Amor al estilo friki (yaoi)

el inicio en una convención Otaku.

—¿por qué hiciste eso?—grité enojado.

—¿por qué eres tan kawaii cuando te enojas?—su tono había cambiado a uno con mucha mas compostura y seriedad.

—¡pero ese fue mi primer beso!—dije sonrojado y triste—yo quería dárselo a alguien especial para mi—dije mirando el suelo.

En ese momento vi que Zero se sorprendió, me pidió disculpas por lo que había hecho y en ese momento me dijo:

—pues entonces déjame ser alguién especial para ti—su sonrisa era grande y brillante, seguro era así con todos.

—pero si apenas nos conocimos ademas ni siquiera sabes mi nombre—dije enojado.

—yo si te conozco, vamos en el mismo instituto solo que en diferentes cursos, se que te llamas Toby y siempre me haz parecido interesante y muy tierno, ver tus expresiones hace que me des más curiosidad—dijo mirándome fijamente y volviendo a la expresión seria.

—¿que? ¡eso es tan raro!—exclamé un poco cansado.

—es mentira—dijo Zero riendo.

Y a mi me apareció esa típica gota en la cabeza que les sale a los animes, esto era como una especie un Yuzan, pero mucho mas alocado y raro.

—¡tonto, todos juegan conmigo!­—dije enojado y sin darme cuenta cuando voltee, sin querer, choqué con un chico que estaba detrás de mí, haciendo que el todos los fideos que tenía en su tazón se le derramase en la ropa manchándome a mi también.

—¡oye ten mas cuidado, idiota!-dijo el chico mirandome enojado.

—l-lo siento...—tartamudee asustado, el chico era extremadamente alto y su voz y cuerpo eran muy gruesos.

—hermanito, ya estas metido en problemas—dijo Zero abrazándome por los hombros acercándome a su cuerpo mientras sonreía.

—¿hermanito?—pregunté confundido mientras trataba de quitármelo de encima.

—vayámonos ya—dijo Zero sonriendo mientras me tomaba por un brazo y me empujaba—ven, vamos a mi casa para que te limpies—esta vez tenía una mirada parecida a la de Yuzan hoy en la mañana-

—b-bien...—yo asentí con la cabeza mientras lo miraba con desconfianza y timidez

Cuando llegamos a su casa (mas bien era un departamento) Zero abrió la puerta y cuando entramos había un chico sentado en el sillón con un libro, el libro se llamaba "cazadores de sombras" el chico tenía una cara seria aunque se parecía a Zero, solo que mas bajo y con aspecto mas recto y aburrido.

—el es mi hermanito Haru—dijo Zero señalándolo.

—Hola—dije moviendo la mano para al menos parecerle simpático teniendo en cuenta su posible personalidad.

—hola—dijo con una pequeña sonrisa, dudas resueltas, ¡es un amor!—¿que te paso en la ropa?—preguntó con curiosidad.

—Yo...—murmuré apenas.

—se mancho con sopa de fideos—interrumpió Zero rápido mientras me tomaba de un brazo y me llevaba a una habitación.

—Zero, no quiero que traigas a chicos para tener sexo salvaje en nuestra casa de nuevo ¿si?—dijo Haru alzando una ceja.

—¿¡que?!—medio grite aterrado.

—es solo una broma de Haru—dijo Zero incomodo y sonrojado.

Luego de limpiarme y ponerme una ropa de Zero (que me quedaba al menos 3 tallas mas grandes) vi que estaba sentado en el suelo mientras jugaba con su play station , noté que me quedo mirando de pies a cabeza.

—es lo mas pequeño que encontré en mi ropa—dijo con cara de que era mentira.

—gracias—dije agachando la cabeza mientras me sentaba a su lado.

—¿sabes jugar?—preguntó mirando el control de la consola.

—em... no...—respondí.

—ven, siéntate aquí—dijo abriendo las piernas y abriendo los brazos para acomodarme, me senté ahí aunque no se por qué, luego puso sus brazos al rededor de mi cuerpo poniendo su cabeza en mi cuello, sientiendo su respiración en mi nuca, después me paso el control y puso sus manos sobre  las mías.

—¿estás listo?—preguntó poniendo firmeza de sus manos sobre las mías.

—si-dije asustado.

cuando pasé un poco los nervios me fije (por primera vez) en el juego, porno, fue lo primero que vino a mi mente.

—¿¡que es esto?!—exclamé gritando.

—es uno de mis juegos favoritos—dijo abrazándome—pero si no te gusta jugar vídeo juegos podemos ponerlo en practica nosotros—esta vez me puso en el piso recostado y el sobre mi.

—olvídalo—dije cortante y asustado.

en ese justo momento entró Haru a la habitación.

—¿que estas haciendo, Zero?—preguntó serio, como de costumbre, y con la cabeza en la mano en forma de decepción.