Aburrido

95 11 3
                                    


Logan

Aburrido.

Así es como he estado durante esta clase donde el maestro lleva aproximadamente doce minutos hablando de algo que le deje de prestar atención desde que inició. Mientras miro el tiempo correr en el reloj que está en el aula, he quedado pérdido en mis pensamientos.

Debo practicar más mis reflejos y mis golpes de ataque. Quizás después de clases pue...

-Holaaa -dice Austin moviendo una de sus manos frente a mi cara.

-Amigo ¿Cual es tu problema?

-¡Eyyy! ¿Que te mordió? -pregunta, con el ceño fruncido.

-Necesito salir de aquí.

-Lo que necesitas es prestar atención.-Se da la vuelta para quedar derecho en su asiento.

Joder.

Si continúo escuchando la voz de este maestro puedo jurar que tendré pesadillas con él por un buen tiempo.

Me inclino un poco más adelante. -Austin dame tu libro- le susurro.

-Usa el tuyo- responde sin mirarme.

-No lo traje.

Escucho un resoplido de su parte, mientras se da la vuelta con su libro en mano –Toma. Espero que sí lo uses, debes empezar a ser responsable o vas a reprobar.

–Austin gracias, pero callate, nadie pidió tu opinión.

-Si no te conociera me hubiera molestado por tu maravillosa respuesta, pero sé que siempre andas con ese humor amargado y ácido.

Le muestro la sonrisa de boca cerrada más falsa que tengo. Austin vuelve a enderezarse en su asiento y yo pongo mi plan de escape en marcha. Lanzó al frente el libro, tan fuerte hacia un chico raro que sólo estudiaba. Se le cayeron sus lentes.

-¿Qué diablos...?-Me pregunta mi querido amigo, con una expresión de total confusión. Esto hace que la atención del chico golpeado caiga sobre mi.

No le doy una de mis miradas amenazadoras ya que mi intención es que abra la puta boca.

–¡MAESTRO J ACABA DE GOLPEARME SUPER FUERTE EN LA CABEZA CON UN LIBRO!. -grita el chico poniéndose de pie.

Bingo.

-Fue solo un accidente- Me defiendo.

–Levántese señor Wells y acompáñeme a la oficina -dice el maestro señalando la puerta.

–¿Me está obligando? -noten el sarcasmo.

–No digo una palabra más, acompáñeme -dice furioso.

Me levanto burlandome interiormente de la espantosa cara del chico que había golpeado "por accidente" pero mi humor cambia al ver el rostro que tengo al lado cuando salgo del aula.

Es horrible, de eso no hay duda.

–¿Por qué lo hizo Wells? -pregunta el profesor mientras caminamos por el pasillo.

-Debe tomarse las cosas con más calma o le van a salir más canas- le respondo, señalando su poco pelo de la cabeza –Además, la clase estaba muy aburrida.

–¿Le parece que debo ser gracioso? -puedo notar la poca paciencia en su voz.

–Debo admitir que más que gracioso me parece espantoso.

Por su expresión puedo notar que mi querido maestro se molestó por mi sincero comentario y me tomó por el brazo, llevándome más rápido.

¿Quien cree que soy? No tengo cinco años.

Atrapados por el amor Where stories live. Discover now