Stay

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No había esperado un recibimiento tan cálido, ni una fiesta tan tranquila y entretenida como esta.

Cuando fue invitado por el mismo Jared hacía unos días en un evento en esta ciudad, pensó que sería una de las salvajes y disparatadas fiestas de estrellas de rock. Pues había estado totalmente equivocado. A pesar de que sólo llevaba jeans y una camiseta con sudadera, se sentía perfectamente cómodo, ya que la mayoría de los asistentes vestían casi lo mismo. Aunque claro, las prendas de los integrantes de la banda eran negras en su mayoría. Y bueno, quizás lo único que lo atemorizó fue el hermano de Jared. Si bien su estatura no era tan intimidante, sus brazos tatuados y el atuendo de mezclilla y cuero eran más que suficientes para saber que era mejor no meterse en problemas con él. Pero nunca iba a imaginar que en realidad era más reservado, y que daba unos abrazos descomunales.

-Hombre, casi lo partes en dos.

Se burlaba el guitarrista, que por cierto tenía a un pequeño perro en sus piernas.

-Lo siento, considéralo un abrazo de bienvenida.

El mayor de los Leto contestó sonriendo y le pasó una de sus enormes manos por el cabello, despeinándolo. Después ambos hombres se echaron a reír. ¿Se veía en serio tan gracioso?

-Tranquilo, no se ríen de ti- Un chico de cabello rizado y alborotado le palmeó la espalda, brindándole una sonrisa reconfortante.

-Entonces creo que me perdí el chiste.

-Aquí nadie sabe de qué se ríen. Sólo sigue la corriente.

Está bien, quizá los chicos de la banda si eran un tanto peculiares.

Después de treinta minutos allí, no había ni una seña de Jared. Trataba de disimular mientras observaba por todos lados. Cuadros, esculturas, cráneos, unos dibujitos de fantasmas rojos y blancos –que en su opinión se veían hasta divertidos- y numerosas frases y garabatos constituían la decoración de la casa. La mesa estaba abarrotada de libros y tazas de café, y puñados de gente estaban esparcidos por aquí y por allá. Como no conocía a la mayoría, permaneció sentado escuchando la discusión del chico de cabellera rizada, que parecía llamarse Jamie, y de Tomo, el guitarrista, sobre un partido pasado de básquetbol. Trataba de aprenderse los nombres, repitiéndolos en su cabeza. Se inclinó hacia la mesilla y tomó un puñado de cerezas de un bowl que descansaba sobre un volumen grueso y azul de pasta dura.

-¿Hey, alguien sabe dónde está Jay?- intervino una chica rubia y delgada.- Necesito mostrarle el mensaje de los chicos de marketing.

-De seguro está arriba quitándose los rulos del cabello- contestó Shannon, que se sentó justo junto a él y pasó un brazo por detrás de su respaldo.

Tomo volvió a reír y esta vez todos se le unieron, incluido Zedd. La chica giró los ojos y se fue con una sonrisita. Vio cómo Shannon lo miraba y después lo escuchó dirigiéndose a él, un poco demasiado cerca para su gusto.

-Dime, ¿has escuchado lo nuevo de deadmau5?

-Huh, sí de hecho. Si no me equivoco viene este mes. ¿Planeas verlo?

-Estuve discutiéndolo con Jar y creo que iremos juntos.

Habían encontrado un tema en común. Ahora, integrado en una conversación, se permitió relajarse verdaderamente y disfrutar de la compañía.

Stay (oneshot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora