Primera noche viviendo juntos

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La pareja terminó de tender la cama, dejándose caer sobre esta luego.

"No pensé que mudarse sería tan cansado" suspiró Cuauhtémoc, girándose sobre su costado para poder mirar a Aris de frente.

"¿Qué tan cansado?" preguntó el rizado, moviendo las cejas de arriba a bajo con aquella sonrisita que Temo ya conocía a la perfección.

"Muy cansado" remarcó Temo al sentir las manos de su novio tomarle por la cintura. Aris hizo un puchero el cual Temo no dudó en besar. El rizado intentó profundizar el beso pero Temo se separó riendo.

"Traquilo, vaquero oaxaqueño"

Aris también rió, golpeando suavemente el hombro del castaño. Cuando ambos se calmaron, el rizado acarició la mejilla del contario, sonriéndole. "Vivimos juntos, Tahi"

"Vivimos juntos, amor" sonrió Temo, acercándo su frente hasta apoyarla suavemente en la contraria.

Aristóteles se inclinó hasta apoyar sus labios contra los de su novio, comenzando un beso suave que subió de intensidad cuando el rizado estiró el labio del menor, provocando que un ligero gemido escapara de los labios del castaño.

Aristóteles sonrió triunfante, aferrándose a la esbelta cintura de su novio para así hacerlo subir a su regazo.

"¡Aristemos, ya llegó la cena!" llamó Carlota desde la sala. Aris y Temo se separaron jadeantes. Jadeantes y frustrados.

"Siempre podemos fingir que ya estamos dormidos" Ari dijo, acercándose para depositar pequeños besos en el cuello del castaño.

"Podríamos..." Temo suspiró, inclinando la cabeza hacia atrás para darle un mejor acceso a Ari. "pero tengo hambre" dijo, para luego separarse por completo y salir de la habitación.

"¡Cuauhtémoc!" se quejó Ari, haciendo reír al menor.

Luego de compartir la cena con Diego y Carlota, la pareja entró al baño a lavarse los dientes.

"Carlota es agradable" Aris comentó con la boca llena de pasta dental. Temo sólo asintió, inclinado en el lavabo mientras se enjuagaba la boca. "Pero Diego es un dolor en el trasero"

"Ari..." dijo en tono de advertencia y el rizado sólo alzó las manos, regalando su sonrisa más inocente. Temo rodó los ojos, besandole la mejilla luego. "Te espero en el cuarto" le guiñó un ojo antes de salir del baño.

Aristóteles enjuagó su boca lo más rápido que pudo, acomodándose el cabello frente al espejo luego. Antes de salir aprovechó para hacer pipí, se lavó las manos y, después de echarse una ultima miradita al espejo, salió listo para encontrárse con su lindo novio. Cuando llegó al cuarto le recibió la bella vista de un Temo acurrucado entre las sábanas...

...profundamente dormido.

Ari suspiró, acostandose con cuidado junto a Temo, pasando un brazo por su cintura para así dormir de cucharita.

Esto en definitiva era el cielo.

Primera vez || AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora