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"A veces el color naranja no puede ser tan malo"

Al salir de clases mis compañeros y yo nos fuimos a la estación de tren.

—[t/n], ¿Quieres acompañarnos? —exclamó mi amiga del club de artes.

—Yo... —en ese momento quería expresarle que viajaría con ella hasta kyoto pero mis planes cambiaron totalmente.

—¿quién eres? —preguntó aquella amiga llamada yuko.

—... —aquel chico no habló solo se dispuso a observarme mientras mi amiga entraba en pánico.

—¿No sabes hablar? —pregunté y el se sonrojo un poco.

—Ya te lo había dicho antes, si se hablar —mencionó y mi amiga dejo de mirar a sus alrededores.

—¿Lo conoces? —preguntó y yo acepte además que aquella chica lo observaba con desprecio por ser de preparatoria de gobierno.

—Si, es una larga historia —mencioné y el chico de cabello naranja trajo un sobre consigo.

—Toma—exclamó y me dio un sobre el cual abrí.

Al abrir aquel sobre color amarillo paja note que se trataba de una gran suma de dinero el cual no acepte.

—[t/n] creo que esta tratando de comprarte con dinero—mencionó aquella chica de cabello trenzado.

—¿Qué haces? —pregunté un poco molesta y el desvío su mirada.

—Creí que te debía el dinero de tu celular—mencionó y yo le di el sobre.

—No es necesario, pero gracias por preocuparte—exclame y al devolverle el dinero note que sus dedos están llenos de curitas.

—Aceptalo—mencionó y extendió su mano con el sobre.

—Este... — en ese momento estaba nerviosa no sabía que hacer hasta que la chica decidió irse con los demás dejándome sola allí.

Aquel chico de cabello anaranjado me observó con delicadeza esperando mi respuesta y en ese momento las palabras que salieron de mi boca terminarían influyendo en mi futuro.

—¿Quieres salir acompañarme a akihabara?—mencione y el sonrió.

THE DAYLIGHT| Sato Mafuyu y TuWhere stories live. Discover now