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-Jared, ya están casi todos los invitados.

-¿Hu?

Emma lo encontró sentado sobre una mesita de su habitación, entrando después de haber tocado y no obtener respuesta. Tenía una guitarra en manos y un par de hojas a los pies, con alguna letra garabateada en la esquina.

-Que ya llegaron casi todos. Por si lo olvidabas, hoy se suponía que darías una fiesta.

-Oh, cierto. Lo siento, sólo… no podía irme sin escribir esto. Es algo que surgió de repente y no me lo podía sacar de la cabeza.

Su asistente y ahora compañera de negocios sólo negó suavemente con la cabeza, y se retiró de la habitación. A veces se preguntaba que hubiera hecho de no tener a alguien como Emma a su servicio, una persona que no se molestaba aún cuando él mismo adoptaba ciertas conductas que lo ameritaban.

***

Supo que Jared había llegado cuando la atención de casi toda la sala se desvió hacia cierta dirección. Casi toda excepto por los chicos que estaban con él, quienes hablaban de dios sabe qué historia, que incluía una vaca y un par de esquís. Luego, se encontró con la mirada azul del actor, que lo observaba desde el otro extremo de la estancia, sonriendo. Le devolvió el gesto y éste comenzó a dirigirse hacia donde estaban.

-Hey chicos- les dijo cuando llegó. Al momento en que Jared saludó a Shannon pudo escuchar un ‘ya basta’ sofocado por el abrazo del baterista, y sonrió levemente, ya familiarizado con ello.

Después Jared lo abrazó rápidamente, susurrando un ‘me alegra que estés aquí’ contra su oído. Una vez sentados, la conversación se volcó hacia otros temas como caminatas por las colinas de los Ángeles, nuevas exposiciones en galerías de arte, instrumentos musicales y cafeterías que planeaban visitar. Muy de vez en cuando, intervenía con un comentario, y era respondido de manera entusiasta. Sin duda, eran un grupo de personas muy amigable, y aunque no hubiese venido nunca, sintió como si fueran en realidad viejos conocidos.

-Hey, ¿no quieres algo de beber?- Shannon preguntó de repente, después tomar un sorbo de su taza de café.

-Eh, sí. Estaría bien.

-Espera aquí.

-No… yo puedo ir a buscarlo, sólo dime hacia donde- detuvo al baterista cuando este había comenzado a levantarse. La razón era que no quería ser molesto; y por otro lado, aunque nunca había sido entrometido… tenía mucha curiosidad por conocer la casa del actor.

-Sólo tienes que cruzar por allí y llegas a la cocina.

-Ok.

Se levantó y estiró un poco antes de avanzar, sorteando las pocas personas en el camino. Una chica de cabello largo y negro y labios gruesos le sonrió, y como si adivinara lo que buscaba, comenzó a hablarle.

-¿Gustas algo de beber? Hay té y agua mineral en el refrigerador. Aunque yo no tocaría el café si fuera tú, no si no quieres meterte con Shannon.

-Eh, sí gracias- no pudo evitar responder la broma con una sonrisa.

-Aquí tienes- le extendió un vaso- por cierto, mi nombre es Dai.

-Gracias, que amable.

Ella y otro chico se retiraron de la cocina, dejándolo relativamente solo. Dio un vistazo general de la habitación, notando que era bastante sencilla. Lo que más sobresalía era el montón de premios colocados junto a la ventana. Se acercó y comenzó a leer los nombres. La gran mayoría eran de la banda, otros del mismo Jared. Y claro, estaba el impresionante Oscar con su placa dorada y una peculiar abolladura. Lo tomó, admirando la brillante estatuilla.

Stay (oneshot)Where stories live. Discover now