14/FEBRERO/2019

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 -. Hey, tienes que salir, es día de los enamorados, quedarte en tu casa a sufrir por un imbécil que no te valora no es una opción. -. Escucho la enérgica y molesta voz de Nina a través del celular, el día más romántico del año, el día más feliz y comercial del año, no es el di mas feliz del año si unos días antes te rompieron el corazón, mucho menos si sigues con el idiota que lo hizo.

-.No iré a ninguna parte, iré a la universidad y luego a casa, hoy es un día vacío, frívolo e innecesario, este día es para personas que viven la primera etapa de la relación, llenos de amor, cariño, lleno de ilusiones falsas.- me siento el grinch de san Valentín pero no hay manera de que lo vea de mejor manera, es imposible, Nina se niega a aceptar un no por respuesta y se planta insistente, solo me siento afortunada de tener a alguien así en mi vida -Rosy, no está a discusión, ambas pensamos en este día como algo patético, así que seremos felices riéndonos de las parejas felices juntas, prepárate, al llegar a clases serán honrada con mi compañía y este será el mejor día de los enamorados de la historia, lo presiento, así que, arréglate y abre tu mente a una nueva historia. – Cuando Nina cuelga sin esperar respuesta solo caigo en mi cama aun en bata de baño con el teléfono en el pecho, quien diría que ella tendría razón, así empezó el día que marcaria mi vida para siempre...

Mientras me visto y maquillo como ordeno mi pequeña pero activa amiga, pienso en los últimos días, mi primera relación seria, con Darío se va al caño y no soy capaz de dejarlo ir, en los últimos días me rompió el corazón de mil maneras y sigo aquí, me siento débil y estúpida, pero por alguna razón no puedo cerrar esa historia, no puedo dejarlo ir, escucho a mi papá llamarme, ya es hora de irme, me veo en el espejo, maquillaje rosa, suéter ajustado en tonos rojos, un jean alto muy ajustado y zapatos de plataforma color crema a juego con mi bolso, nunca me había arreglado tanto para ir a clases, realmente dudo que mis profesores abandonen el día mas cursi del año por cultivar nuestras mentes de la peor manera posible, de camino a la universidad veo por la ventana del carro todo el camino y pienso en las palabras de Nina, este será el mejor día de los enamorados, tengo que estar abierta a las cosas positivas que podrían pasarme no solo hoy, si no de ahora en adelante. Es insoportable escuchar hasta en la radio la palabra amor repetidas una y otra vez ¿todos los San Valentín son así?

Al llegar a la universidad lo veo, está ahí parado con sus amigos y un cigarrillo en la mano, odio tanto el olor de esa basura, cuando me ve solamente me saluda y me tiende la mano para entrar, tira el cigarrillo y lo pisa, hace dos semanas hubiera corrido a saltar en sus brazos por la emoción, hoy siento esto tan falso...

Cuando entro me deslumbra la imagen de una universidad cubierta de serpentinas rosas, globos en forma de corazón, los trabajadores con broches de corazón, Dios mío, este día no puede ser peor, o eso pienso hasta que veo la enorme pancarta en la pared principal, es un rollo de papel blanco cubierto con notas y declaraciones de amor, algo dentro de mi me hace caminar hacia ella para curiosear en las notas, el jalón en mi mano me despierta de la ilusión infantil.

-No esperes encontrar una nota ahí, es patético. - Solo se ríe ante mi insinuación y no puedo evitar sentirme avergonzada, entramos al salón de clases a esperar por mi profesor, es inevitable hablar con Darío en ese momento.

- ¿Cómo te has sentido últimamente? Luces muy diferente. – Noto un tono de sincera preocupación y su mirada trata de analizar mis gestos al responder.

-Me siento bien, excelente ¿Por qué el repentino interés? – siento como mi pregunta suena fría y afilada, igual que todas las cosas que han salido de su boca con el único objetivo de herirme.

-Porque tu me interesas y lo sabes bien, Gema, se que te falle, pero te amo y se que tu me amas, me duele que me mires con tanta indiferencia, con tanta frialdad, yo me enamore de tu ternura, de lo amorosa que eres siempre, no quise lastimarte, aun estoy aprendiendo, por ti quiero ser mejor. – Son el tipo de cosas que hacen que me cueste dejarlo ir, me cuesta muchísimo ser coherente con él en este tipo de momentos, nuestra historia comenzó hace mucho, era mi mejor amigo, lo conocí en una clase de matemáticas avanzada, era super inteligente, aun con el aspecto de bad boy, era tan amable, tan atento, con el tiempo nos hicimos muy cercanos, con intermitencias en el contacto, pero siempre estuvo para mí, por eso me tomo por tanta sorpresa que me fallara de esa forma, no sé si algún día quiera perdonarlo, pero ahora mi corazón me dice que lo intente.

