☁️prologo🌫️

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Una niña, despertaba de un sueño donde todo era borroso, un vacío negro, nada de lo que presumir o darle importancia, solo eso, parecía que había un montón de piezas de rompecabezas regadas por el piso.

Se levantó, o eso intento, su cuerpo era y es demasiado débil, eso mismo noto como no se pudo ni levantar, su cabello blanco como la nieve estaba esparcido por su espalda y deslizándose por sobre sus hombros, la albina pudo notar la suavidad del mismo, sus ojos eran un rosa blanquecino, sus pestañas blancas, mejillas ligeramente rosadas así como sus suaves y delicados labios. Algún rato después, pudo reconocer en que tipo de lugar estaba, era un bosque, frío y callado. Observó a sus alrededores con una mirada tranquila, su vestido blanco protegía sus rodillas de lastimarse.

-un bosque.. o eso recuerdo..

Decía con dudas, ni recordaba muchas cosas que algo en ella le parecía.. importante? No estaba segura de eso.

[...]

Horas después pensando en que podría hacer, sus oídos lograron captar el ruido de ojas crujiendo, volteó a la dirección de aquel ruido instintivamente, mirando atenta, no esperaba sobrevivir.

Su sorpresa llegó al ver a dos jóvenes, uno de cabello rebelde y naranja con una máscara de algún animal que su mente no alcanzaba a reconocer, atrás de el muchacho apareció una jovencita, más baja que el que está al lado suyo, de ojos azules cabello negro y corto también tenía una máscara pero tenía flores azules pintadas de adorno tal vez.

-...

La albina permaneció un silenció al igual que los otros dos recién presentes, el silencio duro solo otros segundos, hasta que la de ojos azules hablo con dulzura.

- ¿te has perdido pequeña?

No quitó esa sonrisa.
La menor permaneció en su silencio, hasta obtener la confianza de negar con la cabeza.

- ¿Entonces conoces el camino a tu casa?

Volvió a negar, ni siquiera sabía si ella misma tenía nombre.

La de cabellos negros ladeó su cabeza confundida. La niña se limitó a dar una respuesta clara.

- solo.., no se.

El de cabello anaranjado miraba atento, por más que no se demostrará estaba igual de confundido.

A pesar de que la conversación no duró mucho, el mismo que permaneció callado y aún con esa máscara, ayudó a la nena a bajar a un lugar más cálido, ella por alguna razón podía sentir algo raro en ellos, como si ya no fueran parte de este mundo, sus cuerpos no transmitían tanto calor como la de un vivo, entonces comprendió que gente muerta le ayudaba.

No paso mucho para llegar más abajo en la montaña ella ya no sentía tanto frío y se sentía con más fuerza para respirar.

- gracias

La albina permanecía con una voz calmada.

- no tienes porqué agradecernos.

Le sonrió una vez más la de cabello negro.

- bueno..em..

La de cabellos blancos paro unos momentos sin saber el nombre de ambos o en este caso concreto el de la chica.

- Makomo.

[•••]

Pasó un día después de aquello, se las tuvo que arreglar para comer y beber agua así como para no mojarse en la lluvia.

Ahora se encontraba bajo un pequeño tronco con un hueco, ese es su "refugio", pudo sentir como alguien la miraba fijamente desde hace unas horas, no podía hacer nada al respecto y la lo había afrontado.
Aquella cosa o persona que la miraba salió de los arbustos con una mirada hambrienta, tenía colmillos grandes, de inmediato dedujo que no era humano

La lluvia caía sin piedad, ella le abrió los brazos como si pidiera que viniera con ella, la niña podía sentir una tristeza profunda dentro de aquella persona enfrente de ella.

El demonio abrió los ojos sorprendido, podía sentir una calidez emanando de aquella pequeña, sus lágrimas no tardaron en aparecer, de un segundo para otro, ya estaba abrazando a la nena, llorando, sentía una profunda culpa y arrepentimiento, había comido muchas personas.

Por parte de la albina, sintió compasión, no lo juzgo, no se enojó, solo lo abrazó acariciando el cabello del chico.

- has hecho daño a muchos¿no?

Su voz era cálida, dulce, eso tranquilizaba al demonio que abrazo, en cierta forma, porqué ese ente sabía que no le haría daño alguno.

- eh comido mucha gente.. eh sido convertido en este monstruo.

Decía entre sus sollozos aquel demonio, la albina no paraba de acariciar con delicadeza la cabeza del contrario.

- puedo ayudarte..

No sabía porque, pero estaba segura de que podía ayudarlo, podría limpiar sus pecados de forma que de sentiría bien, seguro y calmado.

El demonio alzó la cabeza mirando a los ojos a la niña albina que lo consolaba.

- solo si prometes algo..

El demonio asintió sin duda alguna.

- acompañame, lo que sea necesario, tal vez sea un proceso largo pero te prometo que ayudará a redimirte.

Una pequeña sonrisa apreció en el pálido rostro de aquélla niña.

El demonio se inclinó ante ella.

-lo prometo..

Se detuvo, no sabía su nombre, y ella tampoco sabía cuál es su propio nombre, pero no sabía porqué dijo:

- Ai.

- yo Fukui Hideki cumpliré mi promesa de acompañarla y protegerla, Ai-san.

Ai, acarició otra vez la cabeza del chico.

Tal vez así iniciaría su vida en este tan extraño mundo para ella.

Ese demonio la acompañaría a cambio de darle ayuda.


A la lejanía ambos chicos la miraban asombrados, logró "domar" a un demonio, algo en ellos decía, estará bien ahora que está con el.

- ya no tendrás que preocuparte demasiado Sabito.

- esa pequeña caída del cielo, los ayudará, eso tengo claro.

- tienes razón.

- hora de irnos Makomo.


☁️

P r o lo g o
F i n
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⌞空から落ちた少女⌟⃝☁️༄ || ᵏⁱᵐᵉᵗˢᵘ ⁿᵒ ʸᵃⁱᵇᵃ.Where stories live. Discover now