ʙᴇꜱᴏꜱ ᴅᴇ ᴘᴏʀ ᴍᴇᴅɪᴏ

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𝑪𝒂𝒆𝒓 𝒆𝒏 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒅𝒆
𝒃𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒑𝒐𝒓 𝒎𝒆𝒅𝒊𝒐.

Amaba los lunes, levantase temprano para arreglar su cabello, su rostro, sus ojos, sus labios, planchaba su uniforme y se colocaba crema perfumada, no salía del baño hasta obtener sus dientes blancos al igual que su linda piel de porcelana.
Nezuko debía ser estéticamente perfecta para sentarse en el primer asiento para tener la vista de ese hombre cuyos ojos nunca cruzaban los suyos.

Anhelaba que su mirada correspondiera la suya, pero jamás sucedía, Zenitsu le aconsejó mil veces que un romance así no podía terminar bien por la diferencia de edad, mientras que Inosuke la alienta a seguir adelante con su amorío. Agradecía a ambos por su apoyo, son como Tanjirō, dos pequeños hermanos, pero si de algo estaba segura era que su corazón no podía latir por nadie más que por ese oji azulado.

Lo que nadie sabe, es que una noche de verano, hace dos años atrás cuando ella tenía catorce, se encontró con un apuesto muchacho que salvó su vida. Un hombre le había robado el teléfono y él la salvo cuál príncipe de cuentos enfrentando al dragón y entregándole su pertenencia.
Esa misma noche, esos labios se entrelazaron cual trenzas del cabello más bello de este mundo.
Lastimosamente y luego de quedar en contacto, el primer día de clases fue realmente horrible para Giyuu, al saber que era su alumna, y ella, estaba realmente contenta de tenerlo ahí. Pero Nezuko comprendió que él no deseaba nada con ella. Pues el número fue cambiado y no la miraba nunca.

Dos años después, ella poseedora de diecisiete años y él de veintitrés ninguno ha dado un paso más allá de ese fogoso beso que compartieron en esa noche de verano.

Ella mordía sus labios cada vez que se acercaba para explicarle un tema que claramente entendió, pero que finge para poder tenerlo cerca. Observaba detalles que nadie más podía ver, como ese lunar atrás de su oreja.

¿Por qué jamás la mira a los ojos? Eso se preguntaba mientras mordía su lápiz con rabia. Tal vez era la única adolescente que amaba los lunes, porque por tres horas podía observar al hombre que le robó el corazón.
Aún recuerda esa noche aunque años hayan pasado.

Cuando Zenitsu le dijo -Que alegria que falten sólo cuatro meses para terminar la escuela.

Comprendió que quedaban cuatro meses para ver a su profesor, y que luego no tendría otra oportunidad.

El timbre sonó y mucho comenzaron a guardar sus cosas para irse lo más rápido posible. Giyuu borraba el pizarron, al darse vuelta se dio cuenta que una alumna seguía ahí. El ambiente se teñía de rosa y naranja alertando la tarde.

-Está anocheciendo, -Se dirige a su escritorio para evitar verla y guardar sus libros en su bolso negro
-¿No deberías ir a casa?-Estaba preocupado, no quería que nada le ocurra.

-¿Por qué no me miras a los ojos?-Preguntó sin rodeos, debía ser directa o jamás podría estar con él de nuevo.

-No se de que estás hablando Kamado.

-Si lo sabes... -Se acerca pero no logra obtener su mirada, él sigue guardando sus cosas-hace dos años, en ese bar... hablamos y hablamos... de pronto nos besamos, y no me llamaste más.

Siguió guardando sus cosas-No se de que-

-¡Por favor mírame! -Pidió con lagrimas amenazando por salir.

