Historia de una chica con depresión en este mundo

Primera Noche

Pensando en títulos, expresiones y palabras; mi cerebro puede organizar mejor el caos que lleva dentro, tiene ese lado artístico muy encendido y por ende le importa que todo lo que escriba suene bonito, al igual que todo en mi vida. Muchas veces esa tarea suele complicarse bastante, sobretodo en los malos momentos, sobretodo cuando el caos lo controla. 

La honestidad será liberadora o al menos eso espero que lo sea, poder decir lo que quiera, pensar lo que quiera y expresar lo que quiera. Mentir me parece exhausto, para mi es cómo nadar, por un rato puedes hacerlo muy bien pero tarde o temprano necesitas salir del agua. Además que la mentira no deja de existir jamás, aquello que negaste o guardaste te persigue. Todas las lagrimas que alguna vez almacene en mí, jamás desaparecieron y simplemente se hundieron en el fondo de mi ser hasta que comencé ahogarme. Toda la rabia que sentí y guarde, se fermentó. Todas las cosas que quise hacer pero jamás me atreví, se solidificaron en mi cuerpo añadiendo kilos de peso extra e inservibles. Por eso si algo puede decir con seguridad, es que no hay que mentir o guardarte las cosas. 

No es la primera noche que no puedo dormir, pero si una de las primeras que acepté que será así. Los pensamiento llegan sin permiso alguno, de preocupaciones, casos hipotéticos, dudas existenciales, ya saben las cosas de siempre que no permiten que cierres los ojos con paz. Y es que cómo se supone que duerma, si es que pienso en cómo y en el día que mis padres mueran. Mi corazón se contrae ante la idea y la angustia se apodera de él. Luego aparecen pensamientos de cómo no consigo dinero suficiente para vivir y admiro desde donde estoy, la enorme lejanía en la que se encuentran mis sueños, inalcanzables. Ahora es el turno del tiempo; mi mayor miedo, me doy cuenta que es imposible alcanzar cualquier sueño porque ya tengo 23 años y perdí una etapa importante de mi vida, el tiempo jamás regresa. El dolor de perder este momento que jamás volverá y que extrañaré, al igual que tantos momentos que pasaron. Nunca más volveré a ser estar joven con un moretón en la rodilla, en su pijama favorita de Mickey, acostada en su cama con sus peluches que adora porque son de sus películas favoritas, mientras sus padres ven televisión abrazados en su cuarto y sus hermanos están roncando en las habitaciones continuas, su abuelo duerme tranquilo y despertara apenas salga el sol para tomar su café. Jamás podré volver a este momento cuando haya pasado, cómo no puedo volver a cuando mi abuelita me llevaba de la mano a los 9 años o cuando salía a pasear a mi hiperactiva cachorra Husky. El tiempo es una pesadilla cuando tienes estos pensamientos, sobretodo en la noche silenciosa, cuando no hay nada que pueda alejarte de estos.