CAPITULO 2: ESTRELLA

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BELLA

— ¿Bella?— escuché la voz melodiosa de Alice, que venía dando suaves saltos. Su caminar parecía el de una hoja al viento. Era lo único que le envidiaba, yo tenía fuerza pero lamentablemente mi agilidad y destreza no eran muy buenas cuando no estaba luchando. A veces podía caerme y tropezar si no me concentraba en lo que hacía.

— ¿Alguna novedad? ¿Regresó Emmett de Sajonia?— le pregunté. Mi general de batalla era el único hombre que toleraba cerca de mí. Por su carácter juguetón y su sonrisa traviesa. Parecía un niño salvo cuando peleaba.

—No. Pero el embajador de Burgundia está aquí— me dijo algo confundida.

— ¿Declaratoria de guerra?— me levante furiosa del muro donde me hallaba sentada. Ella sonrió pícaramente.

—Declaratoria si pero no de guerra. Baja rápido que no me lo quiero perder— salió corriendo.

¿De qué me valía que pudiera ver trozos del futuro si sólo me decía lo que le daba la gana? Sonreí. Nunca me podría molestar con mi única amiga.

Bajé con cuidado y llegué al gran salón dónde un hombre alto y rubio me esperaba.

—Buen día reina de reinas— se inclinó. Apenas lo miré, me distraje observando por una ventana, indiferente a su presencia.

—Soy Peter, embajador y mejor amigo del rey Jasper de Burgundia— se presentó.

No me impactó ni un poco, había oído hablar del tal rey Jasper, uno de tantos reyes de las costas.

—Mi señor me envía con una gran misión. Tengo el honor de portar una petición real de matrimonio— me giré a ver como aquel hombrecillo insignificante sonreía como si me trajera una buena noticia. Crucé la  habitación furiosa y lo levanté de las solapas de su traje fino con una sola mano.

—Pues dile a tu rey que tenga el valor de venir ante mí y pedírmelo cara a cara— le dije conteniéndome. Podría destrozar su cráneo pero el tal reyecito no sabría que lo había despreciado. Sería mejor dejar ir al mensajero.

— ¿Entonces atenderá su proposición de matrimonio si él en persona viene a pedírselo?— gimió.

—Claro. Lo atenderé pero no creo que salga completo de aquí— sonreí. — ¿Cómo se le ocurre a un simple rey pensar si quiera que me casaré sólo con proponérmelo? ¿Quién cree que soy?— le dije más calmada.

—Es una mujer muy bella, como su nombre— dijo él.

Lo aventé hasta el otro lado del salón sobre unos cojines que seguramente Alice habría puesto allí.

—Pues dile a tu rey que no soy una mujer cualquiera a la que se le manda una proposición matrimonial. Hubiera recibido mejor una declaración de guerra— le grité y salí de allí.

Estúpidos hombres ya les enseñaría yo.

Y lamentablemente no fue la única propuesta matrimonial que tuve que oír. El Rey Mike de Sajonia, el rey Tyler de Marruecos y hasta un rey Erik de las lejanas tierras de Catay enviaron sus proposiciones.

Parece que la primavera es el momento propicio para el romance humano, muchas de las doncellas a mi servicio pedían permisos para salir con pajes y se celebraron dos matrimonios. No sé que le veían al amor.

Una tarde en que sacaba filo a mi espada Alice entro en trance, pocas veces lo hacía desde que tenía forma humana.

—La estrella que matará al dragón viene en camino. Tocará tierra al sur, más allá de las aguas hirvientes... en el bosque solitario, el día de la luna llena—casi se desplomó en mis brazos.

VALKIRIA -Terminado-Where stories live. Discover now