTE ME DEBE DE GUSTAR!

Por segunda vez volví a suspirar ante dicha situación, al menos no tengo un mal final o algo parecido, trate de consolarme, sin embargo no quiero esto para mi...

Afortunadamente aun hay tiempo suficiente antes de ingresar a mi primer año de universidad y que de inicio la novela, por lo que tengo un margen para cambiar mi destino.

Con el ánimo renovado, me incorpore alegremente y decidí hacer algunos discretos pero grandes cambios en mi yo actual. No quiero ser malinterpretada en un futuro, por mi personalidad introvertida, ni por mi forma de vestir.

Pensando en los principales problemas, decidí atacar el más fácil que es mi vestimenta, camine frente al gran espejo y rápidamente me quite mi pijama, quedando solamente en bragas, inspeccionándome de pies a cabeza.

-No veo nada malo en mi... no soy tan hermosa, pero me puedo considerar naturalmente bonita, siempre y cuando no cubra con mi cabello mi rostro-me dije, al mismo tiempo que ponía mi cabello tras la oreja- soy un poquito más alta que el promedio, estoy delgada y tengo las curvas en los lugares correctos...

Entonces... ¿cuál era el problema?

Sin recibir una respuesta alguna, ante mi interrogatorio, me propuse donar aquella ropa que no era adecuada para mí, aun en bragas me dirigí al closet y comencé a sacar sin piedad alguna toda esa ropa. Hasta llegar al punto que no tenia nada adecuado que ponerme.

Rayos, tan baja es mi autoestima.

-¿Es en serio?

Frustrada ante mi situación, con gran determinación debía proceder al siguiente paso, que era darme un cambio de imagen. Sin dudar más, corrí hacia el baño para darme una ducha rápida y me vestí la ropa menos deprimente que podía usar, una vez más me inspeccione en el gran espejo.

Dicen que cuando el hombre llego a la luna, fue un gran paso para la humanidad, pero para mí el primer paso estaba en el momento en que decidí cambiar.

Y sin mas preámbulos, salí de mi cuarto.

Para esto necesito ayuda y la más adecuada para todo esto es de un profesional llamada "Mamá"...