Tomo su mano y le sonrió suavemente, me sonríe de vuelta y le digo en un tono muy bajo -Se que mejoraremos, todo estará bien.- En ese momento suena mi celular, veo la foto de Nina en la pantalla y pienso en no contestarle, pero Darío toma su celular y vuelve a su burbuja, así que contesto, Nina me saluda tan fuerte que mi distraído compañero levanta la cabeza, aun sin estar en altavoz puedes escucharla, me hace reír incluso. -Hey, Hey, estoy hablando con un chico del gimnasio, me dijo que odia este día y sabe que será horrible, iremos a entrenar juntos y a sufrir levantando pesas, así que decidí que él y su odio por el día mas ''encantador'' del año, están invitados a nuestra noche de chicas ¿Qué te parece? Te dije que este día seria genial, necesitamos alcohol y buena compañía. – El alcohol nunca a sido lo mío, no creo que lo sea nunca y realmente no soy muy sociable, pienso en decirle que no cuando veo como me mira Darío, una de las cosas que me dijo en la ultima pelea fue que quería a alguien que saliera, bebiera y fuera mas activa en las fiestas, si eso es lo que quiere, se lo daré, ya es hora de salir del nido, aceptemos los cambios.

-Cuenta con eso ¿cómo se llama? ¿en tu casa, la mía o la suya? - Veo a Darío mirarme con asombro y me siento orgullosa de mi misma, pero es entonces cuando escucho la risa de Nina. – Bueno, sobre eso, se llama Andrew Sanabria, es el hermano de Andrés Sanabria...- Mi mandíbula cae ante la referencia, el apellido Sanabria es famoso, Andrés coqueteo con media ciudad al menos, incluyéndome, recuerdo que me invito a su casa cuando estaba en secundaria y el en preparatoria, realmente pensé ir, luego me acobardé y no lo hice, pero no quiero tener enlaces con esa familia.

-No lo creo, eso suena a un plan suicida, ¿eres consciente de que son hermanos y por lo tanto deben ser iguales? No quiero relación con esa familia. – Veo a Darío mirarme con curiosidad aun hundido en su celular, Nina trata de convencerme cuando entra uno de sus amigos al salón y lo invita a una fiesta, el accede de inmediato, nunca paso por su mente pasar el día conmigo, pero si ira con sus amigos, ante mis pensamientos ignoro el discurso de Nina aun al teléfono, así que me decido a vivir, no pierdo nada con intentar. – Nina, iré, puede ser en su casa o en la nuestra, tu solo avísame donde y a qué hora, ahí estaré... - escucho los gritos de victoria de Nina y Darío y su amigo voltean a verme, pero siguen en su conversación.

Luego de clases Darío me dice que se va a su casa y que espera que tenga un buen día, posa sus labios sobre los míos y sin mas se marcha, no lo niego, ese día sentía mi corazón romperse un poco mas y llenarse de decepción, espero alrededor de una hora a que mi papá vaya por mí, cuando vamos de camino a casa veo a Nina caminar con su ropa del gimnasio, ya entreno y va camino a su casa que queda a una calle de la mía, la llamo desde el carro y corre a subirse con una sonrisa característica, estamos en mi casa hablando con mis papás y mi hermano cuando me dice que es hora de arreglarnos para ir a casa de Andrew, yo salgo con la misma ropa de la universidad, ya estaba lo suficientemente arreglada, vamos a su casa y ella se arregla también, luego esperamos mas de una hora el aviso de que estaba listo, pero por la espera, decidimos ir a mi casa, allá nos sentamos en el porche a escuchar música, hasta que suena el celular de Nina... - Si, esa calle, enseguida salimos, es la cuarta casa, si, si, enseguida salimos. – no hace falta que me diga nada, solo me levanto a abrir la puerta y es cuando veo la silueta de dos chicos, uno de estatura baja, con gorra, viene vestido de blanco y el otro un poco mas alto, piel morena, con lentes, lleva una chaqueta negra, jeans y zapatos negros, no puedo evitar ver su sonrisa, veo a Nina saludar al otro chico, al parecer también entrena con ellos, Andrew me mira directamente como lo veo yo a él, parece que paso una eternidad cuando le sonrió y le tiendo la mano – Andrew ¿no? Yo me llamo Gema. – me tiende la mano de regreso y cuando sonríe aún más, sus ojos se entrecierran un poco y me dice – Un placer conocerte Gema. – y es entonces cuando empieza esta historia, sin saberlo, este día si cambiaria mi vida entera.  

Día de los enamoradosWhere stories live. Discover now