Giyuu traga en seco poniéndose nervioso, ella puede notar cierta roces en las mejillas del oji azul. Y él, con un gran esfuerzo entonces mira esos ojos prohibidos, ese majestuoso color violáceo que vio aquella noche, y cayó rendido como una hoja en pleno otoño.
Cuando sus ojos se cruzan, él no puede evitar tomarla por sorpresa, posando sus manos en sus mejillas para luego inclinarse y besarla como aquella vez.

Ella, con sus ojos aún abiertos no podía dar crédito a lo que pasaba, mucho menos podía dar una explicación a lo que ocurría en su interior. Quizás magia o algo realmente sublime dentro de su ser.
Apretó sus ojos, Giyuu mete su lengua y la danza con la suya, un intercambio de saliva que hacía ese beso más fogoso. Nezuko intento seguirle el ritmo, y con sus brazos temblorosos los envuelve alrededor de su cuello para atraerlo más a ella, para que no la suelte nunca más.

Esas ganas contenidas de dos años cayeron en una tarde de primavera, los dos, solos en ese salón.

Se separó de sus labios de fresa para respirar en su cuello, y comenzar a chuparlo dejando su marca violácea oscura ahí. Ahora era suya, y un gemido sale de esos labios provocando que el chupe con más fuerza. Ella lleva sus manos hacia el sedoso cabello para entrelazarlos y tirar de este. -G-Giyuu...

Siempre sintió celos de sus compañeros de clase, de Inosuke y Zenitsu quienes siempre tenían la suerte de estar a su lado libremente sin ser juzgados.

Una vez finalizó de hacer su marca. Toma su cintura y lo atrae hacia él. -Sabes que esto está prohibido

-S-si-Dijo entre suspiros y con un rubor enorme en sus mejillas.-Pero... en verdad me gustas. Y quiero hacer esto.

-¿Esto?-Pregunto con algo de dudas

Mirando de soslayo a otro punto sin verlo le dice avergonzada -E-Estás duro Giyuu...

Suelta su cintura y se sienta en aquel escritorio.
-Mierda -Pensó en su mente

No podía hacer nada con ella. Es menor.

-Jamás haremos nada de eso-Aclara serio apoyándose en aquel escritorio vacío

Alza su cabeza -P-pero quiero que lo hagas. Quiero que seas tú, quiero porque te amo.-Se acerca para alzar una mano y acariciar su mejilla. -estoy muy consciente... así que hazlo ahora.

-Nezuko...-No podía hacerlo, moralmente no podía ni tocarla. -este beso fue un error. Esto está mal, así que olvida todo esto.

-Pero me besaste

-No tiene nada que ver.

-Pero me besaste -Volvió a retrucarle -si me besaste dos veces fue porque querías hacerlo. No puedes decirme que la diferencia de edad es mucha, eres joven, yo también lo soy, cumpliré dieciocho dentro de poco.

-No dejare que lo hagas, debes enamorarte de alguien de tu edad. La gente lo ve mal.

-¿Mal? Tu me salvaste Giyuu, no me importa lo que los demás digan, ¿Lo que yo siento no importa?-Se acerca a sus labios para besarlos con ternura, y se separa un poco, -Me hiciste una marca en el cuello... soy tuya ahora y no puedes hacer nada para impedirlo.

-Testaruda -Dice más como un alago,

-Te amo Giyuu, espero que algún día entiendas mis sentimientos.

Sabiendo que ella no obtendría un no como respuesta le propone-... si vamos a hacer esto entonces deberás esperar a que termine el año. Y si aún lo deseas te pediré formalmente que seas mi novia.

-Faltan seis meses, ¿Me harás esperar más?

-No hay trato entonces

-Jugaremos a tu juego, pero también al mío. Así que quiero besos de por medio. Sino no hay trato

Esa oferta tan tentadora no podía negarla-Puedo hacer la excepción.



ꜰɪɴ

𝐃𝐚𝐞𝐦𝐨𝐧 𝐥𝐨𝐯𝐞 | 𝐆𝐢𝐲𝐮𝐧𝐞𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora